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Su apariencia engaña a muchos ignorantes que creen que un sucio mendigo no puede ser inteligente o que tenga sentimientos. Muchas veces llegan a pensar que son seres inhumanos, que buscan hacer el mal a la gente, y lo puedo comprender, muchos lo hacen, pero él no. Lo juro por su existencia que estoy diciendo la verdad. Yo soy alguien que siempre lo acompañará, porque él es solamente un niño de 7 años, el cual no tiene a nadie más que a mí. Su inocencia está desgastada por la vida en la calle, sin embargo sólo es un niño. Yo observo cada día de su existencia, y no es nada fácil, ni agradable, pero estoy orgullosa de él. Todos los días es una aventura para los dos. Es duro, pero no es difícil ver el lado bueno a todo, al menos para nosotros.

Encontramos unas pequeñas cajas de cartón al lado de un contenedor y decidimos cogerlas para construir un pequeño refugio para la noche. Durante mucho tiempo habíamos buscado un lugar para dormir tranquilos y sin que nos echaran. Al final lo habíamos encontrado hace una semana. Posteriormente encontramos en el mismo lugar unas colchas raídas. Nos servían, así que las cogimos y la llevamos a nuestro Refugio. Solamente esperaba que al día siguiente alguien nos trajera comida, y que la deje en el mismo lugar. Pero, eso jamás llegó. Siempre esperábamos a fuera de los locales de comida rápida. Él decía:

-Esperemos sólo un rato más, tal vez se apiaden de nosotros

-Nadie se apiadará de nosotros -Contesté.

Sin embargo, esperamos un poco más y un señor de aspecto severo apareció ante nosotros.

-Tomad, pero iros de aquí. Estáis incomodando a los clientes.

Él cogió la bolsa de las manos del señor y nos retiramos.

Abrió la bolsa y esta contenía una bandeja plástica con pollo frito y varias porciones de patatas fritas. Él me preguntó:

- ¿Quieres?

-No, no tengo hambre

- ¿Segura?

-Completamente.

Empezó a comer... No, a comer no. A devorar es la palabra adecuada.

Una vez acabó, cogió la bandeja y la dejó en el suelo.

-Ey, ¿no se te olvida algo? -Pregunté

-Hmmm... ¡Ah! No tengo que tirar las cosas al suelo. Perdón.

Agarró de nuevo la bandeja plástica y la depositó en la papelera más cercana.

-Mucho mejor -Dije con una sonrisa- Creo que deberíamos volver a nuestro refugio.

-Tienes razón.

-Yo siempre tengo razón -Le dediqué una sonrisa reconfortante.


Hace algún tiempo podía sentir como el frío se internaba en mis huesos, y cómo mi cuerpo se estremecía al sentirlo. Pero, ya no. Sin embargo recuerdo y siento aquellas sensaciones viéndolo, viendo a aquel niño en la calle.

Habían dos hombres de traje elegante y una mujer de vestido violeta, demasiado destapado a pesar del frío. ¿Sabes? Tan sólo he narrado parte de lo que vivimos en un día, pero prácticamente este es el día en el que nuestras vidas cambiaron. También creo que es hora de que sepáis cómo nos llamamos.

¿Preparados?

En primer lugar mi nombre es Alidia y él se llama Haziel.

Ahora que sabéis nuestros nombres será más fácil entender la parte a continuación.

Tú y Yo (Eternamente Juntos) #PHAS2016 #WattQualityWhere stories live. Discover now