CAPITULO 8: MIEDO

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A la mañana siguiente me levante, tome un baño y me vestí, al salir de la habitación recorrí la casa y no encontré a Andrea, regresé a las habitaciones y la encontré en la suya durmiendo profundamente, algo dentro de mí se removió y sonreí al verla dormir tan profundamente, era demasiado hermosa y dulce. No pude evitar sentarme en la orilla de la cama y comencé a acariciar su cabello, ella se movió en la cama y me abrazó por la cintura lo que me hizo reír.

—Bebe—murmuré mientras despierta, hora de desayunar.

—Mmmm... No quiero.

—Anda, vamos ¿no tienes hambre?

—No mucha.

—Bueno, levántate, báñate, cámbiate y vamos a desayunar.

—Si mi general, pero mi general tengo un problema—me contesto como si fuera un soldado.

— ¿Cuál es su problema cadete?

—Mi general, tengo flojera de levantarme.

— ¡Cadete! tiene que levantarse.

—No—ella tomo la sabana y se cubrió por completo, me pare de la cama y de un jalón le quite la sabana.

—Cadete, levántese.

—No. —dijo cruzándose de brazos y haciendo ese adorable puchero que yo solo quería besar.

—Cadete, termino con mi paciencia.

La cargue en mis brazos para sacarla de la cama.

—Tom, bájame—rio—bájame—la baje en la puerta del baño.

—A bañarse.

—Bien general, ha ganado esta batalla.

Mientras ella se tomaba el tiempo para bañarse simplemente me senté en su cama esperando a que ella saliera.

—Estoy lista—dijo Andrea saliendo del baño.

—Bueno ¿qué te parece si salimos a desayunar?

—Genial.

—Bien voy por las llaves de mi auto al departamento y paso por ti ¿Bien?

-Está bien.

Me levante de la cama y besé su mejilla, salí de su casa para ir a la casa que rentaba con los chicos, por suerte ya no estaban así ellos no comenzarían con sus preguntas incomodas. Encontré el juego de llaves y regresé a la casa de Andrea, ella aún no había bajado y me quede sentado esperando por ella. Varios minutos después ella bajo.

— ¿Por qué te tardaste? —pregunte.

—Es que, mi mamá me hablo por celular, me dijo que se iban a tardar otra semana.

—Entonces seré niñero por dos semanas, cuidare mucho a mi bebe—la abrace sintiéndome emocionado de que pasaríamos más tiempo juntos.

Nos separamos, salimos de la casa tomados de la mano, adoraba tomar su mano. Subimos al carro y la lleve a desayunar a un Burger King, como todo un caballero le abrí la puerta y la ayude a bajar del auto. Ordenamos nuestro desayuno y nos fuimos a sentar para esperar la orden, mientras esperábamos platicamos un rato.

—Tom, te quiero hacer una pregunta—me dijo Andrea—no como amiga... si no como fan...

—Está bien fan te escucho. —bromee.

—Se sinceró, ¿Sobre la canción "Stand by me" se la dedicas a Kat? ¿Verdad? ¿O me equivoco?

Suspiré pesadamente, quería dejar todo eso en el pasado atrás y simplemente con eso a veces era difícil.

—Si.

— ¿Serias capaz de dedicarle esa canción a otra chica que no sea ella?

—No lo sé, puede ser, ahora estoy confundido.

—Ahora como amiga ¿por qué estas confundido?

—Ammm... —Era hora de la verdad Thomas—no te mentiré... por... —el chico que anunciaba las ordenes grito el número de la nuestra haciéndome sentir frustrado.

Me levante por nuestra orden, desayunamos, nos divertimos mucho, adoraba hacerla reír. Pero...me quede con el remordimiento de decirle lo que sentía por ella, necesitaba decírselo o mi pecho iba a estallar. Al terminar de desayunar nos fuimos a la casa.

— ¿Qué quieres hacer? —le pregunte.

— ¿Qué te parece si vamos al parque de enfrente?

—Está bien.

Nos tomamos de las manos, cruzamos la calle, le dimos una vuelta al parque, nos detuvimos en los columpios, aun tomados de la mano, nos mecimos en los columpios, parecíamos una pareja cualquiera, maldición, ya díselo Thomas.

—Tom, te quiero enseñar algo.

—Bien.

Andrea me guio al centro del parque, ahí había un árbol, grande y frondoso nos sentamos en el pasto recargados en el árbol, veíamos las nubes pasar y les encontrábamos formas, me encantaba hacer eso de niño, hace tanto tiempo que no podía hacer aquello, pero estando ahí con ella fue especial.

—Esa tiene forma de corazón—dijimos los dos al mismo tiempo.

Nos volteamos a ver y ambos nos sonrojamos.... fue lindo...nos vimos a los ojos, me encanta ver sus ojos, era como ver su alma, nos acercamos de manera lenta y nuestros labios se unieron. Sus labios siempre tan suaves y dulces, me encanta como me besa, era como si me diera su corazón en cada beso. Nos separamos para respirar un poco y yo no pide apartar mi vista de ella, necesitaba gritarle lo que sentía por ella, lleve mi mano a su mejilla.

—Más confundido no puedo estar... —murmure.

— ¿Qué quieres decir? no te entiendo ¿por qué estas confundido?

Suspire.

—Mira yo te quiero mucho...

—Yo también.

—Sí, pero...no estoy seguro de... —no podía dejar de verla a los ojos y termine perderme en ellos—que tanto te quiero...

—No te entiendo...

No pude evitar perderme en la profundidad y hermosura de sus ojos y de un momento a otro empecé a hablar como idiota.

—Es que no se si te quiero como amiga... o algo... mas

—Pero ¿yo que puedo hacer?

—Tu... solo quédate quieta y no te muevas.

Tome su barbilla y la acerque a mis labios, cerré los ojos y la acerque más a mi hasta poder capturar sus labios entre los míos besándola con dulzura. La abrace por la cintura pegándola más a mí, la alce un poco y la senté en mis piernas, ella me abrazo por el cuello, nos separamos de apoco, le daba besos pausados hasta separarnos, la recosté en mi pecho y acaricié su cabello con ternura.

—No sé qué es lo que me pasa... si te amo o solo.... —aspire el aroma de su cabello llenando mis pulmones con él como si fuera un malito drogadicto— o solo el simple deseo de... —la volví a tomar de la barbilla y la acerque lentamente y le di un casto beso sintiendo como mi cerebro se desconectaba y empezaba a hablar sin sentido—deseo sentirte a ti y a tus labios.

La volví a besar, ya me había perdido, me sentía como un drogadicto necesitando de ella como si fuera mi heroína, saboree sus labios hasta que ella se separó de una manera brusca de mí y me sentí algo confundida.

— ¡¿Solo soy un juego para ti?! —pregunto alterada.

¿Qué estupidez había dicho? En ese momento desee haber escuchado a Benedictcuando me dijo que le confesara lo que sentía a tiempo. 

Obsessed 5: InfatuationWhere stories live. Discover now