EL FINAL DE LOS FINES FINALES FINALIZADOS

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—¡Puja! —la animaba Kibum—. Puedes sacarlo, tienes que hacerlo con fuerza.

—¡Creo que ya está a punto! —decía ella mientras seguía pujando con la cara que más que roja, era morada.

—¡Un poco más!

—¡Salió!

Jannie se levantó del inodoro para observar las heces dentro de él.

—No te levantes sin limpiarte... —comentó él haciendo un gesto exagerado de asco.

—¡Papi, ¿viste?!

—Estuve aquí todo el tiempo, tu papi no es ciego. Bien hecho —chocó la mano con su hija—. Ahora termina de limpiarte y luego te ayudo a cambiarte.

La niña de 6 años asintió y volvió al trono. Asegurándose de eso antes de salir del baño, Kibum cerró la puerta y buscó en el pasillo a Amber. Ellos dos habían tenido mellizos, «Jeno» y «Jannie», aunque muy parecidos físicamente, su personalidades los diferenciaban; Jeno no era de los que hablaba todo el tiempo, pero sonreía para casi todo, y Jannie, era al revés, le gustaba hablar y no era muy expresiva con su rostro. Formaron parte de su boda en la playa cuando tenían 2 años de edad. Ésta no fue celebrada en la playa de la ciudad, sino en la que se conocieron de niños.

Para ese día tenían un almuerzo en su casa (A la cual se mudaron con la llegada de los niños), habían invitado a algunos de sus amigos, incluyendo a Bernanda. Alguien llamando en la puerta le impidió a Kibum continuar con su búsqueda. Debía ser uno de los invitados. Encontró a un hombre mayor que él, cargaba el cabello corto y tenía un... el... no sabía qué era exactamente, pero algo en él le recordaba Amber.

—Hola, soy Donghae —estrecharon sus manos presentándose.

—Soy Kibum, el esposo de Amber ¿Eres familiar o un amigo de ella, cierto?

—Te equivocas, nada de eso.

La respuesta sorprendió a Kibum.

—Eh...

—Vine a buscar a mis hijos —anunció seriamente.

—¿Bromeas?

—No.

Luego de 5 segundos de haber sido pronunciada la última palabra en la conversación. Kibum decidió cerrar la puerta, mas Donghae lo evitaba.

—¡Fuera de mi casa, loco! —exaltaba Kibum.

—¡Escúchame —dejaron de pelear por la puerta— ¿¡Acaso no te has dado cuenta que me parezco más a ellos que tú?!

—La mierda que acaba de hacer mi hija se parece más a ti —sonreía burlón.

—¡Hablo en serio! Piénsalo por un momento. Tengo una historia con tu mujer, mira.

Sacó su celular del bolsillo y le mostró unas fotos que se había tomado junto a Amber.

—Cualquiera se puede tomar fotos con ella...

—Si vas a seguir engañándote a ti mismo, me temo que los recuperaré a la fuerza —dijo Donghae guardando su celular.

—Deja de hablar de mis hijos como si fueran tuyos —Kibum empezaba a molestarse.

One For My Paper HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora