Cierra la puerta al salir

Capitulo XI

¿Cómo ha podido ser? Ese día la tierra se separó de las flores, el sol no brilló como suele hacerlo y llovió; cayó una tormenta donde el agua corría por las veredas y hasta el anochecer, no cesó la lluvia.

Más, ¿quien era esta segunda chica de la cual él se había enamorado?

Recuerdo qué, ella era la pareja de un muchacho el cual estudiaba en el mismo colegio que él. Obviamente, ambos en grados diferentes, era un grado menor que él. En sí, ella le escribía contándole de lo triste y monótona que se sentía estando con ese muchacho, sus desventuras con él, y las habituales y simples visitas del mismo a su colegio para verla.

Quizá, había notado la forma en que él miraba a su chica, la forma en que la quería, la forma en que la trataba y todos aquellos grandes detalles que de su parte le entregaba a ella. Desde collares, hasta pancartas de aniversario llevó a su colegio, y la chica, al sentirse impotente decidió convencerlo para que la tratáse igual
(Es solo una hipótesis)

Volviendo a quién es; podríamos decir que tuvieron un encuentro formal el día que la mejor amiga de su novia, organizó una reunión donde verían una película que recién se estrenaba en ese entonces (2014-2015), bien, ninguna de las parejas de ambos asistió. Se propusieron ver la película juntos. Él acostado sobre las piernas de la chica, ella acariciando su cabello y tomando su mano, ambos deseando que fuese su pareja, más, manifestaban su amor hacia otro, deseaban a su pareja y se toman en cuenta ellos mismos. Habían varias personas más. Más, ellos dejaron la sala y fueron a un cuarto ya que se sentían innecesarios viendo esa escena entre ambos. Y fué perfecto en ese entonces, ambos ciegos a sus parejas, deseando a desconocidos.

Retomando la actualidad, él volvió a tomar contacto con esa chica cuando estaba en una relación con su actual pareja.

Siempre ella le recordaba las cosas que hicieron, la forma en que se miraban, y las veces que se besaban. La manera en que ella estaba sobre sus piernas chupándole el cuello, y mordiéndolo seguidamente. Consecutivamente de acabar en un clímax pintado por un beso, o mejor dicho, la llamada del padre del chico, avisándole que iría por él.

Llega un momento en nuestras vidas en las que nos sentimos importantes, en donde creemos que estamos tan arriba que ni Dios mismo podría bajarnos del cielo en que hemos pintado, y al juntar todos esos factores de superioridad en un marginado, obtenemos a un presumido. En este caso, Él.

Había engañado a su gran amor, sin saberlo siquiera. Con el simple hecho de responder sus mensajes lo hacia. Más, buscaba lo que no se le había perdido y pecó juntó a ella, innecesariamente.

Ahogado en sentimiento; culpa, rabia e impotencia juntas. Decidió pasar un par días para escribirle, disculpándose con su chica, y seguidamente, rogando otra oportunidad.