Los Espacios en Blanco - Parte 2

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Dos habitaciones continuas, separadas de lo demás únicamente por paredes de doble cristal, equipadas cada una con una cama personal, en medio de un "laboratorio" lleno de aparatos de monitoreo chequeados constantemente por dos personas de bata bla...

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Dos habitaciones continuas, separadas de lo demás únicamente por paredes de doble cristal, equipadas cada una con una cama personal, en medio de un "laboratorio" lleno de aparatos de monitoreo chequeados constantemente por dos personas de bata blanca que caminaban alrededor tomando nota de lo registrado. Yo me dirigía caminando tranquilamente hacia una de las habitaciones, descalza, pues sentía el frío del suelo, guiada por una chica muy delgada de pelo negro lacio que me agarraba del brazo suavemente, tan solo dirigiéndome hacia donde ir.

-Enviaré a alguien para que te limpie. -me habló con amabilidad reflejada en sus ojos oscuros mientra entrabamos a una de las habitaciones cristalizadas.-Pospondremos para mañana tu clase de idiomas. -Me ayudó a sentarme en la cama y con una sonrisa se despidió. 

Cuando ella salió del "laboratorio" fijé la vista en mí, miré mis manos manchadas de rojo, al igual que mi camisón y mi pantalón e incluso mis pies, lo supe inmediatamente, esas manchas ya secas eran de sangre y no precisamente mía. ¿Habría hecho algo malo? Sin embargo, me sentía en tranquila, solo un poco impaciente pensando constantemente en que quería que ya llegara él a su cuarto, a mi compañero, quien vivía en la otra habitación de cristal,  verlo de una vez, el deseo era tan fuerte... Quería saber como le había ido, charlar con él. Pero...¿Quién era él?

De repente la conversación de dos sujetos de los que se encontraban ahí captó mi atención.

-Oye, ¡ts! -murmuró la persona "A" a la "B" -¿Haz oído la noticia? Parece que "el sujeto uno" no logró pasar la transición. 

-Sí. - respondió de igual forma la persona "B" -Yo fui uno de los que comprobó que no había forma de... -dudó que palabra decir -Despertarlo. -concluyó la frase y un sentimiento de terror, no, más que eso, pavor, se apoderó de mí, con el único pensamiento que empezó a repetirse constantemente en mi mente,"Yo lo he matado". 

Mientras tanto, ellos seguían conversando.

- Ahora solo nos queda "el sujeto dos" para proseguir con el "Experimento Alfa". -dijo "A" -¿Crees que resista el proceso? - "B" solo se encogió de hombros. Un pitido comenzó a escucharse en la habitación.

Entonces ambos decidieron voltear a mirarme y se sorprendieron a ver que yo los observaba con lágrimas por el rostro, destrozada por dentro, torturándome mentalmente con las mismas palabras,"Yo lo he matado".

-¡Esta llorando! - murmuró "A" alertado, con el temor reflejado en sus ojos. -¿Nos habrá escuchado? -le preguntaba a "B"

-Pues no debería -respondió "B" tenso -Son paredes especiales de doble vidrio hermético, -dijo mientras de dirigía a una mesita ubicada al lado de la máquina que emitía el pitido. -la aíslan del sonido externo. -dijo en voz alta,  exasperado. Pues yo los escuchaba perfectamente. 

Escuche pasos detrás mio, giré y lo vi, amenazante, era "A" quien había entrado en mi habitación con una jeringa en mano y a mí ¡No me gustaban las agujas!, un sentimiento animal de supervivencia se despertó en mí. Debía destruir a la amenaza y "A" era la amenaza inmediata...

-!Estúpido, - escuche gritar a "B" -primero, con la habitación cerrada, se le adormece con el gas!¡Sal! -la desesperación tiñó su voz. -¡Es peligroso!¡Sal de ahí! -pero ya era demasiado tardía su advertencia. "A" se acercó más y me atacó, y yo, me lancé a destruir a la amenaza.

*** Oscuridad total***

-¡Despierta! -escuche que alguien me gritaba. Yo también me encontraba gritando desenfrenada mientras forcejeaba con alguien, el mismo que me había dicho que despertara. -¡Detente!¡Despierta, Samantha! -esta vez el grito de él fue más fuerte y reconocí su voz, era la de Suho. Me detuve y abrí los ojos lentamente.

Él se encontraba encima mío, agitado, sudando, tratando de recuperar el aliento, con los ojos muy abiertos y con un raspón es su rostro, sujetándome contra la cama por las muñecas a cada lado, a la altura de mi cabeza.

-Fue una pesadilla, ¿no? -me preguntó dijo entrecortadamente, aún falto de aliento. Asentí.

¡Todo ha sido un sueño!¡Nada más que un estúpido sueño! - Me reprendí rápido mentalmente. - No era real. Espero que no sea de verdad. Ojalá no sea un recuerdo...

Recordé en donde me encontraba. Era en un Motel que encontramos a un lado de la carretera. Yo compartía habitación con Suho y Xiumin la habitación de a lado con Chen.

-Tranquila, todo está bien -terminó Suho de decir cuando alguien comenzó a aporrear la puerta de la habitación.

-¡Suho. Abre la puerta ya!¡Dime que demonios pasa ahora mismo!¡Qué son todos esos gritos! -reconocí esa voz inmediatamente, era Chen quien se encontraba gritando fuera de la habitación mientras intentaba tirarse abajo la puerta. - ¡Carajo Suho. Si no nos abres inmediatamente, te castraré!

Tanto Suho como yo  nos habíamos quedado petrificados ante la furia y preocupación que denotaban las palabras de Chen, sobre todo la furia, desde el otro lado. La puerta se abrió sin más al segundo que terminó de amenazar a Suho, a causa de los golpes. Chen ingresó a la habitación rápido examinando todo solo con la mirada, hasta que nos ubicó.

En el instante en el que nos vio la sorpresa lo petrificó en su sitio, después la furia volvió. Mandíbula apretada, el cuerpo tenso, listo para atacar de ser necesario y la nariz que le aleteaba, como si por ahí pudiera botar humo.

-Suho... -dijo Chen amenazante -¿Qué le estas haciendo a Samantha? -dijo con los dientes apretados. 

-¿Ah? -soltó confundido Suho por la reacción de Chen. Regresó su mirada a mí aún con el ceño fruncido por la confusión hasta que se dio cuenta, con los ojos totalmente abiertos, y su rostro cada vez más rojo que un tomate, de que nuestra posición sugerente era fácil de mal entender. Él encima mio agarrándome con fuerza por las muñecas inmovilizándome, sumándole los gritos y el alboroto en la cama. Ustedes hubieran concluido lo mismo que Chen.

-¡¿Haz intentado violarla?Desgraciado! -gritó Chen rojo con por la furia, avanzando en nuestra dirección, dispuesto a golpear a Suho, mientras, yo quedaba anonadada por lo que él había dicho. 

-¿Qué?¡No! -Suho inmediatamente saltó fuera de la cama liberándome, arrinconándose al lado contrario de la habitación, alejándose lo más posible de Chen. -¡Es un mal entendido!¡No es lo que parece!¡Te lo juro Chen!¡Por la princesa! -decía Suho con desesperación, agitado de nuevo.

Xiumin entró en la habitación somnoliento, dándome la impresión como la de un niño tierno. Me levanté de la cama o lo intenté, pues me encontraba mareada, así que opté por sentarme un momento al filo de la cama.

-Dejen de hacer bulla... -se quejó mientras soltaba un bostezo. Chen había arrinconado a Suho y lo tenía agarrado por el cuello con una mano y la otra alzada en puño, listo para golpearlo por segunda o tercera vez.

-¡Chen, para! -intenté decir, pero la voz me salió en un susurro, carraspeé. Xiumin, al darse cuenta de lo que ocurría, se lanzó para detener a Chen y al unisono se nos escuchó decir-¡Deténganse!

 Xiumin, al darse cuenta de lo que ocurría, se lanzó para detener a Chen y al unisono se nos escuchó decir-¡Deténganse!

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Muerte momentáneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora