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Era una mañana oscura, la lluvia amenazaba con caer sin parar. Todos en la gran mansión, estaban revolucionados. Servilletas, manteles y vestidos rojos paseaban de un lado al otro. Las sirvientas acataban las órdenes en vestidos rojos y delantales blancos.

Sinceramente... 'Alguien' tenía una cierta obsesión con aquel color. No era un rojo común, era Escarlata.

Era la fiesta del año, según parecía y Scarlett no aparecía por ningún pasillo.

Decidí caminar por toda la inmensa estancia con el propósito de encontrarla, sin embargo... No la encontraba.

No fue hasta que vi a una doncella de melena rubia, caminar con paso apurado hacia una habitación. Llevaba un almohadón y encima de ellos unos zapatos. No falta mencionar de que color eran aquellos chillones zapatos. La doncella abrió la puerta de una habitación, que estaba alejada de todo.

Seguí los pasos y me quedé en el marco de la puerta, asomada.

-¡Lorena! ¡Has tardado 10 minutos en llegar aquí! ¿quieres que no llegue a tiempo a mi ceremonia? -Advirtió Scarlett a la sirvienta-. Supongo, que no quieres el mismo destino que aquellas ratas que encierro allí abajo, ¿o me equivoco?

Lorena murmuró algo por lo bajo y habló:

-No tengo ningún derecho en servirte, pero aquí estoy. Aquellos niños, no se merecen lo que usted hace -Hizo una reverencia-. Con su permiso.

Y se retiró.

Aquella mujer no le tenía miedo a su jefa.

Ni porque ella solo al parecer tenía unos 20 y su jefa bordeaba los 40.

Impresionante.

Decidí dejar a Scarlett en su nube y no espiarla. En cambio, seguí a aquella doncella que se había atrevido a contestarle. Sus pasos eran un poco airados. El aire a superioridad se notaba al pasar al lado de ella.

¿Por qué?

Nunca he sido curiosa, pero todo aquel que discrepe con las ideas de esa bruja... Sean bienvenidas.

Cruzó la estancia como si tal casa fuera algo diminuto. Entró en una habitación muy distinta a la de Scarlett. Aquella habitación estaba decorada con un estilo elegante y monocromático, nada que ver con el rojo. Se quitó el delantal y se quedó con el escandaloso vestido rojo. Metió una pequeña bolsa de terciopelo en un bolsillo del vestido; casi imperceptible y salió.

Todos los integrantes de los que trabajaban en la Trata de Niños estaban reunidos en una mesa, hablando de cuánto ganaban por cada niño o de cuantos niños habían logrado atrapar en ese mes.

-¡Atención! -Dijo un señor de traje-. Hoy quiero anunciar algo importante.

Hubieron algunos murmullos.

-Hoy va a haber una ascenso... -Continuó-. Una de las mujeres más importantes de nuestra asociación se merece lo mejor del mundo, y como no... Darle un rango mayor. ¡Scarlett! Te lo mereces. ¡Un brindis por mi nueva Mano Derecha!

Hubieron silbidos, aplausos... Como tal Princesa que ha ascendido a ser Reina.

Lorena aplaudía con una sonrisa falsa. Estaba ansiosa, se le notaban las ganas de... Algo. Se removía inquieta y palpaba de vez en cuando su bolsillo, para asegurarse de que eso estuviera ahí.

¿Que era eso?...









Tú y Yo (Eternamente Juntos) #PHAS2016 #WattQualityWhere stories live. Discover now