-¿A dónde fuiste ayer? -preguntó Sophie mientras le pasaba el dinero al cajero del cine.
-Fui... a dar un paseo. -Frunció los labios en una mueca- con Sam -agregué.
Abrió los ojos como platos.
-¿¡Sam!? ¿¡Sam Sawyers!? ¿¡El chico del salmón!?
Reí. Hace tanto que no escuchaba ese apodo.
Cuando íbamos en octavo año debíamos llevar un jabón para trabajar en artes plásticas, pero por estar hablando con sus amigos escucho "salmón", por lo que ese día llegó con un salmón recién pescado del agua. Fue la burla de todos durante bastante tiempo, pero ya nadie le llamaba así.
-Sí, el mismo.
-In-cre-í-ble -dijo separando cada sílaba-. ¿¡Cómo fue!? ¿¡Que hicieron!? ¿A dónde fueron? ¡oh! Espera, ¿te besó?
-Perfecto. Solo hablar. A un lugar mágico y no, no me besó.
Pareció decepcionada.
-Pero es un comienzo.
Reímos juntas.
Eché una mirada al cine. Había poca gente.
Detrás de nosotras había un grupo de chicos. Tres, para ser exactos, dos hombres y una chica. El más bajito de los tres, tenía cara de bebé, el cabello castaño y corto, pero lo que de verdad me sorprendió fue que no dejaba de mirar a Sophie.
-Oye -le dije-, el chico de atrás no ha dejado de mirarte.
-¿En serio? -Se dio la vuelta y movió la cabeza haciendo que buscaba a alguien- Es guapo -dijo cuando se volteó.
-Si te gustan de ese tipo -me encogí de hombros.
-Oye mira, creo que son de Brown.
-Ah, ¿sí? -dije por cortesía, me traía sin cuidado.
-Sí. Vamos a preguntarles.
-¿¡Que!? ¡No!
Me agarró del brazo y me arrastró hacia a ellos.
Golpeó el hombro del chico que estaba de espalda a nosotras.
-Hola -saludó ella.
-Hola -respondió el extrañado.
Era alto, guapo, con el cabello desaliñado, negro y unos hermosos ojos azules.
-¿Ustedes son de Brown, cierto?
-Sí -contestó la chica. Era delgada, menuda y cuando reía se le formaban hoyuelos en las mejillas-. ¿Ustedes también?
-Entraremos este año.
-Parecen bastante seguras -dijo el de los ojos azules.
-¡Claro! -Sophie pareció ofendida-. ¡Somos un crack!
-Pues les deseo suerte -dijo la chica-. Soy Lauren. Este es mi hermano, Simon -señaló al chico que aún no dejaba de mirar a Sophie-. Y él es Drew -señaló al otro.
-Me llamo Sophie. Y ella es Melissa.
Saludé con la mano a todos.
-¿Que película vienen a ver? -la voz de Simon era ronca, cosa que no encajaba con su infantil rostro.
-El llanero solitario -esta vez hablé yo.
-¿En serio? Nosotros igual -dijo Lauren-. Entremos juntos.
Miré a Sophie esperando a que ella hablara. Se encogió de hombros restándole importancia.
-Suena bien.
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La Promesa
Teen FictionMelissa y Sam, dos jóvenes, dos historias, ambos con un pasado difícil, juntos encontrarán la manera de sobrellevar sus problemas con la ayuda del otro. Hasta que algo terrible acabe con todas sus aspiraciones. Y una promesa que pese a todo perman...