26/Marzo/2013
Abro los ojos al fin y siento como cables me rodean y me dejan casi inmóvil ¿qué me paso? ¿Seguiré viva? Levanto un poco mi cabeza y volteo hacia la derecha, aún no veo muy bien pero alcanzo a ver una silueta acostada en el sofá.
-Emilio- dice alguien y volteo a la izquierda, veo un poco menos borroso y logro distinguir a Liam; entonces Emilio es el que está acostado a la derecha.
-Liam- digo casi en un susurro.
Liam se mueve rápidamente junto a donde estoy yo. Emilio, necesito a Emilio.
-No te muevas Rebeca, tranquila.
Después de un segundo Emilio se encuentra a mi lado y como si fuera justamente lo que mis ojos necesitan, veo con claridad.
-Corre Liam, ve por el doctor y dile que ya despertó- dice Emilio tan rápido que me marea.
Liam echa a correr y yo volteo a ver a Emilio, se nota que lloró ¿lloró por mi? Eso no importa, está aquí, aquí junto a mi.
-Emilio- digo y extiendo mis brazos, él al instante me abraza. –Emilio- le susurro en el oído. –Emilio te amo- y se separa de mi.
-¿Qué? ¿Qué fue lo que dijiste?
-Que te amo Emilio.
Sus manos toman mi rostro y yo rodeo sus manos con las mías. Poco a poco acerca su rostro al mío hasta que sus labios chocan con los míos y es como si volviera a vivir, el beso se me hizo tan largo, posiblemente fueron 5 segundos pero sin duda fueron los 5 segundos mas largos de mi vida. La puerta se abre y Emilio se levanta al instante; un doctor y dos policías entran, Liam esta atrás de ellos tres.
-Lamento interrumpir- dice el doctor y Emilio se sonroja; el doctor se pone sus lentes y ve la tabla que trae en el brazo derecho. –Bien Rebeca no tienes nada grave a excepción de que te rompiste la pierna derecha- se quita los lentes. –Tuviste mucha suerte de no quedar en coma Rebeca- me sonríe.
-Gracias- le correspondo la sonrisa y los policías dan un paso adelante.
-Bueno, Rebeca te preguntaras porque estamos aquí- dice uno de los dos policías. –Algo muy sencillo y por lo cual no te meterás en ningún problema. Te explico, ayer cuando chocaste, lo mas posible es que haya sido con un secuestrador ¿llegaste a reconocer al tipo de la otra camioneta?
-No- le digo, unos segundos después de pensar y poder recordar.
-¿Nos puedes decir que pasó exactamente?
-Era ya muy noche y yo ya estaba bastante cansada, había estado con un amigo porque lo habían golpeado muy fuerte, entonces yo estuve conduciendo, solo vi luces blancas y me frené y pues después de eso vi todo negro.
-¿Tu sabes si tu amigo tenía algo que ver con algunos tipos digamos… misteriosos para ti?
-¿Qué?- Los policías seguramente creyeron que Ethan se había golpeado con otras personas. –Oh no, no, no: no es lo que piensan, mi amigo fue golpeado en una fiesta, nada grave, incluso yo estaba presente.
-¿Cuál es el nombre de tu amigo?
-Ethan Davis.
Los policías se fueron y deje de estar nerviosa, en serio creí que me iba a meter en problemas.
-Muy bien Rebeca- dice el doctor. –Ya estás de alta ¿quieres que le llame a tus padres para que te recojan?
-Lo que pasa es que mis papás están en Acapulco pero yo sola puedo llegar a mi casa.
-Rebeca tendrás que estar en tu cama y alguien tendrá que hacerse cargo de ti.
-Yo mismo le marco a sus padres- dice Emilio. –Yo le informe en lo que quedamos con sus padres.
-Como quieran- dice el doctor y se va. Emilio busca en su celular el teléfono de mis papás. Estaba a punto de salirse cuando…
-¡Oye! ¡Oye! ¿A dónde crees que vas?- puede que lo ame pero es capaz de decirles cualquier cosa.
-Voy a hablar con tus papás- dice desconcertado.
-Pues hazlo aquí.
Louis se para en frente de mi, después de algunos minutos de hablar con ellos.
-¿Qué paso?- le pregunto, una vez que acabó de hablar.
-Sé que vas a pensar algo muy malo sobre mi pero…
-¡Ya Emilio! ¡Solo dilo!- respiro hondo.
-Tus papás me dijeron que te quedaras conmigo.
ESTÁS LEYENDO
30 DIAS ANTES DE TU ADIOS. (Terminada).
Romance30 dias antes de tu adiós, trata de un niño normal que se llama Emilio, él durante mucho tiempo ofendió e insulto a Rebecca sin darse cuenta que estaba enamorado de ella. La sinopsis completa se encuentra al inicio de esta lectura. Una historia que...