*Narra Donatello*
Seguía en cama, pues después de lo de anoche, no tenía ganas de nada y no es como si hubiéramos hecho algo, pero simplemente no tenia ganas de hacer nada.
Aun en mi cama, busque a mi lado esperando encontrar a mi hermanó, pero no fue el caso.
Michelangelo?? — pregunte levantándome, para poder mirar a mi alrededor.
Encontrándome con nadie...
Desde Qué su manera de comportarse cambió el empezó a levantarse y despertarse más temprano de lo que solía antes y seguro que este era el caso, de hecho que sí bajaba a la primera planta lo encontraría. Tal vez mirando alguna serie o comiendo alguna botana.
El caso era que después de la conversación que tuvimos una noche antes estaba muy claro qué el tanto el como yo, teníamos un objetivo.
Él tenía que volver a ser como era antes alguien tranquilo y con tranquilo no digo dependiente....
Pues en cierto momento a Leonardo y a Rapha le resultó algo incómodo el hecho de que él no pudiese cuidarse solo y claro, ahora había crecido, a lo que me refería era que madurar y dejar de hacer cosas imprudentes, sin tener sentido o conciencia de los problemas, resultados, que daría.
Es así que por mi cuenta, ya que él no se encontraba en la habitación, decidí reorganizar todo y con reorganizar me refiero a que tenía que buscar cada uno de aquellos objetos que utilizaba cuando estaba solo...
Me levanté de mi cama muy perezosamente ya que tenía nervios,... nervios de que el me encontrase tocando o alzando sus cosas personales, esta más que claro, que ya habíamos hablado la noche anterior, pero siempre se me daba el hecho de no tomar mi rebuscar entre las cosas personales de otras personas, así sea mi pareja.
Ya de pie. Me puse lo primero que encontré un buzo algo suelto y una chamarra y listo, extendi mi cama y empecé con mi búsqueda, me acerqué aquel lugar en el cual él "organizaba" su desorden o mejor dicho lo escondía, que era el armario y ropa por ropa, empecé a sacar todo, encontrándome claro, con aquellos objetos.
Justo en ese momento es que escuché como la puerta de la habitación, se habría, dando pasó a mi menor, el cual al verme en aquel lugar que era prohibido para mí y especial para él, levantó la voz.
Se puede saber qué mierda,es lo que estás haciendo??, No me gusta que toquen mis cosas ya lo sabes desde que somos pequeños, lo sabes...!— amenazó acercándose lentamente con una mirada muy seria.
Estaba más que claro que yo no me dejaría convencer por aquellas palabras, no declinaría con la actividad que ya había empezado.
Creo que con lo que hablamos la noche anterior, ha quedado muy claro, que tienes que deshacerte de estas cosas — dije, señalando aquellos objetos, instantáneamente se puso frente a mi, bloqueandome la mirada.
Estoy muy consciente de lo que hablamos ayer, pero eso no te da derecho a que tú lo hiceras todo... no te da derecho a que tú toques mis cosas...! — dijo algo enojado, algo impotente.
Entonces explícame, que! si yo no lo hago ahora, tú cuando lo harás? porque sé que eres irresponsable, y sé que pronto lo olvidarás, necesito que lo hagas por mí, necesito que lo hagas por nosotros, frente a mí, hazlo! Y hazlo ahora!! — exigí.
Claro que después de eso, él dejó de lado su impotencia y su enojo, se había calmado y ahora ambos nos encontráramos en silencio, lo había entendido, por lo que lo conozco sé que cuando le hablas, levantando de la voz es mucho más fácil que pidiendocelo por favor.
Vale vale, pero sólo dejame ver a mi primero, ok? — preguntó acercándose a aquel armario.
Yo no me nege, pues ya estaba contento de que, al menos aceptara.
No demoraras mucho, verdad??— Pregunte, porque ya había pasado mucho.
Si...s...si.. — dijo entrecortado — ya! Ya esta!— dijo levantandose y enseñando sin ningun tipo de vergüenza aquellos....
Anda, haz lo que quieras con ellos—/—no estaras escondiendo nada no?— pregunte muy dudoso,ya que se me hacia muy extraño,verlo tranquilo.
El se acerco hasta, besarme suavemente — te prometo que no escondo nada, confía en mi— dijo para después salir de nuestra habitación.
Di una mirada mas hacia el armario, pero procure, confiar en el. Y ya con aquellos dildos en mi poder, solo tenia una ultima cosa por hacer y era deshacerme de ellos.
(...)
Ya era noche, estábamos los dos en la cocina, Leonardo había pasado el día en cama pues estaba con mucha fiebre. Raphael después de regresar estuvo con el en la cama "descansando".
Por nuestra parte, mi menor al escuchar ciertos sonidos, provenientes de su habitación, se había excitado y estaba manoseandome, mientras que yo, intentaba..., preparar algo para la cena.
Michel...angelo...— intentaba alejarme de el, sin dejar de mover el cucharon.
Anda... Solo un poco, estoy caliente, vamos... Hazme tuyo.... Quiero sentirte aqui... — susurraba en mi oído. Mientras acariciaba mi derrier.
Por favor... Dej..jame.. Terminar...conn la cen...na...— le empujaba con mi codo,para alejarlo. Si bien era cierto, yo también deseaba tenerlo y como el no se detuviera. Dejaba de lado todo y para cenar, me lo comía a el....
Di que si, metete en mi y dame todo de ti... — seguia susurrando.
Aun con tanta dificultad, con alguien como Michelangelo. Ya estaba por terminar, la cena entonces. Sentí como las manos de mi pequeño se alejaban dejandome de lado. Me sorprendió mucho que dejara de insistir, justo entonces termine de preparar la cena y estaba apagando la hornilla.
Donatello... —Gimió, entonces gire para verlo y este chico estaba recostado de pecho sobre la mesa de la cocina, con las piernas abiertas y sin tener nada puesto.
Quizá, me ruborice, pues verlo así era muy excitante.
Es.. En serio?— pregunte casi en murmurós.
Hazlo ya...— dijo con una voz seductora.
Yo, que ya estaba anteriormente, empalmado. Solo me perdí entre su piel...
Espero les guste.
Voten, comenten, se agradece.Me siento de maravilla.
Gracias por leer...