05. Se todo sobre ti

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Capítulo 5


Se todo sobre ti


Estaba de camino a la habitación de Alise, la verdad no me acordaba, de el número de su habitación, es más, creo que nunca me lo ha dicho, pero tuve que recordar las veces que la acompañe a dejar sus libros a su casillero para saber cuál era su edificio, pero el número de su habitación, no lo logro recordar, creo que voy a tener que tocar todas las puertas de su edificio.

Su edificio no se encontraba tan lejos del mío solo estábamos a tres edificios de distancia.

He estado todo el camino, asegurándome de que no estén esos chicos, creo que Amalia me debe una gran explicación, y lo que verdaderamente también me dejo confusa, fue el acto de Damien, yo nunca lo vi en la biblioteca, creí que estaba vacía, y la verdadera pregunta que me formulo es el ¿Cómo sabía él que esos chicos se estaban acercando? Y además que yo estaba huyendo de ellos.

Creo que él también me debe una explicación, o bueno, no creo que volvamos a estar así de cerca en la vida.

Me siento ya más relajada debido ha que ya hay varias personas por los alrededores, conversando, paseando o jugando a la pelota.

Cuando estaba acercándome al edificio correspondiente. Pude escuchar que alguien me estaba llamando, y la voz se escuchaba desde las alturas, al levantar mi cabeza, me encontré a Alise dándome señas.

—¡Habitación cincuenta y dos! —gritó Alise desde la ventana de su habitación, agradecí que nadie haya pescado mucho sus gritos.

Al llegar a la habitación que me indicó Alise, esta se abrió inmediatamente, y de ella salió una preocupada Alise.

—¿Y Amalia?

—Esta tirada en mi cama, no sé qué le ha sucedido, llego a mi habitación hecha lagrimas, y lo único que me dijo fue, que tú tenías que regresar. ¿Qué fue lo que pasó?

—No se lo que sucedió, yo estaba saliendo de clases, y descubrí a Amalia con unos chicos, que querían abusar de ella —Alise abrió la boca sorprendidamente —. Y sospecho que llevan rato molestándola.

—No lo puedo creer, ojalá hubiera estado ahí, para poder darles su merecido esos imbeciles.

—Menos mal que llegue a tiempo y ellos no pudieron hacerle nada.

—Ven, vamos entra, quizás se va a tranquilizar más, si ve que regresaste sana y salva.

Alise abrió la puerta de su habitación, y lo primero que vi fue a Amalia llorando mientras tapaba su rostro, con lo que creo que es la almohada de Alise.

—Amalia —susurré apenas llegue a su lado.

Ella se dio vuelta inmediatamente con su rostro totalmente rojo e inundado de lágrimas, mientras secaba algunas de ellas con el dorso de su mano.

La acción que realizó unos segundos después, me dejo totalmente desconcertada. Me abrazó...

—Lo lamento tanto, te puse en riesgo a ti, debí a verme quedado contigo —sollozó en mis brazos.

—No te preocupes, ya pasó —la tranquilicé —. Pero ahora necesito que me expliques que sucedió allá con esos chicos, no es la primera vez que te han estado molestando, ¿Cierto?

La mirada que me dio Amalia, me hizo entender todo, esta no fue la primera vez que la han esto molestando, pero mi verdadera pregunta es, ¿Han abusado anteriormente de ella?

—Mira Amalia, necesitamos que nos cuentes para ayudarte —espetó Alise, acariciando su brazo, mientras Amalia tranquilizaba su respiración.

—Todo comenzó a principios de años...

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