Sangre Fría.

El fin.

Pasaron tres semanas de lo sucedido anteriormente.
Jack y Alice no habían hablado nada de nada.
Jack a veces sentía ganas de llamarle o mandarle un mensaje, pero no, nunca lo hacía. No sentía las fuerzas como para hacerlo después de lo sucedido.

Las cosas siguieron iguales por casi un mes y medio.

Ninguno quería hablar.
Bueno, Jack no podía.
Pero Alice no quería.

Jack fue reflexionando poco a poco... poco a poco... poco a... bueno, ya entendieron. Espero. Bueno, Jack fue reflexionando sobre cómo era la relación de ellos.
Se dio cuenta de que era una relación tóxica.
Casi no lo he contado, pero aquí entre nosotros, Alice se enojaba por cada estupidez... POR - TODO.
O si no, por casi todo.
Además de que ella no ponía ni un mísero esfuerzo para que la relación funcionara. Cuando había un problema por culpa de Alice, ni siquiera decía que lo sentía.
Jack tenía que hacer todo, y eso le cansaba, mucho.

Por un mes y medio estuvo pensando en eso, y se dio cuenta de que la relación no funcionaba.

Dejó que el tiempo pasara, a ver si Alice se preocupaba al menos un poco y le hablaba. Pero no.
Jack le iba a hablar a Alice, pero para hablar sobre algo. Pero de eso hablaremos después.

Durante ese tiempo pasaron cosas con Jack.
A ver... ¿qué pasó...?
Ah, sí.
Jack no suele ir a fiestas, pero sus viejos amigos, James y Harry, lo invitaron a una. Ellos juraban que iba a estar genial, y así fue, pero en un momento llegamos a eso.
Era un sábado por la noche, en la casa de otro viejo amigo, Jhon.
Había demasiada gente, demasiada.
Los padres de Jhon se fueron de viaje, entonces él aprovechó para hacer la fiesta. Había personas como 4 años mayor que ellos, personas como de 19 años, por lo tanto, había alcohol. ¿cómo ellos llegaron ahí? No se sabe.

Jack saludó a Jhon y empezaron a hablar de cosas que hacían ellos cuatro, Jhon, James, Harry y Jack.
Plática tras plática, Jhon le dijo a Jack que le quería presentar a alguien.

Jhon.- Hey, Jack. Ven acá, te voy a presentar a una amiga.

Jack.- Oh, claro.

JN.- Mira, ella es Taylor.

J.- Hola, eh, Taylor.

Taylor.- Hola...

J.- ...Jack.

T.- Jack. Hola.

J.- Hola, de nuevo.

*se ríen*

Hablaron por un rato, y cuando Jack regresó, Jhon le preguntó:

Jhon.- ¿Y? ¿Qué tal?

Jack.- Bien, me agradó. -dijo sonriendo.

JN.- Espera un momento.

J.- Está bien.

Pasaron unos segundos y Jhon regresa con un papelito.

JN.- Ten. -le dijo guiñando el ojo.

J.- *lo abre* ¿es su número de celu...?

JN.- *lo interrumpe* De nada. *se ríe*

J.- No. Jhon, tengo novia...

JN.- Quédatelo, por si te sirve.

J.- Bueno, gracias. -le dijo sonriendo.

Y... sólo pasó eso. Exageré un poco diciendo que le pasaron varias cosas.
Ahora, la plática con Alice.

Una tarde lluviosa de quién sabe qué mes... No, no es cierto. Demasiado dramático para mí.
Bueno.
Jack le habló por teléfono a Alice diciéndole que necesitaban hablar, y seriamente.
Alice aceptó, y dijo que sólo podía el siguiente martes. La llamada pasó un Lunes.

Llegó el día y Jack estaba muy nervioso. Estaba en el parque, sentado en una banca, esperando a Alice.
Llegó, y para la sorpresa de Jack, se veía más hermosa de lo normal.
Se sentó con él en la banca, y empezaron a platicar.

Alice.- Hola, Jack.

Jack.- Hola, Al...

A.- No, antes de que digas cualquier cosa, perdón. En serio, perdón. Creo que exageré mucho al enojarme. Perdón, te quiero, Jack.

J.- Alice. Mira, no te preocupes. Eso ya pasó. Te perdono. Pero tenemos que hablar, aún así.

A.- Ah, bueno. ¿qué pasa?

J.- Mira, Alice, en serio fui muy feliz contigo y se podría decir que me hiciste  ser el humano más feliz del mundo durante todo este tiempo. Pero tenemos que terminar nuestra relación...

A.- Pero, Jack... ¿por qué tan de repente...? -dijo Alice confundida.

J.- Por que me di cuenta que nuestra relación era tóxica. No daré detalles, no lo quiero hacer más largo.
Perdón, Alice. Tenemos que terminar esto. Ojalá y te vaya bien en todo. Adiós.

A.- Pero, Jack... -dijo mientras Jack se alejaba.

Jack se sintió mal después de eso, pero él sabía que no había vuelta atrás.
Él no sentía la fuerza necesaria y el cinismo necesario como para pedirle regresar.

Se sentía devastado, más que la última vez. Pero el reconocía que era su culpa.

Su mamá se dio cuenta que él estaba mal, pero no sabía por qué.
Entonces le dijo que se distrajera con algo o con alguien.
No sabía no con qué ni con quién.
Intentaba e intentaba y no podía pensar en nada, más que en el arrepentimiento por terminar con Alice.

Y entonces recordó el papelito con el número de una amiga de Jhon, Taylor.