Capítulo 6

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Rápidamente recogí todo, me puse la ropa, tomé las bolsas y las coloqué debajo de la cama, y tomé mi bolso. Miré el reloj: ¡¡¿¿12:57 de la tarde??!!

Bajé audaz, y con rapidez, y corrí escaleras abajo, hasta alcanzar el boton de la cocina, donde se toca la campana para comer. Cuando la iba a presionar, alguien carraspeó y volteé a ver a la mesa, donde estaba el chef con los brazos cruzados, al fondo, y todos estaban comiendo gourmet. Suspiré.

Que bien que me ayudan, tengo demasiada presion. Subí las escaleras, otra vez, yendo directo a mi baño privado, pero luego desviandome a mi habitacion, decidí mejor tomar un baño refrescante en la gran alberca del patio trasero. Entré a mi cuarto y tomé la toalla, unos shorts y una blusa. ¡Yo no uso bikinis!

Salí, caminando hasta la alberca, no habian personas, todos estaban comiendo. Tiré la toalla en una hamaca cercana y corrí con rapidez, para lanzarme directo hacia ella y darme un buen chapuzon. Sonreí, todo iba "bien" hasta ahora.

—¿Dandote un 'baño' refrescante?—Volteé a ver a Dante, sentado en una de las camillas a la orilla de la alberca.

—¿Desde cuando estás aqui y porqué lo estas?.—Interrogué. Se encogió de hombros.

—No lo se, tal vez te seguí, talvez me perdí y paré aquí, o tal vez vine a darme un chapuzón, quien sabe.—Se quitó los lentes, sonriendo y se puso se pié, caminando cerca, para luego sentarse en el borde de la alberca, metiendo los pies y chapoteando levemente con ellos. Entrecerré los ojos, fulminandolo con la mirada.

—Arruinas mi momento de felicidad a solas, niño.—Sus facciones cambiaron a serias, en un segundo y frunció el entrecejo.

—¿Ah si?, ya te he dicho que soy mucho mayor que tú, ¿No, Mini Amber?—Golpeé el agua, con rabia, salpicando las orillas de porcelana de la alberca.

—¡Vete!, ¡Déjame sola!—Me crucé de brazos. Él rió. ¿Que era tan gracioso?

—Yo tambien vivo aqui.—Sonrió, con seguridad. Bufé.—Ay, vamos, divirtámonos un poco, mini A, gozemos el momento, ven aqui.—Me llamó, pero me di la vuelta y empecé a caminar hasta la parte profuda de la alberca, con disgusto.—Oye, oye, no, no te irás.—Escuché el agua sonar, y luego puro silencio. Me giré con curiosidad, y él ya no estaba ahí, ahora sí me sentia sola, quería que volviera. Me encogí de hombros y me di la vuelta, pero al instante, una fuerza me jaló hacia abajo con rapidez, hundiendome en el agua.

¡Mi especialidad no es nadar!

Abrí los ojos, debajo del agua y lo vi, en el agua clara y cristalina. Dante me sostenía por los antebrazos, sonriendo. Lo empujé con fuerza y empecé a "nadar" hacia el lado contrario a él, pero él me agarró por el tobillo, jalandome de nuevo, hacia él. Lo pateé, liberándome de sus garras, y subí a la superficie, el lado de la piscina donde estábamos era de 7.5 metros, si moriría aquí, sería por mi torpeza, y no por las manos de Dante.

Me puse de puntillas, el agua casi me tapaba. Intenté correr, dando saltitos rápidos para lograr escapar de él. ¡Que adrenalina!. Sonreí.

—¡Nunca me atraparás, zopenco—Dije dando saltos, mas rápido, intentando "correr". Parecía un conejo. Empecé a reír por ese pensamiento. Me estaba divirtiendo.

—¡Te atrapo!, ¡te atrapo!

—Ahh.—Chillé, sintiéndolo mas y mas cerca cada vez. Esto era adrenalina. Senti un punzón en el hombro, ¡me había jalado del brazo!. Di una vueltra brusca, por inercia, y me encontré con su rostro, muy cercano al mio. Sentí su respiracion. Nos quedamos mirando a los ojos. Tenia unos lindos ojos miel, con los que te quedarias hipnotizada, viendo por horas.

Master of Conquests || Maestro de conquistas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora