Las manos le temblaron.
La llamada había sido ayer. Tanteó un poco en si llamarle o no, dejó el móvil sobre la cama y de rodillas, miró la pantalla.
Controló los impulsos de salir corriendo y aventar el celular por la ventana. Estuvo a punto de tomarlo cuando, inesperadamente, sonó.
Ariel
Volvió a temblar y después de tres rings, finalmente aceptó la llamada y, cauteloso, con la piel de gallina y el corazón palpitando con demasiada fuerza, se llevó el celular a la oreja.
No se escuchaba nada del otro lado, sólo una respiración pequeña y pausada, JungKook estaba agitado.
-Hola.
La voz extranjera viajó de su oído hasta toda la extensión de su cuerpo, causando tensión en sus músculos y el corazón hecho pedazos. No estaba seguro de cómo reaccionar. No le respondió.
-Lo lamento, JungKook -susurró con voz queda, casi inaudible, la voz le temblaba y JungKook estaba seguro que estaba por llorar, al igual que él.
Se armó de valor y tragó saliva.
-¿Por qué no fuiste?
Ariel tomó su tiempo para responder.
-Me fui esa misma mañana -respondió con dificultad-, no tuve tiempo de avisarte, mamá quería irse ya. Mamá y papá pelearon de nuevo. De verdad quería verte.
-Y yo a ti -dijo sintiéndose culpable-, espero que todo esté bien.
-Algo así, desde que volvimos, mamá parece estar molesta -Ariel habló con calma-, pero eso no interesa. Te extraño.
-No te imaginas lo mucho que deseo que estés aquí -dijo a la par que se acostaba en la cama y tapaba ambos ojos con el antebrazo.
Y volvieron a callar. Pensando en qué decir. Las palabras parecían haberse quedado atascadas en la garganta del idol, en cambio, Ariel estaba por hablar.
-Supongo que...este es el fin.
Eso le había tomado desprevenido. Se incorporó con rapidez, tanto que sintió caerse, con los ojos bien abiertos, tomó con fuerza el móvil.
-¿F-Fin?
-JungKook -Ariel suspiró-. No podremos vernos, nunca. ¿Cómo se supone que esto funcionará? Vives en el otro lado del mundo, por dios.
-Pero Ari-
-No quiero provocar problemas en tu futuro, no quiero que ambos estemos tristes y que nos extrañemos.
-Ariel, no, no, no. Escu-
-JungKook, basta -nuevamente, le tembló la voz-. No seremos lo suficiente capaces de estar así de lejos.
-Podemos intentarlo.
-No, JungKook. No podemos. No resultará. Olvidame, por favor.
-Ariel, basta.
-Nunca nos conocimos.
-Pero lo hice, y fue de las mejores cosas que he hecho en mi vida.
-No lo hagas más difícil -suplicó-, cuídate.
-Ariel, no puedes...no puedes dejarme así.
-Por favor duerme bien. Sé feliz, JungKook.
-No...
-Sé feliz.
Llamada finalizada