One For My Paper Heart

Promesa

"Despeja tu mente para despejar tu corazón". Quizás encontrando un nuevo amor sería la distracción perfecta para salir de Amber.

Ella atendía a una chica castaña que iba acompañada por otros chicos más. Una posible víctima de los encantos de Kibum. Nadie se lo impedía

—Ve a picar la ensalada, yo te cubro aquí —cambió de puesto con Amber y le sonrió pícaramente a la otra chica—. Antes de tomar su pedido, necesitare su nombre...y su número de teléfono.

La chica soltó una ligera risa ante el vago intento de coqueteo de Kibum.

—Mi nombre es Taylor, ¿Qué ensalada me recomienda?

—Bueno todo depende de sus gustos. Tenemos de verduras o frutas. Con piña, fresa, naranja, papa, pepino...—se mordió los labios—. Un "pepino" que es como para ti.

Ella alzó sus cejas incomoda y le entregó su tarjeta.

—No me gusta el "pepino".

—Ohh en ese caso, también tenemos zanahoria, berenje-

—Me refiero a que en realidad no me gusta el "pepino". Soy lesbiana —señaló a Amber—. Tú interrumpiste mi conversación con aquella chica. Que sea cualquiera que tenga fresas, gracias.

Detrás de ella uno de los que la acompañaba, un chico negro, musculoso y de cabello afro atado en una cola, se puso frente a Kibum.

—A mí sí me interesa saber sobre ese "pepino" del que hablas —sus dientes blancos aparecieron dándole a su rostro una simpática sonrisa incluso más seductora que la de Dwayne Johnson o Terry Crews. Por más amable que trataba de actuar Kibum, en sus ojos se le podía mirar a su alma corriendo espantado del lugar—. No tienes porqué juzgarme por mi aspecto, tengo un "pepino" no muy grande, de un tamaño como...para ti.

O tal vez no era la forma que buscaba para distraerse...

~~

Mientras Kibum preparaba la masa del pan, observó a Amber. Estaba muy concentrada memorizando el nuevo menú y arrugaba la frente cuando lo hacía. Le recordó a una vez en la que se enojó con él teniendo como unos 14 años.

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Caminaba con Amber dirigiéndose a su casa para ayudarla en inglés. Antes de alejarse mucho del colegio una chica lo llamó.

—¡Kibum!

Era una de las chicas guapas de su salón ¡Lo estaba llamando! La saludó tímidamente.

—Necesito un favor —dijo en un tono encantador.

—Oye, Key —lo nombró Amber por debajo.

Kibum iba a mirarla, pero la chica volvió a hablar.

—¿Podrías hacerlo por mí?

—Sí. Lo que quieras, lo haré con gusto —casi pareció que le rogaba que le pidiera algo.

—¿De veras? ¡Qué bien! —le entregó la caja que cargaba entre los brazos—. Los necesito bien limpios para mañana y la tarea de artística también ¡Gracias!

Salió corriendo hacia su grupo. Aquella chica, que era algo tonta, podría estar usándolo, mas su lindura le había impedido decir "no".