<Tened cuidado conmigo las noches de luna llena>Hombres-lobo, también conocidos como licántropos... seres medio humanos, medio lobos, que se encuentran bajo la influencia de las diferentes fases lunares (como nosotros en cierto modo también).
Todo el mundo sabe que los lobos se agrupan en manadas, que cazan en grupo, y que precisamente en el número y compenetración de la manada es donde reside el verdadero poder y el peligro de los mismos. También es importante saber que en toda manada hay un alpha (o líder de la manada), betas (o lobos comunes), y que un omega es un lobo solitario y sin manada. Cuanto más grande y más compenetrada está la manada, más fuerte es el alpha y sus betas... y el pobre solitario omega se las apaña como puede.
Pues bien, a las personas se nos puede aplicar más o menos la misma formula. No creo que haga falta que redacte y suba un manual de instrucciones.
La cosa es que yo siempre he presentado cualidades de alpha (quien me conozca de verdad sabe de lo que hablo). No de alpha tirano y dictatorial, pero si aires de liderazgo, carácter, y sutil dominancia. Pero hace un tiempo que no me veo parte de una manada, así que técnicamente soy un omega.
Aun así, no me siento débil, solo ni desamparado... simplemente vivo sin ataduras, sin obligaciones, y con la libertad de correr tras sombras, sonidos y olores a mi antojo, y aullarle a la luna cuando y como yo quiera.
Quizá hay una manada esperándome, o buscándome... un lugar para mí. O puede que ya la tuviera y simplemente me haya descolgado un poco de ella. Ya veremos adonde me lleva el rastro que siga.
De momento no me importa seguir siendo un omega con maneras de alpha... un hombre-lobo samurai.