Sangre Fría.

Malas Noticias.

Era un día lluvioso en Chicago y Jack estaba en su nueva escuela.
Nada nuevo, a pesar de tener más amigos.
Pero a él todos le daban igual.

Hacían 2 semanas de la última carta de Alice y Jack todavía no respondía,
lo cual hizo a Alice dudar un poco.
Pero en el fondo confiaba en él.

Claire le empezó a hablar a Jack días después de lo sucedido anteriormente.
Resulta que iban en la misma escuela, solo que en diferente aula. Y año.
Sí, Claire es mayor que Jack, por un año.

Cuando empezaron a hablar, Claire sacó el tema de la vida amorosa de Jack, ella dijo que se dio cuenta que le faltaba más por contar al susodicho.

Jack accedió a contarle sobre Alice a esta niña de segundo año de preparatoria:

Claire.- ¡Hey! Aquella vez no me contaste todo sobre tu vida... Bueno, ya sabes, amorosa.

Jack.- ¿De qué hablas?

C.- Hablo de que me tengas la confianza sobre contarme todo.

J.- Te acabo de conocer, cómo--

C.- Jack, vamos. Es hora de que empiezes a confiar en la gente.

J.- Está bien... Se llama Alice, es mi novia de Manhattan. Desde que me mudé a Chicago siento que nada es igual entre nosotros. Ya. Fin.

C.- Oh, claro que no es "Fin". Vamos.

J.- -suspira- Quedamos en escribirnos cartas cada que podamos y hace dos semanas que no le respondo su última carta.

C.- ¿Cartas? ¿Por qué cartas cuando se pueden mandar mensajes?

J.- No lo sé, fue idea de ella.

C.- Bueno... Y, ¿qué piensas hacer?

J.- No lo sé, debe de estar molesta conmigo.

C.- Se puede arreglar, sólo dile que hubo un problema con el correo.

J.- Pero sería mentirle.

C.- Jack, eres muy difícil. -ríen-

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La madre de Jack había estado quejándose las últimas semanas de tener mucho cansancio y dolor de cuerpo, entre otras cosas, y decidió ir a ver a un médico antes de auto-diagnosticarse.
El médico decidió hacer unos análisis de sangre, pero que los resultados podrían tardar un poco debido a algunos problemas generales en el hospital, pero aún así, la madre de Jack aceptó.

Mientras tanto, Alice se decide y acto seguido le llama a Jack.
Jack le responde con cierta emoción, y comienzan a hablar sobre lo que ha pasado en la vida de cada uno.

"Es mucho mejor hablar escuchando nuestras voces, ¿no?"
Dijo Alice.

Entre palabras y palabras, Alice decide sacar el tema por el cual decidió hablar con Jack.

Jack.- ...Sí, y como te decía es demasiado gracioso por que––.

Alice.- Jack, ¿me sigues queriendo?

J.- No me dejaste terminar mi historia sobre como casi me ahogo con un maní. -dijo Jack, intentando evadir el tema-

A.- Te hice una pregunta.

J.- Sí, Alice. Te sigo queriendo, carajo. Pero me es demasiado duro no poder verte. Pensar en ti cada noche y saber que no te volveré a ver. O al menos no en un tiempo.

A.- Entonces, ¿no vendrás en vacaciones...?

J.- No lo sé, Alice. No lo sé. -dijo casi gritando por la desesperación-

A.- Lo siento. No era no intención hacerte enojar. Adiós. Escribe cuando puedas. -dijo al borde de las lágrimas-

"¡Carajo!"
Gritó Jack después de que la llamada terminara.

Pasaron los días y Jack le contó sobre la llamada anterior a Claire.

Claire.- Jack, ella te necesita.

Jack.- ¿Eh?

C.- Sí. Me dijiste que estaba a punto de "quebrarse" cuando prácticamente le dijiste que no la verías por un largo rato, ¿no?

J.- Eh... Sí.

C.- ¡Ahí lo tienes! Te extraña como no tienes idea.

J.- ¿Tú crees? -dijo inseguro-

C.- Pff... No lo creo; lo sé.

J.- Está bien. Entonces yo creo que debería de ir a Manhattan lo más pronto posible.

C.- Claro.

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Los resultados sobre los análisis de la madre de Jack estaban listos, pero no los quería abrir si no estaba Jack, entonces esperó a que llegara de la escuela.

"¿No estás nerviosa?"
Lo último que dijo Jack antes de ver los resultados.

La madre de Jack abrió el sobre que contenía los análisis y sacó la hoja.

Leucemia.

Los ojos de las dos personas presentes se quedaron suspendidos en el vacío que tanto miedo les daba.

Jack sólo le preguntó a su mamá que si los resultados eran correctos, queriendo evadir la realidad del asunto.

Ella sólo rompió en llanto y Jack no sabía qué hacer. Y segundos después, lágrimas salieron de sus ojos.

Aún sin saber qué hacer, sólo la abrazó repitiéndole que todo iba a estar bien.