Capítulo VIII

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Entre mensajes, besos, y risas fue pasando el mes de julio, ya sería su segundo aniversario. Constantemente él la visitaba a casa, casi que todos los sábados de 1 a 7:30 de la noche. Eran muy felices juntos, se veían bastante felices estando uno al lado del otro, se notaba en la forma en que él tomaba su mano y la miraba a los ojos, en la forma en que ella lo abrazaba por detrás y cerraba sus ojitos.

Un día, ella se fue de viaje. Merecidamente su madre decidió que era tiempo de darse un respiro de la rutina y fueron a la playa, él, se quedó en su ciudad. Le prometio escribirle siempre. En cualquier circunstancia o motivo, si estaba bien o estaba mal. Por todo un fin de semana, ya que, la otra semana sería su aniversario.

Y así fué: Paso viernes, sábado, y el domingo él decidió ir a la iglesia. Siempre pensó que más allá de una relación sentimental era bueno también tener una relación espiritual con el Dios que le dio la vida; según su religión. Al salir de la iglesia, de la nada, recibió una notificación, un mensaje de ella muy emocionada. Diciéndole: "no pensaba que fueran tantos mensajes, te amo muchísimo" Lo que quería decir, ya había llegado de su viaje.

Recuerdo haber leído cosas como:
-Acabo de terminar de limpiar mi habitación, te extraño mucho y deseo que estés aquí-
-Iré a dormir, espero te encuentres bien y disfrutes mucho por allá, See you again-
Escribió aproximadamente 23 mensajes, en 3 días. Ella, no podía leerlos, ya que su teléfono no tenía línea telefónica y solo podía escribir vía Wi-Fi

Recuerdo que cuando la vió, ella tenía los cachetes coloraditos, y siempre usaba crema para los labios ya que se le resecaban mucho. Ella, al verlo lo abrazó, y le dijo que lo extrañaba mucho

"Pienso que la mejor sensación del mundo, es cuando por fin ves a alguien después de mucho tiempo, que la piensas, la imaginas sonriendo siendo feliz y finalmente aparece; y es mucho mejor cuando ella siente lo mismo"

Su segundo aniversario lo pasaron en su casa, él la había ayudado a hacer panquecas, ya que eran las favoritas de la chica, igual que la chicha (una mezcla de leche y otro componente que la espesa) siempre en el colegio, ella la bebía y el adoraba hacerla feliz, recuerdo que una vez compraron una torta ellos juntos, él la acompaño desde su colegio hasta el lugar donde la vendían. El adoraba verla feliz.

Al ponerle mantequilla al sartén caliente, una chispa del sartén explotó. Él, al ver la situación, la aparto de la cocina y la arriconó hacia un mesón de la cocina. Evitando que se quemase; estando sus padres ahí, ambos se sintieron afortunados de que él la fuera protegido y la cuidase.

Una noche, después de su aniversario el decidió escribirle a la mamá de la chica, para confesarle lo que sentía por ella y hacer su relación un poco más oficial. Lo cual, la mamá tomó de forma suave y sencilla, le explico que en la vida todo tiene sus pro y sus contra, y que no se vería bien ella presentándolo a él como "El novio de su hija", a lo cual él entendió perfectamente, y accedió ser su amigo y esperar unos años más para que ella lo aprobara.

Antes de dormir, siempre rezaban y decían:

"Por favor luna, tu que la/lo ves todas las noches, cuídalo/la por mí".

Cierra la puerta al salirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora