CAPÍTULO 11

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CAPÍTULO 11


Madrid 2006

Hola —entro en la habitación de Nicholas y como siempre me sorprende. Esta habitación es más grande que cualquier casa en la que haya vivido.

—James —me sonríe a la vez que sus mejillas se sonrojan—, hola.

—¿Qué es eso? —pregunto por todos los papeles que al parecer está revisando sentado en su escritorio. Arrastro una silla y me siento a su lado.

—Am... son los papeles para entrar a la universidad, ya terminé los exámenes libres para terminar el instituto y me entregan mi certificado en unas semanas —su voz es triste—. Mientras debo ponerme al día para entrar a la carrera.

—Admiro como fuiste capaz de terminar tu último año en solo unos meses. Pero Nick ¿Qué hay con lo de ser pediatra?

—No puedo hacer eso, debo hacerme cargo de los negocios de papá. Es mi deber.

—¿Y estarás bien con eso? —puedo ver en sus ojos que quiere responder que sí, pero en realidad ni él está seguro.

—Vas a estar conmigo ¿verdad? —hay un brillo de temor en sus ojos que me hace tragar en seco.

—Claro que sí —me acerco a su rostro y lo beso lentamente—. ¿Ya terminaste de revisar esos papeles? —pregunto pegado a su boca a la vez que meto mi mano por debajo de su camiseta.

—¿Eh? Solo me falta firmarlos... —dice nervioso— ¿quieres algo de beber? —se aleja y casi sale huyendo de la habitación.

Sonrío porque Nicholas es demasiado lindo.

Me quedo viendo los papeles encima de su escritorio y con una opresión en el pecho saco de entre mis ropas el documento que Hans me dio, el que Nicholas debe firmar y lo meto en medio de los documentos de la universidad. Creo que los ojos se me nublan porque no podré cumplir las palabras que le acabo de decir a mi chico. No estaré con él. De hecho, hoy es mi último día a su lado.

Mañana a esta hora mi familia y yo estaremos viajando a Portugal para luego por fin viajar a Estados Unidos. Mañana a esta hora Nicholas va a estar maldiciendo haberme conocido.



Nueva York 2017

Edward.

Greg se hace cargo casi por completo de la reunión porque yo no puedo apartar los ojos de Nicholas. Sus ojos son tan hermosos como los recuerdos, su mandíbula se hizo más cuadrada dándole rasgos más masculinos, pero siguen siendo suaves. No estoy seguro, pero se me hace que también es más alto y definitivamente su cuerpo ya no es tan delgado si no que ahora tiene cierto grado de musculatura.

Dentro de la reunión ha tenido pocas intervenciones, solo habla cuando Verónica o Samantha piden su opinión sobre algo y en esas ocasiones he tenido que luchar por no quedarme con la boca abierta. Y no es solo porque su voz se ha hecho más grabe sino por la manera que habla de negocios, proyecciones y estrategias. Es tan seguro sobre cada palabra que sale de su boca que tiene embelesado a más de uno de los ejecutivos en esta sala.

—Esas son nuestras condiciones —me obligo a poner atención cuando Verónica habla y mi hermano me golpea por debajo de la mesa.

—El señor Carter aquí presente —Greg presenta a quien ha sido uno de nuestros mejores trabajadores— será quien se dirija a España y ser nuestro representante allá.

Todo de mí. PRONTO EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora