-¡ESTAMOS GRADUADAS BITCHES!
Sophie y Ally dieron vueltas al rededor del patio mientras gritaban cosas como: "¡Al fin libres!" o "¡Te paseo colegio de mierda!". Jessica reía a mi lado mientras negaba con la cabeza.
Acabábamos de bajar del escenario donde nos habían entregado nuestro diplomas y reconocimientos. Yo no tenía ninguno. No era exactamente la alumna del año.
Traté de reírme también pero era imposible. No dejaba de pensar en Luke. Él debería estar aquí, no yo.
-No pienses eso -dijo una voz.
Maldición.
Jessica siempre notaba mis cambios de humor.
-No lo hago, Jess -mentí.
-Eso espero -regañó-. Ven vamos, todos están adentro.
Caminamos hacia el comedor donde estaban las familias compartiendo con los recién graduados, hablando de sus futuros y universidades. Ryan y Jason estaban ahí, sin esforzarse en sociabilizar. En mi padre esa actitud era normal, pero en Jason, mi hermano, era extraña, a él nunca le faltaba alguien con quién estar. Pensé en Luke otra vez. Él mas que nadie había esperado este día durante todo el año. Habíamos prometido ir a la misma universidad o por lo menos una que nos quedaran cerca para no perder contacto, y ahora debido a mí, él no podría, todo por mi estúpida "gran" idea.
*****
10 de Febrero. Hace cuatro meses.
-Entonces... ¿lo harás? -pregunté.
Estábamos sentados en una cuneta a la orilla de la calle fuera de la heladería. Solíamos pasarnos allí después de que él trabajara en el taller. Ese invierno era uno de los más calurosos en el estado de California. Luke había conseguido trabajo en el taller de Billy donde yo iba a ayudarlo de vez en cuando.
-No sé, ¿no crees que es algo... peligroso?
Sí, era peligroso. Joder que si lo era, y esa era justamente la idea.
-¡Oh vamos! no me dirás que Luke Stanley tiene miedo ¿o sí?
En su rostro lleno de grasa mecánica se formó una mueca.
-Claro que no -respondió con disgusto.
-¿Entonces?
Suspiró estrenduosamente y murmuró algo que no pude adivinar. Después de unos segundos me miró con sus enormes ojos azules.
-Bien, lo haré.
Ups. Gran error.
*****
20 de Julio. Presente.
Examiné la sala con la estúpida esperanza de ver a Luke. No sé que me esperaba precisamente. ¿Verlo por ahí charlando con sus amigos en vez de estar postrado en una cama por tiempo indefinido?Vale, era algo que me hubiera gustado imaginar.
En lugar de eso me encontré con unos ojos cafés abiertos de par en par observándome. Bajé la cabeza como un acto reflejo ya practicado y sentí el calor en mis mejillas.
Odiaba cuando pasaba. Al menos una vez al día caíamos en eso. O yo lo miraba o él a mí. Era muy raro.
Recordé el día que fue a verme al hospital junto a todo mi curso después del accidente. Él se había quedado atrás lo suficiente para poder decirme...
-¿Y tu Liss? -nada- ¿Liss? -silencio, las voces sonaban huecas en mi sistema- ¡MELISSA!
El grito me sacó de mis pensamientos justo para reaccionar ante el llamado.
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La Promesa
Teen FictionMelissa y Sam, dos jóvenes, dos historias, ambos con un pasado difícil, juntos encontrarán la manera de sobrellevar sus problemas con la ayuda del otro. Hasta que algo terrible acabe con todas sus aspiraciones. Y una promesa que pese a todo perman...