Proteger y Amar (Levi X Reader) [ Levi Y Tú ]

One-shot: Mi vida.

One-Shot: Mi vida.

• Esta es mi vida. La que nunca volveré a vivir. Para la vida no hay retorno y si quieres seguir adelante tienes que caminar correctamente. Si tropiezas, pierdes; si te mantienes, ganas. •

•Tenía tan solo trece años cuando escapé de casa. Mi padre cayó fuertemente en los vicios. Ya no era la misma persona.

Pero no voy a ir tan rápido. Tan solo un día antes estábamos bien. •

―Uno, dos, tres... ¡Patea!

•Nos hallábamos como siempre entrenando. Mi padre todo los días me hacía entrenar demasiado tiempo. Él decía que si quería ser perfecta y mantener el linaje debería trabajar duro.

Antes era buena persona, no me obligaba tanto. Pero, después de regresar de esas malditas murallas cambió.

Desde ese día se volvió, malo. En ese entonces creí que ya se le iba a pasar, pero no.

Nunca estaba en casa, siempre estaba sola.

El día que mi padre me reveló que yo era un titán decidí seguir sus órdenes, pero esta vez no.

Una vez terminado el entrenamiento me fui rápidamente a casa.

Me dolía en el fondo pero tenía que hacerlo. Tenía que huir de casa.

Así fue, mi padre se fue y me quede sola. Decidí escapar hacía esas murallas.

Eran muy, no, eran gigantes. Hasta me daba vértigo verlas.

Para mi buena suerte, un equipo de soldados heridos iban a entrar a las murallas.

Esperé el último carruaje para escabullirme.

Cuando entramos, salí lo más rápido aprovechando a la multitud. He de decir que tuve suerte de que no notarán mi presencia.

De repente, un niño de menor edad que yo me miró. Vio cuando salí del carruaje.

Me acerque a él y lo hablé. •

―Oye niño, no le digas a nadie lo que viste.

―No le diré a nadie pero, déjame ir contigo. No tengo familia.

―Eso a mí no me interesa. Además, no conozco estas murallas.

―¿Vienes de fuera?

―Sí.

―Puedo ayudarte, si me dejas ir contigo ―rogó.

―Bien, tú ganas. ¿Cómo te llamas?

―Carlos.

―Bueno, entonces yo soy ____ Lenz. Si alguien pregunta somos hermanos.

―Gracias.

―Sólo una cosa. Si llegas a decir a alguien de dónde vengo te mataré.

―No le diré a nadie. Te lo prometo.

•Así fue como conocí a mi hermano. Bueno, prácticamente no es mi hermano pero yo lo adopté como si lo fuese.

Ese niño se portó muy bien conmigo, me mostró la muralla María y su distrito, Shiganshina.

Aun así no quería correr riesgos y nos mudamos a Rose. La vida allá era un poco más estable.

En todo el tiempo que estuve fui conociendo más a Carlos, incluso me contaba sus gustos, sueños entre otras cosas. •

―Oye, ____.

―Dime.

―¿Conoces a los de la Legión de Reconocimiento?

―Son esos citadinos que vuelan con sus máquinas voladoras y se dedican a matar titanes.

―Sí, ¿Cómo lo sabes?

―Los he visto. Me parecen muy graciosos. Pierden su tiempo asesinando titanes.

―No, ellos no pierden su tiempo. Como sea, dentro de ellos hay uno que es muy famoso. Es conocido por ser el soldado más fuerte de la humanidad.

―Ah, ¿sí? Interesante, ¿Y que hace él? ¿Cómo es? ¿Cuál es su nombre?

―Él asesina titanes. Es el capitán del escuadrón especial. Es un hombre de cabello negro y de muy baja estatura. Algunos dicen que no puede hablar, otros que es muy reservado; incluso hay personas que no se atreven a hablar con él. Su nombre es Levi.

―Interesante, ¿Y qué tiene de bueno el tal Levi?

―Algún día me gustaría conocerlo y hablar con él.

―Estoy segura de que algún día lo harás.

• Mi hermano era muy soñador. Tanto así que decidimos nosotros mismos reclutarnos para cadetes.

En todo ese tiempo que estuvimos cambiamos. Mi hermano se volvió más independiente y maduro. Yo me volví más fuerte, más bien, mi mentalidad se volvió más fuerte.

Tenía miedo de convertirme en mi padre. Lo extrañaba; a veces deseaba volver. Regresar el tiempo. Lamentablemente, ya no podía hacer nada.

A pesar de todo, mi hermano y yo nos unimos en un fuerte lazo.

Algunas veces creo que él estaba enamorado de mí. No lo culpo.

Tiempo después, había llegado el día. Nos graduamos.

Maravillosamente, mi hermano y yo nos graduamos entre los primeros diez. Tenía la posibilidad de vivir una vida cómoda junto con él pero no.

Decidí unirme a la Legión. Quería ser un soldado. Quería tener la mentalidad de un ser humano, no quería ser un titán y asesinar.

En cambio, le dije a Carlos que se uniera a la Policía Militar.

Él me hizo caso.

Después, tuvimos que irnos.

Me despedí y me fui tranquila sabiendo que él estaba a salvo y no había nada de qué preocuparse. •