Capítulo 1: Renuncio

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Por si no fuera poco el día de hoy no podría ir peor, me he despertado excesivamente tarde, no me ha dado tiempo a ducharme, mi pelo está hecho un auténtico asco y me he tenido que hacer un moño que realmente cada vez que veo detesto más, no me he maquillado ni si quiera para mantener las apariencias, mi coche no arrancaba y saliendo del taxi que he tenido que pedir a las 08:30 a.m con New York en pleno auge voy y me rompo el tacón, nada más y nada menos que ¡EL MALDITO TACÓN! Pero claro, eso no es lo peor, no sino que cuando he ido a levantar la cabeza un tipo de lo más gilipollas me ha tirado su café encima y tiene el descaro de hecharme la bronca por haber tirado su maldito café.

Aghh, y ahora deberé aguantar al viejo verde pervertido de mi espantoso jefe, menos mal que tengo ropa para cambiarme en mi oficina, de lo contrario también me llevaría una bronca por su parte por 3 cosas:

1.Por haber llegado tarde por segunda vez esta semana (menos mal que ya es viernes).

2.Por llegar sucia a mi puesto de trabajo.

Y 3.Por no avisar de que mis vacaciones empezarían el lunes de la semana que viene para que pueda organizarse.

Sí, lo sé él es quien debería llevarle las cuentas sus empleados, no deberíamos de ir nosotrosa explicarle todo lo que hacemos, pero bueno, el muy idiota no sabe llevar una empresa por muy pequeña que sea, ya os he dicho antes que es un viejo verde y miren que yo solo estoy trabajando allí en contabilidad.

Bueno, como creo que no me he presentado, os resumo un poco mi vida, así como un paréntesis:

Me llamo Peyton Moore, soy de aquí, de New York y estoy graduada en Administración de Empresas, Economía y Contabilidad (por ordenes de mi padre), también en Marketing y publicidad... Total, mi currículum universitario es bastante poblado y realmente no es por que haya sido una nerd o algo por el estilo, no, se debe al hecho de que siempre he sido de muy fácil aprendizaje, y mi padre como adoraba eso de mí, me hizo hacer cinco carreras, dos de las cuales son completamente diferentes, son artísticas, sí artísticas soy profesora de baile te puedo bailar desde bailes latinos a bailes contemporáneos, igual que te puedo decir perfectamente si un cuadro es verdadero o es una imitación, sí lo sé, demasiada facilidad para aprender pero, no ejerzo de ello.

Mis padres son los Señores Jackson y Samantha Moore, mi padre tiene 50 años y mi madre 45, mamá es del Sur de California y papá del Norte de Oregón, soy hija única, y ahora trabajo en la empresa de Wyatt Campbell (Campbell S.A) llevo allí aguantando a ese viejo verde 3 años y aún cada vez que salgo de su despacho noto como me manda miradas lascivas.

¡GUACALA! En el amor, dígamos que no he tenido ningún desengaño amoroso, he tenido 4 novios y los he mandado a la mierda por el hecho de que eran terriblemente aburridos, así que decidí apuntarme a una escuela de la que más adelante hablaremos. No soy ninguna santa, no, de eso nada, vamos que tengo de santa lo que mi prima Leah (una universitaria loca que cada fin de semana se coge a algún tío) tiene de virgen, aunque claro hay que guardar las apariencias delante de nuestros padres ya que son algo reservados (con decirte que los míos todavía van a misa los domingos, aunque creo que es porque pecan más de lo que quieren decir), pero ella es mi compañera de fiestas.

Reconozco que siempre he sido muy atrevida, pero también sé mantener la postura cuando realmente lo necesito, no me considero una belleza, de hecho creo que la confianza que tengo simplemente la aparento, soy callada, bastante reservada y para conocerme, una noche no te basta, aunque dice Leah que tengo dos personalidades, que de noche soy una Peyton completamente diferente a la de día, que de día parezco una auténtica mojigata con los trajes de chaqueta dos tallas más grandes de lo que debería pero, de todas maneras, perece que mis "curvas" no se disimulan.

Bueno, olvidando el pequeño paréntesis....

Son las 09:00 a.m cuando llego a la oficina, y para variar Scarlett, la secretaria del señor Campbell, está hablando por teléfono y casi puedo asegurar que con Nina, la jefa del departamento de Marketing y Publicidad de la empresa, sobre lo mucho que le han gustado los últimos vestidos que se ha comprado y lo caros que eran, cómo siempre.

-Buenos días Scarlett- saludo con educación.

-Buenos días señorita Moore, el señor Campbell me ha dicho que la quiere nada más llegar en su oficina y que entre sin tocar, que está solo- dice a modo de saludo y dándome una sonrisa y una mirada compasiva.

Definitivamente Wyatt está de mal humor, agh precisamente hoy debí llegar una hora tarde, que fastidio.

-De acuerdo, voy a ir a cambiarme mi camisa, que me han tirado un café encima, y mis zapatos, que se me ha partido un tacón cuando he bajado del taxi y voy- dije con una mueca de fastidio.

Después de entrar a mi oficina y cambiar mis Manolos rojos y rotos, por unos Dior Negros y de 8 centímetros y, mi camisa blanca de Chanel con la mancha de café, por otra azul cielo de Gucci, me pongo la chaqueta de traje y salgo de mi oficina directa a la del señor Campbell.

Entro sin tocar, cómo dijo Scarlett - Buenos días señor Campbell, disculpe el retraso, pero es que hoy he tenido unos cuantos problemas en el trayecto y...

No me deja acabar, por que el muy idiota se pone a gritarme.

-PEYTON LLEVAS TRABAJANDO TRES AÑOS CONMIGO, Y SIEMPRE POR ESTAS FECHAS ESTÁS LLEGANDO TARDE, TE OLVIDAS DE AVISARME CUANDO EMPIEZAN TUS VACACIONES Y ENCIMA DE TODO ESTO, HE VISTO POR LA CÁMARASQUE HAS LLEGADO A LA OFICINA HECHA UN ASCO, ¿¡SE PUEDE SABER QUÉ ES LO QUE TE PASA!? ¿¡QUÉ EJEMPLO DE EMPLEADOS QUIERES DAR A LOS CLIENTES DE MÍ EMPRESA!? - voy a contestar pero me vuelve a interrumpir, solo que esta vez se sienta a mi lado enfrente de su escritorio y silla ejecutiva- ¿Sabes qué Peyton? Podríamos arreglarlo de otras maneras, ¿qué te parece si te invito esta noche a unas copas en mi casa y...

No lo dejé acabar, ¿pero qué coño se piensa este viejo que es? La mejor reacción que he tenido en la vida y de la más agusto me he quedado. Le viré la cara de un bello y precioso puñetazo.

-¿Sabes qué imbécil? ¡RENUNCIO! ¡ESTOY ARTA DE TUS GROSERÍAS, DE TUS MIRADAS LASCIVAS, DE QUE ME HAGAS QUEDAR HASTA TARDE ACABANDO TRABAJOS QUE LE CORRESPONDEN A OTROS Y DE QUE TE ME INSINUES! ¿QUÉ NO TE DAS CUENTA DE QUE PERFECTAMENTE PODRÍA SER TU HIJA MALDITO VIEJO VERDE? - Le viré la cara de nuevo y empecé a caminar hacia la salida con la cabeza en alto y arreglándome la chaqueta del traje de nuevo, antes de salir giré un poco la cabeza hacia él y le dije - Ya vendré a entregarle la carta de renuncia señor Campbell, y esperaré mi finiquito cuando se la entregue, hasta entonces, me voy a tomar desde hoy mis dos semanas de vacaciones, que tenga usted un buen día.

Me giré y me fui por donde vine.

Miss Moore.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora