Emma
Estaba tan apurada terminado de limpiar la recámara y justo cuando recojo la camiseta de David encuentro en su cuello una mancha de labial, eso me hace pensar y temblar, no podía ser cierto, desesperada le pido a carmen que termine de hacer la limpieza y salgo a toda marcha de mi casa, me subo a mi camioneta y durante el camino le marcó a mi mejor amiga Nina, quien me contesta y decide vernos en una cafetería cerca de la ciudad, ella y yo siempre hemos sido amantes de las cafeterías, además de salir a eventos artísticos y literarios, la conocí en la universidad, ella es una gran artista plástica, se dedica ha ser montajes de escenografías, realmente es muy buena en todo lo que hace, llego y veo que ella ya se encuentra adentro.
— ¿que pasa Emma ?
Comienzo a llorar desesperadamente.
— creo que David tiene a otra mujer.
— ¿Que?... ¿Cómo lo sabes?
Veo que Nina tiene cara de asombro, intenta tranquilizarme abrazándome, acariciando mi brazo y mano pero eso no impide que mis lágrimas resbalen por mi rostro.
— ha llegado muy tarde a la oficina estos últimos meses, hay días en los cuales ni siquiera llega, me avisa que tiene que irse de emergencia pero hoy descubrí una de sus camisas manchadas de labial rosa, yo no uso ese tipo de labial .
— pero pudo haber sido su madre o hermana.
— no lo creo, él nunca va a verlas entre semana.
— y si, ¿ellas fueron a visitarlo?
— no sé, no creo, no lo sé, él ha cambiado mucho, amiga, mi matrimonio está arruinado, lo perdí amiga.
— no, tranquila, todo se puede solucionar, solo es cuestión de que ambos platiquen.
— lo intento pero no puedo.
Terminamos de platicar y me acompañó a comprar semillas para mis nuevas plantas que pondré en el jardín, estábamos comprando viendo las macetas y varias plantas cuando a través del cristal vi pasar a mi esposo de la mano de una rubia de piernas largas y ropa elegante, muy provocativa para mi gusto, salían de un restaurante y justo frente de nosotros están a punto de subir al carro de mi marido, fue entonces donde pude ver como ella lo sujetó de la cintura y comenzó a besar su cuello, él la abrazó más a su cuerpo, la beso con pasión, sentí que toda mi vida se venía a bajo, como podía haber tirado tres años de matrimonio a la basura, sentí mis piernas quebrarse, pero mi corazón dolía, me faltaba el aire, Nina me ayudó a sostenerme, ella también había presenciado toda la escena, no pude dejar de llorar, quería salir corriendo de ese lugar, desaparecer.
Nina me ayudó a manejar, realmente yo estaba perdida, ni siquiera pensaba en quién era y donde estaba, solo venían a mi los recuerdos en mi mente, esos que me hacían ver todas las señales, no podía creer que mi marido pudo engañarme, yo lo amaba, yo di todo por el, mi carrera, mi tiempo, mi corazón, mi vida, yo jure serle fiel en la salud, en la enfermedad, estar con él siempre, apoyarlo y ahora él sale con esto, no sé qué hacer, tengo miedo.
— yo tengo la culpa!!
— que??? No, Emma, no pienses así, tú no tienes la culpa de nada, él es el imbécil aquí, así que basta de culparte amiga.
Llegamos a la casa de mi hermana, no quería regresar a mi casa y verlo, no me encontraba bien, además no podía nisiquiera dejar de llorar.
— Emily, necesitamos de tu ayuda.
Dijo Nina al tocar a su puerta y ella al verme triste enseguida se alarmó, Emily era mi hermana mayor, siempre me cuidaba, cuando nuestra madre murió yo tenía cinco años y ella doce, mi hermano tenía diez pero entre ambos cuidaban de mí, mi padre se deprimió mucho ante la muerte de mi madre y se volvió frío, pero con el tiempo empezó a cambiar su frialdad y comenzó a ser atento con nosotros, aunque Emily fue una segunda madre para mí, ella me peinaba y enseñaba cosas tan sencillas del hogar, éramos un gran equipo ella, mi hermano y papá, podía decir que me conocía muy bien y cuando se casó con John me alegré ver cómo había encontrado a un gran hombre, era detallista y amable, cuando mis sobrinos nacieron el se convirtió en el padre más feliz del mundo al tener gemelos los cuales eran un encanto, siempre me alegro ver la gran familia que tenía y rogaba por algún día ser tan feliz como ella lo era.
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No me dejes
Short StoryTras casarse tan joven Emma una chica con gran poder económico y posición social descubre que él felices por siempre solo sucede en los cuentos de hadas y las novelas de los cuales era fanática, y le encantaba leerlas una y otra vez. A sus 25 años d...