30 DIAS ANTES DE TU ADIOS. (Terminada).

When the daylight comes I have to go.

17 / abril / 2013
(Último día).

Abro un ojo y consigo ver a Emilio recostado. Veo, a duras penas como su pecho asciende y desciende, los ojos aún me pesan y el cuerpo aún más, no logro ni siquiera voltearme para mirar la hora, aunque por la luz del día podría adivinar que ya es casi medio día. Pero al menos él está aquí, mientras tanto, mientras dure, todo está bien. La única energía que tengo en estos momentos los aprovechó para acercarme a él y recostarme ligeramente en su pecho. Entonces me rechaza y me quita de encima, no le tomo mayor importancia, me hago a la idea que no sabe quién soy, algo inigualable pasó ayer.

Caigo de nuevo en la cama y sueño en el para siempre con él y en lo imposible, yo no me voy a Inglaterra y él sigue queriéndome como nunca, e incluso en mis sueño, cada vez que tocamos nuestras manos, un chispa de estruendosa electricidad recorre mi cuerpo. Incluso con el alma al otro lado del mundo paralelo, me siento más viva que nunca, logro sonreír sin hacerlo en serio. Abro mis ojos, dispuesta a levantarme y bajarme a hacerle de cenar a Emilio o lo que sea que se me ocurra, pero él me gana, y no de la manera que esperaba.

Esta dándome la espalda, sentado sobre la cama, viendo la pared, quizá pensando... ¿en qué? su músculo dorsal esta tan perfectamente marcado que hace que me derrita y lo jale de nuevo a la cama para arrinconarnos en los "te amo" dichos con las caricias. Exhala con fuerza y recoge su playera, se la pone y se levanta, esta vez me mira serio y enojado. ¿Porqué está enojado?

-¿Ya tan rápido te vas?- digo, intentando sonar inocente, y graciosa pero no tanto.

-Ya- dice y ¡alto! esa no era la respuesta que esperaba, continua la nueva rutina poniéndose sus zapatos.

-Bueno, estaba pensando que, como es el ultimo día después de que nos veamos dentro de mucho tiempo, hagamos algo, no lo sé... especial y pues...

-¡No empieces, Rebecca!- se desespera de un momento a otro, de una noche a otra.

-¿Disculpa?- claramente estoy ofendida y más que despistada -. ¿Empezar con qué según tú?

-¡Fue sólo sexo! ¿no entiendes? solo fue una tonta noche, igual a todas las que he tenido con prostitutas como tú- sus palabras más que ofensivas regresan y Dios, podría golpearlo pero como siempre, la tonta de mi inconsciencia dice que sólo esta jugando y que ya se le pasara. Pero me estoy quedando sin tiempo y paciencia.

-No, no, no, dijiste... dijiste palabras que sé que nunca dirías en una cama si no lo sintiera- se levanta y yo con la manta cubriendo mi cuerpo lo sigo. Al parecer mi familia no esta en casa -. No Emilio, no puedes hacerme esto después de lo que acaba de suceder.

-JA- dijo y comenzó a ladrar -. ¿Entendiste? eso eres un perro, mi perro; si digo vienes, vienes y si digo vete, te vas. Si te digo tengamos sexo, lo hacemos y si te digo quítate de encima, te quitas. Así funcionan las cosas entre tu y yo.

No se cómo, ni cuando, pero de repente surge esa actitud en él. Me había dicho cosas horribles, espantosas, que me dejaban con pesadillas e incluso con insomnio. Pero nada, absolutamente, me había dolido tanto como esto. Y es que, fue tan delicado, fue tan sencillo, fue tanto en tan pocas acciones, palabras y suspiros. Una lagrima logra correr por mis mejillas.

-¡Eres un imbécil!- digo y con mi puño cerrado comienzo a golpearlo en el pecho, como una niñita caprichosa y chillona -. Creí que me querías, creí que de verdad lo hacías.

Pone sus manos en mi muñeca y me empuja un poco, solo para darle espacio para moverse. Pero mi mano lo detienen soltando una cachetada. Y lo que viene a continuación no me lo esperaba en absoluto. La "relación" entre él y yo solo habían sido mentiras y heridas al ego y sentimientos, nunca físicas. Me avienta con tanta fuerza que escucho cómo algo truena dentro de mi, posiblemente el coxis o simplemente el choque contra suelo-cuerpo.