Se acabó el día y me fui para casa con Óscar, al llegar vi aparcada en la puerta también la moto de Álvaro, me gustaba más la moto del idiota pero tampoco se lo diría. No tenía ganas ninguna de entrar y de aguantarle ahora.
Carlos: Tengo una pregunta importante
Clara: ¿Cuál?
Carlos: ¿Quién va a hacer la comida ahora?
Óscar: Podemos turnarnos o algo así
Carlos: Yo ni siquiera se cocinar
Álvaro: Debería cocinar ella, para algo es la mujer
Clara: Que te den por culo, juro que cuando haga yo de comer no pienso hacerte nada a ti –fue lo último que dije antes de irme de ahí a mi cuarto-
Óscar: Eres gilipollas te has pasado –y eso fue lo último que pude oír-
No podía darme más motivos para confirmar que era un completo idiota. No había cosa que me diese más coraje que un hombre machista que cree que la mujer por ser eso, mujer, ha de mantenerse en casa y cocinar y limpiar. Odiaba eso y al decir lo que ha dicho lo único que he pensado ha sido en lo bien que quedaría mi puño en su cara.
Me pasé el principio de la tarde escuchando música y leyendo hasta que Marta me habló y me dijo que estaba de camino. No había momento en el que tuviese menos ganas de hablar del idiota, ya que pensaba contarle el despertar que hemos tenido esta mañana y bueno, como era que estaban aquí y que se iban a quedar aquí. Le dije que no importaba que viniese Alex ya que al fin y al cabo, su mejor amigo estaba aquí, tendría alguien con quien entretenerse mientras que nosotras hablábamos a solas.
Oí de fondo el timbre y ya sabía lo que tocaba así que directamente me bajé de la cama y me tapé los oídos
Marta: ¡¿CÓMO?! –lo gritó tanto que lo pude escuchar desde mi cuarto, no me había dado ni tiempo a salir y ya se lo habían dicho, joder, que rápidos son-
Clara: Alex quédate abajo con el idiota mientras que hablo con Marta, en un rato bajamos –dije desde las escaleras mientras que Marta venia hacia mí con una cara de asombro total, normal que no se lo esperase y que no lo entendiese, me costaba aceptarlo a mí aún-
Marta: Empieza a explicar y a contarme, porque no entiendo cómo es que vivís juntos ahora los cuatro
Clara: Pues nuestros padres se fueron de viaje. ¿Te acuerdas de mis tíos Óscar y Paula? Pues resulta que son sus padres y no lo sabíamos ni ellos sabían que sus tíos eran mis padres. El caso es que nuestros padres se han ido de viaje hasta el 23, más de dos semanas y yo tengo que dormir con ellos, bueno ellos dos duermen en el cuarto de invitados pero dormimos en la misma casa
Marta: Pero ¿cómo es posible esto, ha cambiado así tu vida en 24 horas?
Clara: Sí, además hay más que contar, pero voy a cerrar la puerta por si acaso. Que tengo que hablarte sobre lo que me has dicho hoy en la cafetería de que en qué chico pensaba y quién tenía metido en la cabeza –hasta que no cerré la puerta no empecé a contarle nada de lo de ayer- A ver tía, ayer fui a casa de Óscar a empezar el trabajo de inglés, yo ni siquiera sabía que ellos dos eran hermanos y en casa de ellos tuvimos un pequeño encontronazo, por lo que se ve no se lleva muy bien con Óscar. Luego me pidió perdón antes de irme. Luego vinieron a mi casa nuestros padres nos explicaron todo
Marta: Para empezar que te haya pedido perdón demuestra mucho ya que él nunca pide perdón
Clara: Lo sé, me lo dijo la segunda vez que lo hizo. Es que anoche estando ya en casa cuando ellos estaban en el cuarto de invitados poniendo sus cosas, subí por si necesitaban algo y justo se estaban peleando y la pagó conmigo. Me dijo que era una niña chica y una inmadura por haberle dicho idiota. Pero luego bajé como siempre a ver la televisión y él estaba en la cocina y me volvió a pedir perdón
Marta: Que te pida perdón una vez es raro, pero que te lo pida dos veces es aún más
Clara: Lo sé, lo pensé cuando me dijo que no solía pedir perdón, supongo que es demasiado orgulloso, pero es que ahí no acaba la cosa
Marta: ¿Volvió a cagarla y te pidió perdón por tercera vez?
Clara: Peor aún, me habló y acabamos haciendo una apuesta
Marta: ¿Qué clase de apuesta? Tienes una manía con las apuestas.. Deberías de tener más cuidado con lo que apuestas, algún día tendrás un problema por eso
Clara: Lo sé, pero me dijo que no iba a encontrar que ver en la tele y yo le dije que sí. Fue él el que me dijo ¿Qué te apuestas? Y el apostó que dormiría en mi cuarto si ganaba y yo dormiría en el sofá, pero si yo ganaba se quedaría conmigo viéndolo hasta que nos durmiésemos
Marta: Que idiotez, tú siempre te quedas dormida en el sofá
Clara: Por eso acepté, el caso es que gané y cuando me empezaba a dormir intenté acomodarme sin que le molestase y me dijo que me echase en sus piernas
Marta: Esto empieza a ponerse interesante –dijo mientras que me miraba con una sonrisa como la del emoticono del Whatsapp, me puso mirada pervertida de "a saber lo que hicisteis"- A saber lo que hicisteis guarrona
Clara: Lo sabía –dije sin parar de reírme, la conocía tanto que sabía que diría eso. Bueno, sigo contándote. Empezó a tocarme el pelo mientras que yo estaba acostada sobre sus piernas y pues me quedé dormida
Marta: Te estaba tocando el pelo, era inevitable
Clara: Exacto, lo mejor ha sido al despertarme. No quería levantarme, daba mucho calor y estaba súper cómoda, no recordaba que me había quedado dormida en el sofá y puedo asegurarte que mucho menos me imaginaba que él se habría quedado durmiendo conmigo. Así que sin pensarlo me removí contra lo que me daba calor y de repente noté un bulto –al decir eso no podía estar pasando más vergüenza, hasta siendo mi mejor amiga me daba corte decir esto-
Marta empezó a reírse sin parar y gritaba tanto que hasta los chicos vinieron a mi cuarto a ver qué pasaba. Ahí sí que me daba vergüenza, la loca de mi mejor amiga no paraba de reírse por lo que le acababa de contar y ellos iban a preguntar, por favor que no pregunten por qué se ríe, por favor.
Óscar: ¿Qué le has contado que no para de reír? –mierda, lo sabía, joder que vergüenza-
Clara: Uh, nada –dije y quité la mirada de la persona a la que había estado mirando desde que entró. Seguía dándome mucha vergüenza mirarlo, era más tímida de lo que parecía a veces-
Álvaro: A saber lo que le ha dicho la niña chica
Clara: Pues nada que te importe a ti idiota –ahí si volví a mirarle, pero mi mirada era de rencor, llegaba a un punto en el que conseguía sacarme de quicio-
Alex: Está bien, está bien, nosotros vamos a volvernos abajo y os dejamos que sigáis hablando, no tardéis mucho chicas –y con esto gracias a Dios se fueron, me alteraba demasiado y eso no era nada bueno para mí-
Marta: Madre mía, tenemos alguien con quien tener cuidado eh
Clara: Ha hecho como si nada desde esta mañana y en el instituto nos hemos vuelto a pelear. Me dijo que era una niña chica inmadura que me quedaba mirando mi comida por no enfrentarme a las cosas y que parecía que me avergonzaba de él, porque él intentó decir que vivíamos juntos y yo quería esperar para contártelo todo.
Marta: Os peleáis por momentos, eso es malo para ti, sabes que te pillas fácilmente por chicos así y si lo tienes viviendo en tu casa..
Clara: Lo sé además he dormido súper bien con él y eso que me cuesta dormir con alguien, tú lo sabes
Marta: Te está empezando a gustar, te va a gustar, solo te digo que tengas cuidado
Clara: No me va a gustar, haré lo necesario para que eso no pase, me alejaré de él pero no puede pasar eso otra vez
Marta: Ten cuidado también con lo que haces, el también tiene sentimientos y recuerda que ya te pasó una vez que tu método no funcionó
Clara: Habrá que intentarlo
Marta: A ver qué pasa, vamos a bajar anda –y salimos de mi cuarto, pero mi cabeza seguía en la conversación que acabábamos de tener-
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Almas gemelas
Romance¿Has oído alguna vez la leyenda japonesa del hilo rojo? Ésta cuenta que hay un invisible hilo rojo que conecta a quienes por algún motivo, están destinados a encontrarse. Se dice, que este hilo puede enredarse o apretarse, pero que jamás se rompe, p...