05.

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Sus miradas se entrelazaban, mientras ambas respiraciones se aceleraban al mismo ritmo. Un silencio algo incómodo inundó aquella habitación, donde sólo se escuchaba el palpitar de sus almas.

— Sansy, confía en mí... — Papyrus metió una de sus manos dentro del traje de batalla del menor, haciendo que éste sólo temblara levemente. ¿Por qué estaba haciendo eso? No tenía idea. Quizás solo la calentura.

El contrario, nervioso, sólo miró levemente hacia el lado, tratando de evitar el contacto con el esqueleto de mayor estatura. — C-Creo que... Me siento muy débil... — dijo levemente sonrojado, ya que Papy subía su mano por las costillas del menor.

— Ya que veo que no quieres decirme, tendré que revisarte por mí mismo... — Y así fue, quitó la "armadura" del menor(que tan solo era una camisa común y corriente recortada en las mangas) para subir la camiseta que seguía, era un color tan blanco que fácilmente podría confundirse con sus suaves y frágiles huesos. — ¡P-Papyrus! ¡B-Basta! — Dijo el menor de ambos para tratar de zafarse del agarre del mayor.

Papyrus cambió aquella sonrisa burlona de su cara, mostrando, en vez, una llena de horror y sin brillo alguno en sus cuencas.

— S-Sans... ¿por qué?... — Dijo Papyrus, con apenas un hilo de voz, quebrada y entrecortada.

Lo que había visto lo hacía sentir culpable, lo hacía sentir como un verdadero monstruo. Se alejó levemente del esqueleto menor, sintiéndose como la peor escoria del subsuelo. Sans sólo lo miraba con tristeza.

Lo primero que vio fueron las costillas lastimadas y casi rotas, ¿¡quién hizo eso!?. Lo siguiente en notar fueron sus muñecas con muchos cortes, unos más frescos que otros. Los más recientes, aún tenían un poco de polvo sobre ellos.

El mayor se sentía confundido, ¿desde cuando su pequeño e inocente niño había crecido y se había convertido en lo que veía en ése momento? No pudo evitar empezar a lagrimear.

Quizás, tan sólo quizás, alejarse se él no fue una buena idea en lo absoluto. Sentía como su mundo se derrumbaba, pues, Sans era su mundo. Verlo de esa manera, lastimado y lleno de polvo en la mayoría de cortes en su cuerpo, rompía su corazón y su alma.

—P-Papyrus...—dijo levemente el pequeño Sans, mientras trataba de cubrir sus heridas, más que todo sus costillas, ya que sentir la mirada del mayor puesta en él lo hacía sentir muy nervioso.

El recién nombrado, tapó un poco sus ojos, mientras quitaba las lágrimas de éstos. Miró nuevamente directo a los ojos del menor, dándole una mirada llena de lástima combinada con relajación, tratando de cortar los llantos del menor. Quería hacerlo sentir bien de nuevo, quería hacerlo sentir como cuando eran niños, quería hacerlo sentir amado de nuevo.

Coloco unas de sus manos en la cara del menor, acariciando lentamente uno de sus pómulos, sonríendole de manera relajada.

Sans se sentía confundido, ya que pensaba que Papy lo regañaría, o peor, lo castigaría.

Pero no.

Papyrus se acercó peligrosamente al menor, haciendo que éste se asustara levemente. — P-Papyrus... No me regañes, por favor... — dijo Sans con un toque de su característica inocencia.

El mayor soltó una pequeña risa. — No pasa nada, Sansy... — lo miró directo a sus cuencas, bastante dolido por lo que había apreciado hace unos momentos. — Yo... Te haré olvidar de todo eso, ¿si? — el más pequeño sólo miraba al contrario confundido, ¿de qué hablaba? A pesar de no saber esa información, decidió callar, simplemente mantenía la mirada posada en su hermano mayor.

El esqueleto de sudadera naranja sabía que sus acciones tendrían consecuencias positivas o negativas, pero siguió de todas formas, quizás no era tan mala decisión. Empezó acariciando el cráneo del menor, haciendo que éste agitara su respiración con cada caricia que sentía por parte del mayor.

Pensó que iba demasiado lento, hasta para el esqueleto menor. Decidió avanzar de manera mucho más rápida, bajando su mano hacia el borde superior del pantalón de su querido hermano menor. Sansy, sólo reaccionó de manera avergonzada, preguntó a Papyrus de la misma manera:— Pa-Papyrus... ¿qué... Es-Estás haciendo? — posó su mano sobre la del ya antes mencionado, tratando de retirarla del borde de su pantalón.

Papyrus ni se inmutó por la acción del menor, soltando una leve risa burlona. De todos modos, ignoró la pregunta de Sans para hacer una pequeña caricia en donde estaría la pelvis del menor, haciendo que éste se sonrojara y soltara un leve suspiro, con su respiración algo agitada.

Tomó los bordes del pantalón, bajándolo de una vez por todas para poder retirarlo algo desesperadamente. Subió nuevamente sus manos, ésta vez moviéndose en dirección al cuello de Sans. Retiró su bufanda/pañuelo rápidamente para hacer su lengua con magia y pasarla por los huesos del cuello del menor, haciendo que éste soltara un pequeño gemido inconscientemente. — ¡P-Papyrus! P-Para... — Musitó el menor, sin saber lo que se venía. Al recién nombrado por Sans, ignoró aquella petición. Sans le parecía totalmente tierno. Tenía ganas de hacerlo totalmente suyo en ése instante.
Y lo hubiera hecho, sin embargo, aquellas cuencas repletas de lágrimas a punto de desbordarse, se lo impidieron. No podía hacerle eso. No a él.

O aunque sea no sin su consentimiento.

Mask Of Smiles. [Underswap!Fontcest.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora