Mis Lagrimas Son De Sangre (En Edición) [Reiji Sakamaki] [[Book One]]

Satisfechos

El camino de regreso a la mansión después de haberme despertado solo fue peor.

Fueron los veinte minutos más largos dei vida, sentía la mirada de cada una de las personas en ese auto sobre mi.

Yui solo se tomó la molestia de darme una caja de jugo de moras y no hizo más preguntas.

Y la llegada a la mansión tampoco fue mejor.

Ignore las miradas cómplices de todos y apenas llegamos abrí la puerta de la limosina y camine rápidamente a mi habitación encerrandome en esta y cerrando la puerta con llave.

Se suponía que aqui estaría a salvó al menos por un tiempo.

Ni siquiera tenía hambre.

El simple hecho de pensar en bajar a la cocina y encontrarme con alguno de ellos me crispaba los nervios.

Lance la mochila a la cama y me deshice del frío y horrible uniforme, tomé rápidamente mi enorme pantalón deportivo negro y una blusa gris manga corta que había dejado sobre la silla por la mañana.

Esto era mucho más cómodo.

Deje mis lentes en la mesa de noche y me lance boca abajo sobre la cama dejando salir mi energía en un bufido sobre la almohada.

Cerré los ojos y trate de que mi cuerpo se relajara.

Tal vez, si repito en mi mente constantemente que me quiero morir mi corazón se detenga y todo termine.

-Kaori -una voz detrás de la puerta llamo.

Insultar está mal, maldecir es peor, insultar está mal.

-No existo ahora, vuelva para mí funeral -escuche la risa de Yui dentro de la habitación.

-Supongo que no tienes hambre entonces -escucharla dentro de la habitación era escalofriante.

"Son puros vampiros, claro que se teletransportan cuando les sale del nabo".

Volví a jugar y me senté como indio en la cama pasando una mano por mi cabeza.

Yui se acercó con una bandeja llena de comida, que, a decir verdad olía delicioso.

Dejo la bandeja frente a mi sobre la cama y se sentó a mi lado.

Supongo que a hacerme compañía.

-No tenías que mandar a Akane y a Reiko conmigo -hable antes de tomar un bocado de arroz.