Master of Conquests || Maestro de conquistas.

Capítulo 4.

Puse las manos, dentro de los bolsillos de mi chaqueta. Hoy hacía demasiado frio, ya estaba llegando el invierno. El vapor helado llegaba a verse salir de mi boca, al exhalar el dióxido de carbono.

-¿Qué tanto piensas?, ¡vamos, vamos, anímate!.- Me animó Dante, y como siempre, yo queriendo golpearlo y sacar mi instinto asesino, pero me controlo.

-¿Sabes?, no creo que esto sea una buena idea, las veces que por lo menos he hecho contacto fisico con el, pasa un desastre. Terremotos, tornados, rayos, maremotos, el fin del mund....

-Maldita exagerada, ya ven.- Me tomó por el hombro, arrastrandome hasta donde estaba Brad. Recuerdo perfectamente todo lo que pasó, desde que Brad llegó y cómo pasó.

Flashback.

Empecé a hacer garabatos en el lado trasero de la carpeta que me tocó. Estaba aburrida y solo se escuchaba la vocesota del profesor, delante, además de los minimos murmullos en el gran salon. Yo no debía estar aqui, no queria estudiar, por supuesto que no, pero mis padres me obligan a "estudiar una carrera" para no levantar sospechas. Vaamos, soy millonaria, mis padres son "empresarios" ¿Cuáles sospechas levantaría?.

La puerta se abrió de par en par y un chico entró, mirando hacia el piso, tratando de no interrumpir la clase. Subió las escaleras y se acomodó en la fila, a mi lado, dos asientos detrás.

¿Quién era este chico?, jamás lo había visto, conozco a la mayoria de esta clase, a las 71 personas, para ser precisos.

El profesor se calló, los murmullos aumentaron y todos miramos al chico, no se porqué, nadie sabe porqué, simplemente lo miramos.

-¿Su nombre?- Preguntó el profesor.

-¿Tan rapido lo olvidó, Sr. Brown?.- El profesor bufó

-Vamos, chico, nos prometiste un buen comportamiento, a nosotros y a tus padres, deja afuera la rebeldia, ¿si?

-No estoy siendo rebelde, señor. Bradly Stevens. 

-Bradly... que nombre tan extraño.- El chico se encogió de hombros, colocándose la capucha de su abrigo y empezó a hacer garabatos con el lápiz, la carpeta y el papel que estaban en su asiento, justo como lo habia hecho yo.- Bien, señor.... ¿Brad?- Él no levantó la mirada en ningún momento, es como si hubiera estado en otro mundo, en su propio mundo mental, como si estuviera usando audifonos, pero obviamente no los usaba. Mordí la parte trasera de mi lapicero, con una sonrisa y me fijé mucho en su rostro, sus facciones eran perfectas, se marcaban mucho, como esos modelos de las revistas o esos actores famosos. Enfoqué mas mi mirada, tratando de ver mas allá. El chico tenia el cabello de un color miel, que se asemejaba a mi melena, y los ojos de un color.... de un color.... ¿gris azulado?, me acerqué mas, intentando ver, ya que tenía su rostro ladeado, bloqueando las miradas de las personas, y llevaba la capucha puesta, de la cual algunos mechones rebeldes salían.-Diganos, ¿Porqué le interesa dar esta materia?, por lo que veo, tiene usted un intelecto muy alto, con relación a las pruebas de iniciación que tomó.- Me acerqué aún más y por poco caigo de la silla. Me sostuve fuerte a ella, sonandola en el salon con un horrible chillido metálico, lo que logró llamar su atención y voltear a verme. Rapidamente entre en panico y me senté derecha. Casi todo el mundo me veia. ¡Que vergüenza tan espantosa!

-Me interesa demasiado, y sí tengo un intelecto muy alto, pero que irónico que usted lo dice, ya que fué el primero en juzgarme, recuerde que nunca debe juzgar a un libro por su portada.- Brad contestó con inteligencia, guiñandole un ojo al profesor. Sí, definitivamente este chico llamaba mi atención, tenía ese algo especial que me ponía.....