El sol me molesta, intento evitarlo pero es imposible. Quiero dormir, me duelen todos los músculos. Abro los ojos, me giro para abrazar a Aitor pero solo están las sabanas frías. Me vuelvo y huelo su almohada, me encanta su olor. Con pesar salgo de la cama, voy al baño y me aseo.
Miro por toda la casa, no lo encuentro por ninguna parte.
-Aitor- grito, miro en la terraza pero nada.- ¿Aitor?, donde se ha metido...
Preparo Cola cao y unas tostadas. Como veo que no viene me pongo la ropa de correr y salgo de casa. Me encantan estos momento, yo, la música y el viento. Siempre me ayuda a pensar y a respirar. Durante poco menos de dos horas me olvido del mundo, de los problemas, de todas las cosas que me afectan. Siempre corro sola, no me gustan las personas que van acompañadas. Es una pérdida de tiempo.
Vuelvo a mi piso con la esperanza de encontrarlo, no quiero mandarle un mensaje. No se que podrá hacer un sábado por la mañana, quizás se fue a hacer foto. Entro y como esperaba está vacío, aun no volvió. Me ducho, el agua me sienta genial. Me pongo un pijama corto y me dirijo a la cocina. Voy hacer la comida, no se me da muy bien pero me defiendo. Me apetece pasta, así que haré espaguetis a la boloñesa. Pongo música fuerte y empiezo a cantar.
-Hola guapa- me giro y veo a Aitor apoyado en el marco de la puerta.
-Ey, Hola- lo ignoro, me centro en la comida.
-¿Qué haces?- me abraza por detrás y apoya su cabeza en mi cuello- huele muy bien.
-La comida-sube sus manos hasta colocarla en mis pechos- vaquero, baja esas manos.
-¿Por qué?- me besa en el cuello- estoy cómodo.
-Porque estoy haciendo la comida y tú me metes manos...
-¿Y eso es ilegal?- parece que esta juguetón
-Si, en esta casa hay normal- me muerde el lóbulo de la oreja
-¿Como cuáles?- baja una mano hasta mi culo- me gustaría saberla para no violar alguna.
-Pues como que no me puedes meter mano cuando estoy trabajando o haciendo cualquier otra cosa...
-Continua- aparta la mano de mi pecho- una pena entonces..
-No puedes ir semi desnudo por la casa-le recuerdo la forma que me recibió ayer y me pongo loca..
-¿Por qué?- me mira, ya no me toca- tenía calor.
-Las normas son las normas- apago el fuego y me alejo de él.
-Entonces tú puedes ponerte esto- tira de mi pijama-¿que se supone que es?
-Un pijama idiota...
-¿A si? pues no cubre mucho- tira de él y me acerca a su cuerpo- prácticamente se te ve el pecho- me besa el escote, tengo que cerrar los ojos para no suplicar- también se te ve los cachetes del culo- me los agarra con ambas manos y me acerca a él- ¿eso está permitido?
-No exageres- intento alejarlo pero es imposible- suéltame.
-No hasta que me des un beso- sonríe- de bienvenida...
Me lo pienso, si le doy un beso ganará pero si no se lo doy no me soltará. Yo también lo quiero, deseo besarle. Me pongo de puntilla y le rodeo el cuello. Me acerco lentamente a él, quiero seducirle. Saco mi lengua y sigo el camino de sus labios. Siento como se tensa, le muerdo el labio inferior y después el superior. Solo me mira fijamente, yo sigo con el juego. Empiezo a darle besitos por su mejilla. Le beso cuando no puedo seguir con el juego, le beso con pasión. El me recibe con ganas. Nuestras leguas empiezan a jugar a un ritmo descomunal. Me aprieta fuerte el trasero y jadeo. Salto y le rodeo su cintura con mis piernas.
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Sueño Deseado.
RomanceSegunda historia de la trilogía Sueña. Alison Sprenger se enamoró del hermano de su amiga Blanca de Armas cuando lo vio por primera vez con 15 años y aún no olvidó su beso, su primer beso. Pero cuando lo ve en la empresa de su hermano y el ni siqui...