Capítulo V

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-¿Recuerdas el día que nos conocimos?
-Cómo olvidar ese día Alan, hasta la pregunta es tonta.
-Alein, no es para que me digas tonto.
-No te estoy diciendo tonto a ti, se lo digo a la pregunta.
-Está bien, pero a la próxima te muerdo.
-¿Seguro que eres humano?
-Estoy cien por ciento seguro que lo soy ¿Por qué lo preguntas?
-Es que te gusta morder, eres más como un perrito o un lycan.
-Prefiero lycan a perrito, creo que parezco más un licántropo, solo observa mi esplendoroso físico.
-Está bien. Respondió Alein mientras carcajeaba.

Sentados a la orilla del lago observaban el cielo tapizado de estrellas, cada una era hermosa a su manera, unas brillaban más, otras se miraban más grandes, todas hacían una composición en el cielo junto a la luna dando un hermoso placer para quienes la observan.
El reflejo del cielo en el lago era algo majestuoso, siempre cuando tenían alguna cita iban a ese lugar antes de terminarla, les recordaba la primera vez que habían salido juntos, y también porque era el lugar favorito de ambo; nunca se aburrirían de ese hermoso paisaje que está frente a sus ojos.

Pero esa noche era diferente, era especial cumplían un año de estar juntos, y sentían como si el tiempo se hubiese ido volando, dejando bellos e inolvidables recuerdos que cada vez que podían los recordaban, además esa noche viajarían a la ciudad, visitarían a los padres de Alan, esa sería la primera vez que lo harían, estaban un poco nerviosos y por eso antes de partir quisiera ir a su lugar favorito, para olvidar los nervios.

Estaban sentados y pudieron observar que habían cuatro personas más sentadas a la orilla del lago.
-No hay nadie que no admire este paisaje.
-Si la primera vez que vine a este lugar, me sorprendió totalmente, pero más que el paisaje, lo que me sorprendió fue poder conocerte en esa fiesta.
-Nunca te he preguntado porque estabas aquí ese día ¿Tienes familia aquí?
-No Alein de tener familia aquí ya te hubiera mencionado, ese día estaba viajando sin rumbo, pero al pasar por este lugar me detuve y como vi que había una fiesta en el pueblo me sentí invitado y asistí.
-Entonces te colaste a la fiesta, ¿Por qué no me sorprende?
-Quizás porque estas feliz de que lo haya hecho.
-Sino lo hubieras hecho estaría más feliz disfrutando una vida de soltera. Alein se reía al ver la expresión de Alan.
-¿Cómo puedes decir eso?
-Solamente estoy bromeando no te lo tomes tan a pecho.

Ambos sonreían y disfrutaban ese momento, el pasar tiempo juntos les hacía feliz, aunque no todo es perfecto, siempre hay recuerdos tristes y dolorosos, pero no les daba importancia en esa noche, nada más era importante, esa noche lo único que importaba era estar juntos.

Comían un helado cada uno mientras un silencio profundo lleno las calles, las luces de los faros comenzaron a alumbrar lúgubremente las calles empedradas, la arquitectura del pueblo era antigua como si aún vivieran en la época feudal, sólo hacía falta que hubiera un castillo para pensar que regresas al pasado.

-¿Qué te parece si nos vamos ya?
-Vamos ya estoy lista.
-Todo saldrá bien no te preocupes.

Se pararon y observaron unos segundos el paisaje, la luna, las estrellas como si se estuvieran despidiendo de ellas.

-Antes de irnos tengo que ir a la casa a despedirme de mi papá.
-Vamos, no hay problema yo también quiero despedirme de él.

Caminaron la misma ruta de aquella vez después de la fiesta, mientras caminaban tomados de la mano, Alein pensaba en que iría a pasar con ellos en el futuro, aunque solamente tenían un años de estar juntos, para ella era el tiempo suficiente para saber que quería estar siempre con Alan.

-Se me había olvidado contarte, hoy que fui a la tienda conocí a un chico con un nombre similar al mio.
-Mi nombre también es similar al tuyo, ¿Porque te sorprendes tanto? Le respondió Alan.
-Porque no son tan parecidos.

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