El empezó por su abrigo, se recostó sobre mi pecho y llegó a besarme, yo lo rodee con mis brazos como si de algo necesario se tratase, sentir su calor nuevamente, fue algo doloroso, pero aún así lo abracé, con tanta fuerza, el como si lo necesitará desesperadamente, el empezó a intentar quitarme la ropa, y yo, no me negué, no se que fue lo que me pasó...
Es más yo le ayude y así terminamos totalmente desnudos, me sorprendí mucho cuando él empezó a prepararse sólo, yo, lo miraba algo aturdido, con ambas manos en su cintura, no pasó mucho, cuando sentí que tomó mi miembro y lo posicionó en su entrada, si bien era cierto, él aún no estaba listo - Estás seguro de esto?, necesitas una mejor preparación...
Pero él, sin darme respuesta alguna, bajo sus caderas y terminó por penetrarse conmigo, yo gruñir y el suspiro fuertemente, era más que obvio, ya que, de seguro se hizo doler, Leonardo... no estabas listo... - / - pero realmente quería estar contigo, te extrañe dentro de mí - dijo gimoteando - nunca me dejes, por favor... - yo lo acerqué, jalandolo del cuello para poder besarlo, el correspondió a mi beso y a consecuencia de esto empezó a moverse, realmente extrañaba esta sensación, se sentía bien tenerlo así, lo alejé un poco de mí - entonces no importa si es mediante una promesa nunca dejaré de amarte - susurré tenuemente - pero... por favor... déjala - / - ayúdame... - yo asentí, fue tan rara esa primera vez, después de tanto tiempo, había pasado mucho, el siguió moviéndose, pero yo quería más de él, en un movimiento algo brusco, logré cambiarnos de lugar y recostandolo, empecé a penetrarlo lenta y profundamente - perdóname... por favor... - susurros murmullos, gimoteo, y suspiros - siempre ... - susurre.
Después de varios minutos y algunos movimientos más, terminé dentro de Leonardo que lo escuche, suspirar salí de el y empecé a masturbarlo para estar a la par - regresamos a casa?? - pregunto, casi rogando, me lo pensé un rato, dude un poco y finalmente acepte, quería estar con él, quería estar a su lado, poder sentirlo cerca mío, nuevamente, mientras seguía con los movimientos de mi mano, Leonardo, que estaba con las piernas al aire, empiezo a dar cortos espasmos de que ya terminaría, me acerqué a él para poder besarlo, el inmediatamente correspondió y en lo que nos besábamos pude sentír húmeda mi mano y Leonardo ocultó la mirada escondiendo su rostro en mi cuello, yo roce nuestras mejillas, acariciándolo lentamente, estába feliz de volver a cómo estábamos antes.
Pasados unos minutos, nos vestimos, me limpié y el condujo de regreso a casa, en el trayecto, ninguno de los dos dijo nada, pero al llegar bajamos y el instantáneamente me tomó de la mano, agachando la mirada, recorrimos el patio entramos a la casa, pasamos por toda la sala, subimos hasta nuestra habitación, el tan sólo se quitó los zapatos y se tumbó en la cama, jalándome de la mano, logrando así, hacerme recostar en esta misma, el acomodándose a mi lado me dijo - Te quiero... - lo dijo casi en un susurro, el apretó aún más mi mano, después de un rato mirándonos terminamos por dormirnos, sentir aquellos besos, agridulces, que me traían tantos recuerdos, que me traían tanto cariño, tanto dolor, haberlo tenido tanto tiempo lejos, quizá lo cambió, pero ahora que regresó.
Espero que volvamos a ser la familia que éramos, el aceptó mi ayuda; no dejaría que una persona como aquella chica nos alejaste ahora, quizá cuando despertemos podremos decirle a los pequeños, que por fin Leonardo, regreso con nosotros, para quedarse y nunca más alejarse, porque, es que a pesar de tanto tiempo después de haberse alejado tanto, la distancia, el miedo a perderlo para siempre.
Si bien era cierto, en algún momento de su viaje,... en algún momento de su ausencia, pensé dejar todo, pero prometimos esperar, prometimos estar el uno para el otro, el prometió regresar y yo prometí esperarlo con los brazos abiertos, quiero tenerlo a mi lado, y quizá suene algo egoísta, pedir que sea sólo mío, pedir que después de tanto tiempo se aleje de todo aquello que conoció, sé que aún me quiere y es igual conmigo.
Yo también lo quiero...
Al día siguiente al sentir la luz del sol sobre mi rostro. Al despertar... él... ya no estaba, acaso se había arrepentido de lo que dijo ayer?? aún tenía esperanzas... me levanté de la cama con un dolor de espalda. .. porque me dolía todo??? cuando me desperté salí de mi habitación y escuche las risas de mis hermanos, junto un reproche por parte de.... creí haber escuchado también un golpe, realmente me preocupo corrí por el pasadizo y baje hacia la sala y cuando ya estaba a media bajada, pude ver - maldito mocoso!! cómo te atreves?! - ella levantó la mano pretendiendo dar un golpe, jamás le levante, la mano a mis hermanos, ni una sola vez - no te atrevas!!! - grité, a lo que ella dio un salto del susto, terminé de bajar y me acerqué amenazante, ella con temor empezó a retroceder, algo desesperada - Aléjate de mis hermanos...- dije intimidandola - y tú aléjate de ella!!! - escuché, aquella voz, que para mí sono tan dulce una noche antes, pero que ahora sonaba alterada o quizá enojada, no tuve de otra que alejarme lentamente, aunque sin quitarle la mirada a aquella pequeña zorra, que atacaba a mis pequeños - que se aleje de mis hermanos... y quizá no le haga nada - quizá sono como amenaza...
Pero lo que más quería es que él me defendíese a mí y no a ella, que nos defendiese a nosotros, sus hermanos, Leonardo, intentando fulminarme con la mirada, pero bien sabía que no lo conseguiría, sus aires no eran tan fuertes como los míos, terminó por alejar la mirada hacia la de ella y le acarició la mejilla, no quería ver aquella escena - vamos a desayunar?? - pregunté a mis menores que se encontraban felices por mí pronta reacción, michelangelo, me tomó de la mano y entramos a la cocina, dejando aquellos dos, que realmente me causaban náuseas, ya dentro empecé a preparar hot dogs con algo de arroz, para mis menores, Donatello simplemente hizo un poco de jugo de naranja y lo tomó junto a algunas tostadas, mientras comíamos el desayuno,.... poco a poco, mi mente empezaba a tornarse aún más compleja, mi cabeza daba vueltas, totalmente destrozada, me sentía mal y aunque no debería demostrarlo, para no hacer sentir mal a mis hermanos, mi alma ardía, como aquella vez que se fue, como aquella vez que lo vi alejarse de mí, pero ahora, era lo contrario quería alejarlo!!, quería que él se fue y no volviese, no valía la pena....
Mientras yo seguía hundiendome más y más en mis pensamientos, de la nada escuché un golpe, que era la puerta de vaivén de la cocina.
Esto, instantáneamente me sacó de mis pensamientos, sólo me quedé en silencio, mientras mis pequeños seguían conversando, pero repentinamente se callaron y yo sentí como una mano se posaba en mi hombro - podemos hablar?? - pregunto, serio, como cuando lo volví a ver.
Acaso no ves que estoy comiendo??! - respondí sin mas, el entonces me tomo del brazo doblandolo y me jaló haciéndome parar de mi asiento - qué mierda te pasa?! - grité, alterado,intentando soltarme, pero, me giró el antebrazo por detrás de la espalda, llevándome a la fuerza, fuera de la cocina, yo intentaba zafarme, pero era más que difícil y quien pensaría que él me haría eso? - suéltame!! - grité, pero aún así no me soltó, empecé a forcejear - Leonardo... - mis pequeños nos siguieron hasta la sala, intentando hacer algo, preocupados - sólo hablaremos... - dijo, para que ellos no se preocuparán, forzageando, terminamos en mi habitación, él me empujó a la cama me soltó y aseguró la puerta - qué mierd...! - no me alejé, sólo deje que él me besara y me hizo recostar.
Qué era lo que realmente le pasaba?? - suéltame!! - me abrazó, mientras seguía besándome, no podía aceptar que me trataste como a un juguete... pero tampoco lo quería alejar - por favor... - suspiró con fuerza, yo lo sujete de la cintura, hasta pegarlo completamente a mí, él se montó sobre mí y se bajó un poco el pantalón junto a sus boxers y me mostró su miembro, instantáneamente hizo lo mismo conmigo, se acercó cerca a mí y empezó a masturbarnos a ambos, yo me quedé boquiabierto, dejando escapar suspiros, como también gruñidos, al igual que él - te quiero, te amo!, quiéreme por favor... - dijo algo agitado y desesperado a la vez - yo te quiero... pero no sé, qué es lo que te pasa a ti... No sé a lo que juegas... - / - Perdóname, yo si te amo y te he amado, por todos estos años - dijo casi sollozando, yo lo acerqué para besarlo.
Pero él empezó a mover más rápido sus manos, a tal acción yo eché la cabeza hacia atrás y me empezó a acariciar el estómago, por debajo de la polera, subiendo su mano hasta llegar a mi pecho.
Yo lo mire claramente nervioso y el me dijo - quiero estar dentro tuyo...
Ojala les guste,el segundo cap, comenten porfa, eso sería muy bueno, voten, comenten y ya regresaré con otro capitulo más.