She comes first. Always first.

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28/Marzo/2013 (10mo día)

Segunda noche en la que me encuentro en este departamento, estoy comenzando a sospechar si es suyo o es de un amigo de él, porque él me dijo que nunca se mudaría solo hasta que tuviera esposa e hijos o al menos hasta que esté saliendo de la Universidad.
Ayer Ethan vino a visitarme acompañado de una hermosa rosa, fue un bonito detalle lo que hizo, Ethan no sabe que odio las rosas pero agradezco mucho que haya venido aun asi. Se quedo todo el día conmigo. Emilio solamente venia al cuarto para preguntar si no necesitábamos algo (tomando en cuenta que solo vino dos veces). Sinceramente me sentí mal por él.
Tocan la puerta y entra Emilio, yo me encuentro sentada en la cama leyendo “Hush Hush” y lo volteo a ver justo cuando entra y le sonrio.
Y por primera vez él no me devuelve la sonrisa.
-¿No crees que ya es hora de bañarse?- me pregunta intentanodo sonar divertido para ocultar su enojo.
-Si, de echo ya me urge- odio no bañarme diario, me hace sentir un poco sucia.
-Pues vamos- ¿Vamos? –Hablo de que… hay que bañarte.
Asiento y él saca dos toallas de su closet y las cuelga junto la regadera. ¿Qué fue lo que hice mal? Ahora esta tan serio que ni siquiera hizo un chiste al decir que si me quería bañar, lo cual normalmente hace.
-¿Prefieres que vaya yo por tu ropa o te traigo la maleta?- supongo que lo dice porque no quiere ver mi ropa interior, a mi no me molesta ya que al fin y al cabo todos usan ropa interior y un hombre ha visto al menos una vez ropa interior de mujer, incluso Emilio pero para no avergonzarlo decido que él vaya por mi maleta.
-Ok, ahorita regreso- vuelve a bajar las escaleras y yo cierro mi libro y lo volteo, tocando la contra portada y leyéndolo.
Me quedo pensando en porque Emilio esta tan enojado y serio conmigo, yo no recuerdo haber echo algo que lo molestara ayer, solo ayer en la mañana estuvo feliz y BOOM así de la nada esta serio.
Escucho como la maleta sube por las escaleras y Emilio de nuevo esta en el cuarto, la coloca sobre la cama y la abre.
-Gracias Emilio- le vuelvo a sonreír.
-De nada- me dice y por segunda vez no me sonríe y lo dice cortantemente.
Saco una blusa blanca y unos jeans holgados, saco un brassiere blanco y unas pantis grises. Emilio los ve pero no dice nada. Lo dejo sobre la cama y lo miro, está demasiado serio.
Gira sobre sus talones y se dirige a la regadera para poder abrirla y modelar el agua. Volteo a ver hacia donde esta mi yeso y me pongo a pensar ¿qué pasaría si me bañara con el yeso? Supongo que el agua se filtraría en el y se desasearía o simplemente dejaría de funcionarme.
Recuerdo momentáneamente que el doctor dijo que deberíamos conseguir una de esas bolsas para cubrir el pie y el yeso, no recuerdo como se llaman pero que era fácil conseguirlo, en alguna plaza pero ni Emilio ni yo nos acordamos o tuvimos tiempo.
-Louis, creo que se te olvida algo…- le digo.
-¿Qué se me olvida?- voltea a verme.
-La bolsa que nos dijo el doctor que compramos.
-¡Si es cierto!- su mano derecha se va hacia su cabeza. –Espera, creo que ya se como solucionarlo.
Baja las escaleras por tercera vez. Pobre, no me gusta traerlo así, ya quiero que me quiten esta cosa de encima para poder hacer las cosas yo sola. Después de unos minuto Emilio esta en el cuarto con una bolsa de plástico y un masquin.
-Supongo que esto te funcionara, te lo pones encima y lo envuelves muchísimo con el masquin ¿va?
-Ok.
-Pero lo vas a tener que hacer tu sola ya cuando estés desnuda.
-Si.
Me levanto y Emilio viene al rescate a ayudarme a levantar, ya que lo hace me lleva al baño y me sienta con cuidado en la taza del baño.
-Cualquier cosa que necesites, si te caes o pasa un accidente, gritas y yo intentare venir a ayudarte.
-Si- vuelvo a decir y sale del baño.
Agarro mi chamarra y me la quito, después la playera y el brassiere, después agarro el pants y levanto un poco mi trasero, poniendo todo el peso en la parte trasera del baño y deslizo mi pants por mis piernas hasta que llega al suelo. Después agarro mis pantis y hago el mismo paso que hice con los pants, esta vez mi trasero desnudo toca la taza y yo casi grito de lo frio que esta, pero no lo hago para no preocupar a Emilio.
Ya que estoy completamente desnuda agarro la bolsa de plástico y el masquin, si de por si tengo calor con el yeso, la bolsa y el masquin junto con el vapor va a derretir mi pierna.
Cubro mi pie con el plástico y le pongo masquin exageradamente.
Entro al agua y pongo primero mi pie con el yeso para ver si no se filtra el agua. Muy bien Rebeca, todo va muy bien. Entro por completo a la regadera y agarro el shampoo una vez mojada, es de hombre asi que me voy a tener que aguantar y lavarme el cabello con eso.
Salgo del agua y me recargo sobre la pared, otra vez esta fría, hago la misma cara de sufrimiento de hace un momento y me lavo el cabello, un poco de espuma cae al suelo.
Ya que pienso que mi cabello esta bien lavado, intento regresarme hacia donde esta el agua pero algo sale mal y me resbalo cayendo sobre el frio suelo.
-¡Emilio!- grito esta vez, y no solo por el frio mas bien porque no me puedo mover y mucho menos levantar.
Emilio entra al baño con su mano izquierda tapándose los ojos, cierra la puerta y se voltea hacia donde él supone que estoy yo.
-¿Te caíste?- pregunta.
-Si, y no me puedo parar ni mover. Emilio ayúdame.
-Ok, haber te ayudo.
Pone su mano derecha en frente de mi para que yo la pueda agarrar y me pueda jalar, pero es tanto mi peso que no me puede cargar.
-Necesitas tus dos manos.
-No Rebeca, no puedo.
-Si Emilio destápate los ojos y cárgame con tus dos manos.
-¡Pero te voy a ver desnuda!
-No importa Emilio ¡EMILIO ME DUELE LA PIERNA!
Veo como de repente empieza a salir sangre de el yeso, esto es malo, pésimo, muy malo. Al fin se quita su mano de los ojos y me ve por un segundo. No pregunta nada y me levanta, agarra la toalla y me tapa, ágilmente. Me lleva cargando hasta la cama y me acuesta, el dolor en la pierna es tan fuerte que me pongo a llorar.
-Por Dios Rebeca ¿qué te hiciste? Llamare al hospital.
Se va del cuarto y agarra el teléfono, no lo puedo creer, el dolor en la pierna y la sangre están presentes pero lo que de verdad no se me va de la cabeza es que Emilio me haya visto desnuda.
Se que en cualquier segundo va a regresar y agarro la cobija para cubrirme un poco mas.
-El doctor ya viene para acá, no te toques la pierna ni nada, no sabemos que te paso.
Asiento y el esta a punto de irse.
-¡Emilio!- se voltea.
-Mande.
-Quiero que te sientes mientras viene el doctor.
La sangre no deja de salir pero no lo siento ¿por qué? ¿acaso ya estare loca?
-No, Rebeca te esta sangrando la pierna.
-No me importa, no me estoy desangrando.
Se que no se quiere quedar no solo por mi pierna, mas bien porque me vio desnuda. Suspira y se acerca a mi para sentarse a un lado de mi sobre la cama.
-Estas serio- le suelto -.¿Por?
-Porque tu amiguito ese Ethan estuvo todo el dia contigo ayer y eso no me gusto- sonrio. Ay mi amor, esta celoso.
-¿Estas celoso?
-Se podría decir que si.
Nos quedamos callados, el pensando y yo esperando a que diga algo más o no sé.
-¿Qué son ustedes dos? Quiero que me aclares algo porque la verdad no te quiero perder- dice para cortar ese silencio incomodo.
-Emilio- me rio -.No somos nada, él es mi mejor amigo pero hasta ahí.
Claramente no le iba a decir que si sentía cierta atracción por Ethan. No se lo iba a decir por dos cosas:
1.- No quería hacerlo sentir mal.
2.- Si me dieran a escoger, siempre SIEMPRE escogería a Emilio.
-Esta bien, te amo y perdón por haber estado tan serio hoy. 
Me da un corto beso en los labios y suena el timbre de la casa.
-Debe ser el doctor.

30 DIAS ANTES DE TU ADIOS. (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora