Don't Forget Where You Belong |Niall Horan| TERMINADA

Capítulo 2

Al día siguiente, un montón de criticas e insultos llegaban a todas horas a mi twitter. Pero no los hacía caso, ni siquiera los miraba.

Estaba desayunando cuando me empieza a sonar el móvil, alguien me llamaba. ¡No me dejan ni desayunar tranquila!

 -Si

-¿Tamara puedes venir hoy y hablamos?- Pregunta mi representante.

- Lo intentaré.

-Vamos Tamara te dejaré que cambies lo que quieras de ti pero ven a hablar conmigo.

-Voy. Te lo prometo.

-Bien.

-Adiós- cuelgo y dejo mi móvil a mi lado mientras desayuno.

 Al terminar decido pasar el día fuera de casa.

Me voy a mi habitación, abro la puerta del vestidor para arreglarme y decido que ponerme hoy.

 Cojo mi móvil, la tarjeta y las llaves del coche y salgo de mi casa.

Como siempre algunas fans estaban fuera de mi casa esperando a que saliera, me hago fotos con algunas y me meto en mi coche.

Por el camino me pongo a escuchar canciones mías para ensayarlas un poco más.

Media hora después llegaba a mi destino. El centro comercial. Hoy tenía ganas de ir al cine, comprar y estar sola.

Después iría a hablar con Larry, mi representante.

Quería comprar ropa distinta a la que solía llevar.

Dejo en el aparcamiento el coche y salgo de él con la capucha puesta porque llovía y no tenía paraguas. Odiaba la lluvia.

Al entrar al centro comercial, me quito la capucha y la gente me reconocía. Como no.

Ruedo los ojos, cansada de todo y sigo por mi camino.

Narra Niall

 Me levanto tarde, hoy no tenía que trabajar y quería relajarme. Me visto y bajo a desayunar. Taylor y Jorge estaban en la cocina, dándose besos y besos. Me encantaría tener novia, una que no me quiera por lo popular que soy aquí, si no, por mi forma de ser. La cuidaría como si fuera mi vida. La haría solo mía.

Cojo un zumo de naranja de la nevera y me voy al salón.

Alcanzo el móvil y reviso twitter. Veía un montón de noticias nuevas sobre Tamara.

"Tamara quiere cambiar de personalidad"- ¿cómo?- me pregunto sobresaltado.

"Tamara hoy a estado sola en casa"- ¡bien! tiene que estar soltera para cuando me conozca.

"Tamara se ha enfadado con su representante según la entrevista de ayer"- tengo que ver la entrevista entera.

"Tamara esta en el centro comercial DMM"

-¡¡QUE TAMARA ESTÁ EN DMM!! No me lo creo. - Grito por toda la casa.

Me bebo el zumo y le tiro a la basura.

-Taylor me voy al DMM que esta "mi novia".- hago comillas con los dedos.

-Te hemos oído. Pasatelo bien.- me desea.

-Gracias.-sorprendido me fui de casa. Cojo las llaves del coche, dinero, el móvil y un paraguas.  Bajo las escaleras y me meto en el coche. Le arranco y pongo música de Tamara para cantarla y sentirla en mi corazón.

Al llegar al centro comercial, aparco el coche y corriendo -porque llovía- me acerco a la puerta.

No me podía creer que hoy pudiese verla, tocarla, olerla... Mi cuerpo no paraba de temblar. Para encontrármela primero tenía que buscarla. Subí por las escaleras mecánicas y fui buscando desde fuera por todas las tiendas. Tienda tras tienda y no la encontraba. 

Llevaba ya tres horas buscándola y no la había encontrado. Pero sabía que no me iba a rendir. Un Johny nunca se rinde. 

Mis piernas ya no podían más y decidí sentarme en un banco para descansar un poco. 

 Al sentir mis piernas más relajadas suspiré, me llevo las manos a la cabeza y vuelvo a suspirar. 

-Buf porque eres tan difícil de encontrar.

De pronto una pulsera se cae al suelo desde el otro lado del banco y me agacho para cogerlo.

La pulsera era preciosa, me giro para dársela a su propietario y descubro que era ella... 

 Narra Tamara

Compré en varias tiendas. Creo que la gente no se acercaba a hacerse fotos conmigo porque saben que estoy muy enfadada con el mundo en general aunque eso es mentira. La gente se lo inventa.

Yo estoy más feliz que antes.

Al acabar de comprar que estuve poco tiempo porque es dificil cambiar de gusto tan de repente fui al cine para ver alguna película. Escogí palomitas y un limón granizado en el bar del cine y entré a ver Los Juegos Del Hambre.

Al salir, miro el reloj y se me hacía tarde para ir a hablar con Larry. Aunque tenía que ir igualmente.

Llevaba demasiadas bolsas en una mano ya que en la otra llevaba la limonada que todavía no me había tomado y la otra mano estaba reventada. 

Me siento en un banco y me tomo tranquilamente la limonada.

Voy metiendo las bolsas pequeñas en las grandes. Al agacharme para coger todas las bolsas, la pulsera que me había regalado mi madre de pequeña y siempre llegaba se me cae al otro lado del banco. 

Un chico rubio me la coge y al girarme me encuentro con su cara. Estaba pálido, sus grandes ojos azules me hipnotizaron.  

El chico tenía la pulsera en la mano, se la cojo y me la pongo.

-Me tengo que ir- cojo las bolsas y me marcho corriendo.

- TAMARA- oí que alguien me gritaba a lo lejos pero no lo hice caso. Sabía que era aquel chico. 

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