Solitario

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Caminaba por la calle, pensativo. Necesitaba ayuda. ¿Qué era lo mejor? ¿Qué podía hacer? ¿Taemin? Él era peor que Kibum. ¿Minho? Más que ayudarlo se burlará de él. ¿Onew? Por supuesto que no, se casará con una gallina. ¿Jonghyun? Él tiene mala suerte, podría pegársela. Tal vez mañana iría con Bernanda.

Llegó a la panadería donde había quedado en encontrarse con Amber. Ella tomaba un café sola mientras jugaba en su celular.

—¿Y Henry?

Amber subió la mirada y al verlo, se levantó para saludarlo.

—Tuvo que irse porque tenía que terminar un trabajo —respondió.

Debe ser un "trabajo" muy importante o una oportunidad muy tentadora como para no tomarla...

—Claro, ha de estar trabajando muy duro —dijo él con tono sarcástico.

—Vamos.

Amber salió de la panadería y Kibum la siguió tomándola por el brazo. Ya estando en el mercado, compraron algunas cosas para preparar la cena. Cuando él estaba a punto de meter una botella de whisky Amber lo detuvo.

—Devuélvelo.

—¿Por qué?

—Siempre que bebes, por la mañana te termino buscando donde Bernanda.

—Hoy no pasará —volvía a meter el whisky, pero ella lo detuvo de nuevo.

—Key.

Suspiró y devolvió la botella a su lugar. Tenía que demostrar que le importaba lo que ella decía.

—Lo hago porque tú me lo pides ¿ok?

—Ese es mi hermano —le dio un abrazo y se dirigió hacia la caja.

Mientras esperaban su turno. Amber tuvo una idea:

—Mira esas afeitadoras —señaló el estante que estaba al lado de la caja—. ¿Recuerdas el día en la farmacia?

—¿El de los pañales? —preguntó Kibum.

—Sí, hagamos algo parecido

—Mmm, ¿qué cosa?

Sacó un par de pelos de su bolsillo y los pegó arriba de sus labios como bigotes.

—Ahhh —Kibum se iluminó—. Entiendo.

Ya había llegado el turno de ellos y estaban empacándoles el mercado.

—Querida, mira esas afeitadoras —decía Kibum—. ¿No quieres unas?

—Querido, pero si me veo sensual con este lacio vello —Amber se acariciaba el bigote falso. De extra habia hecho dos colitas en el cabello.

El cajero miraba la situación con asco.

—Señor su tar-

—¡Pero ya tienes mucho pelo! —Kibum se quejaba en voz alta—. ¿No te basta con las clinejas que tienes en la entrepierna?

—¿Se te olvidó con eso fue que te pude conquistar? Oh, querido —Amber montó la pierna sobre la mesa donde se pasaban las compras e hizo una pose exagerada—. ¡Toda mi sensualidad esta en ellos!

One For My Paper HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora