Capítulo 35

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- Señor, tiene que despertar. Ha llegado.- abro los ojos. Me había dormido durante el viaje, después de leer la carta que había dejado mis ojos rojos.

- Ya salgo. Lo siento- me levanto y agarro mi maleta.

Cojo el móvil del bolsillo y llamo a Taylor.

- Taylor ya estoy aquí, ¿puedes venir a recogerme al aeropuerto?

- Si claro ¿dónde me esperas?

- En los bancos que hay a la entrada del parking. Estaré con la capucha puesta por si no me ves, aunque vigilaré por si vienes.

- De acuerdo. Voy para ya.- cuelga y me dirijo al lugar que la había citado. En cinco minutos ya estaba allí.

- ¡Niall!- sale del coche y me abraza como a un peluche.

- Hola Tay-Tay

- Oh, veo que no has cambiado nada allí- empieza a reírse.

- Al contrario. España de ha cambiado.

- Lo se, me ha contado Emma como te portaste con ellos.

- Un auténtico idiota, no hace falta que me lo digas. Sube al coche que tengo prisa por ver a alguien.

- ¡Oh! Ya voy- subimos y arranca.

Cuando llegamos a mi casa, la de los tres, saludo a Jorge y me despedo de ellos.

Salgo corriendo hacia la casa de Tamara.

Estaba en frente de su casa, respiraba apoyado sobre mis piernas. Tras haber recuperado el aliento, vuelvo a mi postura recta y respiro profundamente. Levanto mi mano y llamo al timbre.

Las luces estaban encendidas pero nadie habría y era bastante raro.

Se me ocurre una idea.

Voy hasta la parte trasera donde se situaba una pared no muy alta que podía perfectamente saltar.

Cojo carrerilla y subo impulsándome con los pies apoyados en la pared. Me siento en el final del muro y salto hasta el suelo.

Voy hasta la puerta transparente que separa la casa del patio y la abro en silencio.

Ella estaba en la cocina, con los cascos y cantando en voz baja.

Me voy acercando a ella para pegarla un susto. La agarro de la cintura y ella pega un brinco, despista los ojos de la sartén y me mira sorprendida. Se da la vuelta y me abraza fuerte.

- Mi amor ¡has vuelto!

- Lo siento Tamara. Siento mucho no haberte creído.

- ¿Qué?- pregunta sin saber que he dicho. Le aparto los cascos de las orejas y se lo vuelvo a repetir.

- Lo siento mucho.

- ¿Por qué?

- Quiero estar contigo pero soy tan idiota que por solo una mierda de beso te perdí y no quiero que nunca pase.

- Bueno... no importa, olvidemos todo. Yo también cometí errores, ahora tenemos que disfrutar el tiempo que no estuvimos juntos.

- Olvidado.

- ¿Quieres dar una vuelta?

- Lo que la señorita quiera- ella se empieza a reír, me contagia la risa y acabamos los dos riendo. Tras dos minutos sin parar de reír, paramos y nos miramos a los ojos. Yo a sus ojos verdes y ella a los míos. Necesitaba una foto de ese momento. Estábamos más que enamorados. 

Ella se va acercando a mis labios y yo a los suyos, terminando en un cálido y largo beso lleno de deseo.

- Lo echaba tantísimo de menos- digo entre beso y beso.

Tamara deja de besarme y comienza a hablar.

- Nunca he pensado que podía querer tanto a una persona hasta que...- se lanza de nuevo a mis labios- te perdí. Eres mi vida.

Narra Tamara

Pensaba que todo esto era un sueño. Había tenido muchos de este tipo pero cuando saboree sus labios sabía que estaba aquí, que no era un sueño.

- Eres hermosa

- Lo mismo digo.

- ¿Hermosa? ¿Yo?

- Si guapa.

- Oh que alago- imitaba la voz de una chica mientras se imaginaba que tenía el pelo largo y lo ondulaba- voy al baño a pintarme- se aleja de mi, sube las escaleras y entra al baño. Mientras yo le esperaba abajo riéndome sin parar.

Estaba tardando mucho para lo que pensaba que iba a hacer, cuando me di cuenta de que en ese baño no tenía que pasar.

Subo rápido las escaleras y asustada observo a Niall tirado en el suelo. Ya se había dado cuenta de todo.

- Niall no quería que vieras esto...- me acerco a él. Le agarro de las manos y le miro con mucha sinceridad.

- Pensaba que no era verdad... ya sabes esto.- señala a la sangre que cubría la mayoría del suelo de aquel baño.

- Estaba muy furiosa, pensaba que nunca te iba a recuperar y sin mi vida- le señalo- tampoco hay cuerpo.

- No me gusta que hayas echo esto Tamara. -agarra mis brazos y dirige sus ojos a los cortes profundos que llenaban mi brazo. Los acaricia suavemente sin hacerme daño y después los besa.- No lo vuelvas a hacer ¿prometido?- asiento y una lágrima cae por mi mejilla.

- Te quiero tanto- le abrazo fuertemente- pensaba que cuando vieras esto nunca me perdonarías.

- Te equivocabas amor.

- Si, estaba muy equivocada.

Nos levantamos del suelo y salimos del baño intentando no pisar la sangre.

- Voy a coger una bayeta para limpiarte esto- dice él.

- No tranquilo, espera tú en el sofá que yo lo hago.

- Lo que quieras princesa.

¡Princesa! Echaba de menos todos esos halagos que me enamoraban cada día más de él.

Os quiero xx

Don't Forget Where You Belong |Niall Horan| TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora