*Narradora*
Era algo que de momento no querían recordar pero, simplemente pensar en aquello, era suficiente para dejarles un buen sabor en la boca.
—Oye... — murmuro el menor, cerca al oído del Leonardo, para después abrazarlo por detrás — terminemos rápido, si? Quiero que...— simplemente no termino su oración,cuando sintió los labios de su mayor junto a los de el.
— Si realmente quieres...— dijo alejándose de el — apresurate y ven a nuestra habitación — dijo para después desaparecer en el pasillo.
Raphael se quedó parado,súper ruborizado y con mucha, pero mucha vergüenza.
Miro nuevamente por donde su hermano se fue, miro las telas blancas que tenia en las manos y las lanzo a algún lugar de la cabaña, aseguró las puertas y corrió a la que en algún momento fue su habitación.
Desde que tenia recuerdo, siempre había compartido habitación con Leonardo y también había empezado a sentir "cosas" como el le decía en aquel entonces, por su mayor.
Leo? — preguntó al aire a lo que su hermano no respondío, entonces entro a su habitación y lo encontró recostado boca abajo, sobre su cama con la luz del sol, dandole en toda la espalda, Raphael se acerco a el, sentándose a su lado empezó a contemplar, aquella figura, que tanto anhelo durante años.
Preso de sus impulsos y muy poco control, se agacho hasta llegar a su cuello y beso lentamente, para después dejar una pequeña marca en esté mismo.
A lo que Leonardo empezó a removerse y darse la vuelta,para mirar a su precioso hermano.
Estiro las manos y tomo de ambas mejillas a su menor el cual estando tan cerca, lo jalo lentamente hasta llegar a chocar sus frentes.
—Eres mio verdad? — pregunto el menor, sonriente y seguro.
Leonardo le devolvió la sonrisa y alcanzo a darle un suave beso.
— si, soy tuyo — sonrió coqueto — Quieres mas de mi?—Se escucho un bufido *pff *
— Las preguntas que haces no son normales,lo sabias? — preguntó Raphael.
— Solo te las hago a ti, por eso son raras — pronunció mientras acercaba a su hermano, hacia el.
Hehe.. — una pequeña risa se le había escapado al menor. Que seguía mirando a su hermano, no había pasado mucho tiempo en el que el sol le estaba dando a ambos y en ese poco tiempo los sabía laxado había hecho que les dé sueño.
Rapahel?.. — susurro el mayor a la vez qué jaló a su hermano logrando recostarlo a su lado — que dices si dormimos y mañana continuamos con esto...—
Lo había dicho despacio y tan lento que su hermano no tuvo tiempo de contestarle y simplemente se durmió Raphael miraba a su hermano. Con una sonrisa, aunque un poco de molestia, pero Leonardo ya se había dormido, poco paso para que ambos se metieran en la cama Leonardo dormido y Raphael somnoliento ...
Encontrándose relativamente solo y sin poder hablar con nadie aparte de no poder dormir su mente no dejaba de gritarle y hacerle recordar, aquel tiempo en el cual....Él, su mayor y junto a sus hermanos vivían en esa cabaña, bajo el cuidado de su padre... En este preciso momento recordó aquella pequeña esfera azul...
Hace varios años atrás...
Cuando ellos aún era pequeños su padre a cada uno le había regalado una pequeña esfera, una naranja para Michelangelo, una morada para Donatello, una azul para Leonardo y una roja para Raphael. basándose en sus colores favoritos.