Durante una época de mi vida llegué a pensar que eso era normal, tanto en casa como en el instituto no me sentía "yo". Era la amiga tímida, la empollona, la prima pequeña de alguien, la hermana de, la hija de; no era "yo" era el papel de turno que tenía que interpretar. Por eso cuando entré en la facultad todo cambió: Empezar de cero, nadie me conocía ni yo conocía a nadie. Debía ser yo y que la gente pudiera encontrar en mí alguien interesante con quien pasar el rato.
En ese nuevo comienzo, creí que esa etapa de soledad se debía a la adolescencia, a las hormonas. Pero pronto descubrí que eso no tenía nada que ver: Podías ser un niño, un adolescente o un "adulto" y seguir sintiéndote sólo y estar rodeado de gente.
Como apunté en reflexiones anteriores: "La autoestima no es más que nuestro reflejo que proyectamos sobre los demás que regresa a nuestros ojos".
Esto me dio que pensar, ¿y si no recibes ese "reflejo" de vuelta? ¿Qué pasa contigo?
Pues que te descubres en una espiral de depresión y frustración, donde te das cuenta de que, en cuanto sales de ese grupo de "amigos" vuelves a sonreía a contar chistes y a decir tonterías- Vuelves a sentirte vivo- Dejas de desear que las horas pasen rápido, o que las clases son un muermo, dejas de sentirte como si tuvieras ganas de llorar constantemente.
Y es que sí, la gente de la que te rodeas puede devolverte a la vida, y por eso es tan importante encontrar personas de verdad que te den un reflejo sano de ti mismo.
Puede parecer obvio, pero cuando estaba tan triste no era capaz de ver más allá de mi desgracia. Y esto me hizo ver las cosas de otra manera, a sobrellevarlo. De esta larga experiencia sólo puedo sacar dos conclusiones: La primera, aveces hay que ver las cosas con perspectiva para encontrar una solución y la segunda que es simple, cuando encuentres a alguien quede verdad merezca la pena cuida esa amistad, porque te puede hacer mucho bien.
![](https://img.wattpad.com/cover/68814401-288-k445579.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mis pensamientos
DiversosEsta obra ha nacido de manera prematura, pues en el mar de mi locura aún le quedaban unas cuantas tempestades para madurar. A veces, por acontecimientos de la vida debemos actuar en consecuencia, y aquí estoy. Exponiendo algunas de mis reflexiones p...