Parte 95

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Eso fue todo para mí. Me destrozaste.

Grité y arrugué tu ropa con mis manos, sintiendo como agonizaba de dolor.

No podía respirar, sentía una gran opresión en el pecho, como si alguien intentara ahogarme.

—Nunca olvides esto, tonta: Te amo más que a mi vida y ya no la concibo si tu presencia.

Olvidé como respirar. Con tus palabras, me quitaste el poco aire que me quedaba de un plumazo. Acercaste tu rostro y fijaste tus ojos marrón claro en los míos. Acunaste mis mejillas entre tus manos calientes y chocaste nuestras frentes.

—Payasita, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

Sonreí en grande. Y cuando creí que me basarías, me sorprendiste con una pregunta tonta:

—¿Cómo te llamas, Payasita?

Me reí antes de responderte:

—Zahely, me llamo Zahely. Y me parece tonto que...

No me dejaste terminar, me robaste el aire con tus labios.








A 3600 metros© [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora