Destinada

01. Nuevo internado

Capítulo 1.

Nuevo internado.

Despegue la vista de mi teléfono celular, ya que el chofer de mis padres me ha avisado que llegamos al punto de destino, mi nuevo internado, yo he vivido toda mi vida en un internado, poco veía a mis padres en él año, y a ellos tampoco les importa realizar actos de presencia alguno, en mis cumpleaños a lo máximo mandaban a su secretaria a que me regalara algo, y en las fiestas como Navidad o Año Nuevo, me quedaba junto a las monjas de mi antiguo internado.

En mi antiguo internado, permanecía castigada todos los días, gracias a actos de rebeldía según las hermanas monjas, la verdad yo solo quería escapar de ese lugar, pero al parecer mis padres ofrecían una gran suma de dinero para que no me echarán de ese lugar, y cuando me informaron que nos íbamos a volver a mudar, salte de alegría, realmente me iba a volver loca si seguía viendo ese internado.

Sin más preámbulos me dirigí a abrir la puerta del auto, me despedí del chófer de una manera respetuosa, y espere a que sacase mi maleta de la cajuela, luego de haberlo hecho, me giré para contemplar el gran edificio que se encontraba frente a mi y...

Oh por Dios, esas tres palabras definían este internado, nunca en mis dieciséis años de vida he estado en un lugar tan grande, el antiguo internado de monjas, era demasiado pequeño comparado con este, y este es muchísimo más grande que el otro y eso que solo estoy en la entrada, todavía no entiendo por que a mis padres se les ocurrió mudarse a mitad de año, pero yo no tenía mucho que replicar, al fin de cuentas sigo siendo menor de edad.

Quizás así no les hacía más problemas, nunca he tenido mucho afecto a mis padres, ellos nunca me enseñaron lo que era un amor de padres, siempre la pasaban metidos en sus trabajos, y los veía pocas veces en el año.

Al ingresar a los silenciosos pasillos, del cual están desiertos por lo que imagino que todos los demás alumnos están en clases, sólo encontré pocas personas que rondaban por el pasillo, y de las pocas personas, todas me dirigían miradas curiosas, me acerco a una chica que está de espaldas, que se ve más razonable que todas las otras personas, que me provocan miedo por sus miradas, me acerco a ella y la observo guardando unos libros en su casillero y me aclaro la voz para preguntarle.

—Disculpa —dije poniéndole una mano en su hombro, para llamar su atención —¿Sabes donde queda la oficina del director?

—Hola, queda en el fondo del pasillo, si quieres te guío —dijo la chica de cabello marrón, con anteojos negros.

—Claro, si no te molesta, por cierto me llamo Nicole Clark —dije presentándome.

—Alise Thofman —dijo correspondiendo al saludo —y ¿qué te trae por aquí?, digo no es muy usual que llegue gente nueva a este internado.

—Oh bueno, por el trabajo de mis padres —dije encogiéndome de hombros restándole importancia.

—Entiendo, si quieres te puedes juntar con mis amigos cuando te termines de acomodar —dijo mientras me sonreía amablemente.

—Sería genial —dije entusiasmada, pero me di cuenta de que me escuche muy necesitada —, digo, así no tengo que comer sola en el almuerzo.

—Si, igual son simpáticos, no te preocupes, les caerás genial.

Me estuvo contando un poco sobre este internado, me dijo que la comida es asquerosa, y solo algunos estudiantes tienen el privilegio de comer Gourmet, que esos serían los del Consejo de estudiantes, y que este internado está dividido en dos, los de las clases nocturnas y diurnas.

Estaba siguiendo a Alise, pero se detuvo abruptamente, provocando que chocara con su espalda, y mi nariz saliera lastimada por aquel acto.

—Cuidado, avísame si te vas a detener así, menos mal que mi nariz no salió muy dañada ya que... —dije mientras me la frotaba, y me ponía a su lado, deje de hablar al darme cuenta que a unos metros de nosotras, habían más de veinte chicas gritando como locas, mientras que enfrente de ellas, había dos chicos apoyados en la gran puerta de madera que se encontraba al frente. —¿Qué es todo este alboroto?