¿Qué pasa cuando empiezas a entender que te haces mayor y no has cumplido ni la mitad de tus metas personales? Como por ejemplo, tener un perfecto novio a los 20, casarte a los 23 o, tener al menos un hijo a los 25... Lo reconozco, me volví una amar...
Me tengo que dar prisa para poder agarrar un taxi que me lleve a un Starbucks y de ahí agarrar otro que me lleve a la empresa del señor Carter. Salí de casa a las 09a.m, vestida sencilla para la entrevista:
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Llegué al Starbucks a las 09:20a.m, entré y esperé 10 minutos a la cola, cuando por fin pude pasar pedí un Caramel Macchiato y un Cheesecake de dulce de leche, pagué, agarré mi bandeja y cuando me giré para ir a sentarme a una mesa, un idiota me derramó mi preciado café en su camisa...
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-¿Por casualidad podrías mirar por dónde coño caminas imbécil? -chillé, bastante cabreada y levanté la vista para mirarlo. El tipo no era nada nada feo, de hecho tenía un cuerpo muy bien esculpido y llevaba un traje ejecutivo azul marino con una camisa blanca, ahora manchada de café y corbata azul oscuro, estaba realmente ardiente el cabrón:
- 10, nada más y nada menos que 10 minutos esperando mi preciado café para que vengas tú, a botartelo encima te pa... - Me callé en el momento que me di cuenta que ni siquiera me estaba mirando a la cara - ¡Pero serás imbécil! ¡Mi cara está un poco más arriba idiota!
Él levantó la cabeza respondiendo con arrogancia: -¿Te crees que te estaba mirando los senos? Me gustan más grandes muñeca, eso para mí es pequeño y poco- rió guiñandome el ojo. - ¿Sabes qué? Paso de fastidiarme por un mujeriego - dije dándome la vuelta para salir del local, pero él me frenó con lo siguiente que dijo... - Oh, ¿la muñeca se ha quedado sin palabras? - podía sentir como se me subían los colores de la ira que me entró en ese momento. Me viré de nuevo agarré el vaso de frapuccino que tenía un chico a mi derecha y le tiré el líquido por la cabeza. - Sin palabras tal vez, pero sin acciones no. - Suspiré - De todas maneras las palabras se las lleva el viento y, el café...- me encogí de hombros, al tiempo que realizaba una línea fina con mis labios y cerraba los ojos. La gente se comenzó a reír por lo bajo, yo solo me dí la vuelta y salí de la cafetería del demonio.
Entre toda la tontería de ese idiota, me llevó 15 minutos más, con lo cual, cuando llegué a la empresa faltaban 15 minutos para que me atendieran. El edificio era un rascacielos muy alto, todo en cristalera:
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Entré al edificio y nada más entrar estaban las recepcionistas, me acerqué a presentarme:
- Buenos días mi nombre es Alayna, ¿en qué puedo ayudarla? - preguntó ella con una sonrisa comercial y cordial. -Buenos días estoy buscando a la Señora Carter , directora de Recursos Humanos, para la entrevista cómo secretaria del Director general.- Sonreí brevemente y seguí hablando - Mi nombre es Peyton, Peyton Moore. - Oh señorita Moore acompañeme la Señora Carter ya la puede recibir.- Me regaló otra de sus espectaculares sonrisas y me guió hasta el despacho de la Señora Carter.