Día normal (parte 1)

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ADARA POV.

Cómo siempre me desperté a causa de las pesadillas, miré mi reloj y vi que eran las 7:15 am por lo que decidí levantarme.
Cómo seguía medio dormida me golpé la frente contra el marco de la puerta de mi habitación al salir hacia el baño.
-"Ahg, mierda"- me sobé la frente y seguí caminando por el pasillo hasta llegar al baño.
Entré y encendí la ducha, me desvestí, esperé hasta que el agua se pusiera tibia y me bañé.

SOFÍA POV.
Al igual que siempre me desperté por causa de mis pesadillas, vi la hora en mi celular, eran las 7:15 am.
-¡Sofía, despierta ya que tienes que preparame el desayuno!- mi padrastro Tony golpeó la puerta de mi habitación muy bruscamente, rodé los ojos y me levante, fui a mi baño, abrí la llave de la ducha, esperé a que estuviera tibia y me bañé lo más rápido que pude.
Salí y me vestí con una blusa a rayas blancas y negras, unos jeans y converse blancos, cepillé mi cabello y lo recogí en una cola de caballo.
Bajé y en el comedor estaba Tony esperandome.
-"¿Por qué tardaste mucho? ¿Qué no ves que tengo hambre estúpida?"
-"Lo siento, ya no volverá a pasar"
-"Eso dijiste ayer y antiér, una más y vas a ver como te va, malagradecida"- yo solo me limité a asentir y bajar la cabeza. Preparé el desayuno y cuando Tony terminó y se fué al trabajo por fin puede sentarme a comer algo.
Al terminar salí al centro comercial.

ADARA POV.
Cuando salí de bañarme regresé a mi cuarto y me arreglé con una blusa negra con una calavera blanca en el medio, unos pantalones blancos y converse negros.
Al llegar abajo, fui a la cocina y me encontré con mi madre Paulina, la cual me odia, dice que soy la razón por la que mi papá nos dejó. Mi papá, siempre supe que era idéntica a él, excepto por el cabello, ese lo saqué del monstruo que tengo como madre.
-"Ya me voy, si quieres comer preparate algo"- y asi tomo su bolso y se fué, sin decir "hola, buenos días" o "cómo amaneciste", simplemente tomó sus cosas y se fué.
Solté un bufido y me preparé unos hot-cakes.
Cuando terminé salí al parque que hay frente a mi casa, me senté bajo un árbol y observé a los niños jugar, parejas besarse y padres vigilando a sus hijos desde la mesas para pic-nic del lugar.

Las Hijas del MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora