Capítulo XII: Dragón azul

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Disclaimer: Todos los derechos de Owari no Seraph (Seraph of the End) pertenecen a Takaya Kagami, Yamato Yamamoto y a Daisuke Furuya.

Advertencias: AU ǀ Yaoi (Boy's Love) ǀ Incesto ǀ Yuri (Shojo ai) ǀ OoC ǀ Uso de sufijos honoríficos ǀ Contenido sexual.

Pairings: MikaYuu (Mikaela x Yūichirō) ǀ Secundarias: GureYuu (Guren x Yūichirō). MitsuNoa (Shinoa x Mitsuba). KimiYoi (Kimizuki x Yoichi).

N/A: Mi hermana se apiadó de mí y me prestó su portátil, aparte he tenido un par de días libres así que aquí me tienen :D

...

Es claro ver que está tratando de decir

Preciados sueños por siempre dormidos

Endlessly Muse

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ǀ Monochrome ǀ

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Era ella, no había duda. Ella, su princesa, su amado y anhelado tesoro, besaba con hambre a otro hombre que no era él. Un hombre que conocía, a quien más confianza le tenía y del que nunca se hubiera atrevido a dudar. Un sujeto que resultó ser el villano del cuento. Otro príncipe... El dragón.

Se suponía que ellos compartían un lazo filial, amor puro sin pretensiones ni pecados. Hijos de los mismos padres, criados a la vez. Hermanos. ¿Entonces por qué se besaban de esa manera? ¿Por qué se tocaban de esa forma tan obscena? Sintió algo parecido al asco de tan solo mirarlos.

El que cayera al suelo provocó un ruido sonoro, alertando a la princesa y a su amante. La chica tardó en espabilar, quizá el beso había sido demasiado intenso; pero una vez que estuvo en sus cinco sentidos y logró enfocarlo, su expresión se deformó en una que jamás le había visto. Su rostro destilaba terror puro.

El dragón también cayó en alerta mas logró mantener la calma. Ambos, el dragón y la princesa, se acercaron a donde él. De aturdido que estaba no lograba escuchar con claridad las palabras que le dirigían. La princesa balbuceaba disculpas y le pedía que la dejase explicarse; el dragón, siempre serio y reservado, le exigía calma y que los escuchara.

Sin embargo, no podía. Estaba sorprendido, desconcertado, molesto, decepcionado y molesto de nuevo. Nunca se esperó observar tal escena entre ambos hermanos. Además se sentía traicionado; la princesa le había apuñalado por la espalda, besó a otro que no era él y quién sabe cuántas cosas más habría hecho a sus espaldas. Jugó con sus sentimientos, con el amor que le profesaba, con su persona, con su orgullo y su dignidad.

No quería explicaciones ni disculpas, lo único que necesitaba era huir de ahí antes de que el aire del lugar lo envenenara. Retiró a la princesa con un jalón brusco y empujó fuertemente al dragón. Y corrió y corrió lo más que sus piernas se lo permitieron. Las lágrimas corrían por sus mejillas y el corazón amenazaba con salírsele del pecho.

Así terminaba el cuento, ya ni siquiera hacía falta el punto y final.

Capítulo XII

Dragón azul

A pesar de ser catalogado como un irresponsable por la mayoría de sus compañeros, Guren siempre asistía todos los días a su trabajo; sin importar el clima, su estado anímico o de salud, a veces ni siquiera importaba si se trataba de alguna fecha festiva.

Curiosamente, nunca había podido quitarse el mal hábito de pasearse por toda la farmacéutica, de estar en todos lados menos en su oficina. Una mala maña que pocos parecían tolerar, como su adicción al tabaco. El único que parecía tolerar ambas a la vez era Kureto.

Monochrome [MikaYuu/Owari No Seraph]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora