Habían pasado dos semanas y JungKook estaba a punto de volverse loco, cada que veía una chica le recordaba a su sirenita, ¡siquiera podía mandarle un mensaje! le habían hecho borrar el número hasta que el contrato acabara, después de la plática con el director lo mantenían vigilado todo el tiempo, se sentía sofocado.
En cambio, Ariel se sentía normal. Extrañamente como si nunca lo hubiera conocido y siguiera siendo una simple fan que quería conocer a su idol, sin embargo, debía admitir que lo extrañaba, esperaba algún mensaje de su parte pero nada, suponía que le habían hecho borrar su número, probablemente.
Todo iba bien hasta que su padre le dijo que se irían en un par de semanas, Ariel no lo entendía, ¿no se suponía que su padre la había llevado consigo para quedarse a vivir ahí por su trabajo? De pronto recordó, su madre.
ㅡElla te extraña ㅡdijo el adulto con las manos entrelazadas sobre la mesaㅡ, no puedo tenerte aquí por más tiempo, aunque lo desee.
Extrañaba a su madre, claro que lo hacía, pero de tan sólo pensar...¿alejarse de JungKook? Inaceptable.
Miró el calendario especial de BTS sobre su tocador, una linda foto de JungKook sonriendo se encontraba en la página, a un lado los días del mes.
Cinco semanas para que JungKook pudiera verla de nuevo. Ella se iría en seis. Una semana para estar juntos nuevamente.
Su celular vibró con una notificación de la VApp, rápidamente se lanzó a la cama y tomó el aparato, desbloqueandolo y abriendo la notificación.
El rostro de JungKook estaba tan cerca que le hizo reír, su estómago a revolvió y sus ojos hormoguearon.
-¡Hola!
Ariel se apresuró a escribir algo, con suerte y él lo leería. JungKook seguía hablando pero Ariel no escuchaba nada de lo que el decía, estaba tan concentrada viéndole, leyendo los comentarios y escribiendo hasta que no resistió más.
arkook: Me voy en seis semanas.
Rezó para que el no lo leyera, él nunca lo hacía, no leía ni uno de los mensajes que ella dejaba cada que hacían un live , mucho antes de que se conocieran. Pero esta vez lo hizo. JungKook mordió sus labios y disimuló una expresión de sorpresa, miró directamente a la cámara y sonrió con nostalgia.
-Army, te amo.
