Máscaras. Se dice que todos tenemos una, sin embargo, no todos la usamos para esconder lágrimas y dolor, ocupando la máscara de una sonrisa.
El pequeño Blueberry se encontraba durmiendo en su habitación, hasta que un sonido proveniente de su teléfono lo despertó, probablemente era su tono de alarma. Se levantó con menos energía de la que tenía todos los días. Soltó un suspiro ahogado, mientras que apagaba aquel tono de celular, el cual le estaba empezando a molestar.
Tomó su traje de batalla, colocándoselo lentamente, sin energía. Salió lentamente de su habitación, mientras notaba que la puerta de la habitación de su hermano estaba cerrada. "¡Ese huesos flojos!" pensó instantáneamente refiriéndose a su hermano, Papyrus. Puede que su hermano sea molesto a veces, pero él es el único al que "ama"(No tanto con la relación de hermanos, si no, Sans sentía mucho más por su hermano, aunque el pequeño Sans no lo toma mucho en cuenta.)
El pequeño esqueleto, sin pensarlo, se dirigió hacia la habitación de Papyrus. Abrió la puerta cautelosamente, por si acaso Papyrus dormía.
—¡Papy! ¡Papy! ¡Despierta! - Dijo Sans mientras se subía al colchón de Papyrus, notando un pequeño brillo naranja por debajo de las sábanas, pero no le tomó mucha importancia. - ¡Paaaapy! Vamos, despierta. - Sans se subió al colchón, poniéndose encima de Papyrus, que tenía una mano escondida bajo las sábanas, cerca de donde estaba el brillo naranja. Sospechoso, ¿no?
— ¿S-Sansy?... ¿qu-que pasa?... — Dijo el esqueleto mayor, tratando de ocultar nerviosismo, mientras trataba de calmar su respiración, la cual estaba bastante agitada.
—¿Estás bien? — Dijo Sans notando el nerviosismo y el cierto tono naranja de Papyrus bajo sus cuencas. ¿Quizá Papy no había podido dormir por aquellas pesadillas que le atormentaban cada noche?
— N-No es nada, pequeño... — Papyrus se sentó en la cama, dejando a su pequeño hermano sentado en su pelvis, haciendo el brillo naranja un poco más notorio.
— ¡Buenos días, Papy! — Dijo Sans, mostrando aquella máscara de sonrisas falsas.
— B-Buenos días, arándano. — Respondió su hermano con una sonrisa al notar la sonrisa tan pura e inocente de su amado hermano menor.
— ¿Quieres ir a desayunar, Papy? — Preguntó Sans con otra de sus "honestas" sonrisas, lo menos que quería era preocupar a su Papy. Esperaba una respuesta negativa, pero no fue lo que recibió.
— Cl-Claro pequeño, ve preparando el desayuno, ya bajaré. — Respondió, nuevamente, Papyrus. Sintió un alivio en su pelvis, Sans se había bajado de él para ir hacia la cocina. Sans, siempre tan alegre(según Papyrus.). Al asegurar que Sans se había ido, salió de las cobijas algo nervioso, ya que solo tenía puestas las bermudas y si Sans se enteraba, no tenía una excusa creíble para eso.
Papyrus se colocó su sudadera color naranja y sus zapatos par a proceder a tomar un cigarro, prenderlo e ir a la planta de abajo. Al entrar a la cocina, pudo ver a su hermanito meneando las caderas levemente mientras estaba parado en un pequeño escalón para lograr alcanzar la cocina.
El esqueleto mayor se quedó unos cuantos minutos mirando a su hermano, mientras que apagaba su cigarro(ya que a Sansy le molestaba que fumara.) Dios, es demasiado adorable. Decidió acercarse a Sans. Al estar ya lo suficientemente cerca lo abrazó por la detrás. Al estar tan cerca de él, pudo notar que su hermanito estaba sollozando.
— ¡S-Sansy! ¿¡Qu-Que pasa!? — Preguntó Papy asustado de que a su hermano le pasara algo.— N-No pasa nada Papy, ¡e-el magnífico Sans está bien! N-No tienes de qué preocuparte...— Sans limpió las lágrimas que salían de sus cuencas, mientras seguía cocinando más de sus tacos de desayuno.
Sans sintió cómo Papy lo tomaba de la cintura y lo sentaba en la mesa. — Sans... en serio, ¿qué te pasa?... ¿te lastimaste?... — Sans soltó un suspiro, preocupando mucho más al esqueleto con sudadera naranja.
— S-Sí, eso es, me lastimé... — Mintió el pequeño esqueleto mientras miraba al suelo. — Oh, Sansy... — Papyrus abrazó a su hermanito. — No pasa nada. ¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor? — Los pequeños ojos azules opacos de Sans se iluminaron. — ¿¡Podemos estar juntos por el resto del día!? — Al ver que la expresión de Papy cambiaba de una sonrisa tranquila a ser de un tipo de lástima. — Sans... no puedo hoy, debo ir a... ir a... hacer compras. — Respondió Papy, haciendo que Sans se sintiera rechazado, como si Papy, la única persona que ama, lo odiase.
Sans se bajó de la mesa rápidamente. — ¡E-Está bien, Papy! ¡Y-Yo, el magnífico Sans, esperaré a que vuelvas...! — Dijo fingiendo su sonrisa nuevamente, no quería hacer sentir mal a Papyrus. — ¿Seguro, Sans? ¿Podrás quedarte solo? — Preguntó Papyrus algo preocupado.
— ¡Claro que si, Papy! — Sonreía Blueberry, que se dirigía nuevamente a la cocina para acabar de preparar sus deliciosos tacos. — Bueno... ya me voy, Sans. — Aclaró el esqueleto mayor, saliendo de la cocina. El esqueleto más bajo siguió a Papyrus. — ¿¡Te vas tan rápido!? ¿¡Y sin desayunar!? — Regañó a su hermano. — Tranquilo bro... comeré algo más tarde, adiós. — Y sin más, Papyrus salió de casa.
Sans se quedó solo nuevamente.
Ya sin ganas de cocinar, volvió a su habitación, soledad de nuevo. Al entrar, una voz lo distrajo. — ¡Holi, Sans! — Dijo aquella voz no tan desconocida para el pequeño esqueleto, era su único amigo, que normalmente aparecía cuando Papyrus se iba y estaba solo. — ¡Hola, Temmie! —
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Mask Of Smiles. [Underswap!Fontcest.]
Fanfiction"Blueberry, ese pequeño esqueleto con una sonrisa en el rostro, siempre tan alegre. Si tan solo esa sonrisa no fuera más que una máscara." Advertencia: Esta historia contiene BL(Boys Love.)