Epilogo
Probablemente habían pasado cinco años desde que se había marchado de ese bosque, no había cambiado mucho en realidad o al menos así lo sentía. Se fijó en la cabaña que alguna vez habitó, cubierta ahora por enredaderas y otras clases de plantas además de hongos, lo curioso es que aun con el tiempo ninguna criatura se acercaba a ese lugar, Bill sonrió con cierta prepotencia ¿en serio aún le temían a su presencia? ¿Aun cuando se había marchado por tanto tiempo? Era algo para estar orgulloso.
Abrió la puerta con algo de dificultad, estaba algo trabada pero consiguió adentrarse en ella y contemplar su interior, estaba más o menos igual solo que sucio y con aún más plantas en su interior. Dejó la mochila de viaje que cargaba consigo a un lado y se dedicó a pasearse por el lugar, no pudo evitar sentirse algo nostálgico pero no tenía tiempo para esas cursilerías. Se dirigió a la que fue su habitación, no sabía si era idea suya o apestaba un poco pero no le dio mayor importancia a eso y siguió explorando, claro que le sorprendió no hallar aquel diario que había dejado en ninguna parte.
—¿Quién pudo entrar aquí? ¿Acaso ese viejo gato se lo llevó?—Decía para si antes de sonreír un poco de solo pensar que el felino pudo leer sus anotaciones—. Tal vez sea bueno darle una visita luego de tanto tiempo.
No se lo pensó mucho más y salió de la cabaña, antes, naturalmente hubiera llevado su escopeta consigo, ahora cuanto mucho llevaba un cuchillo por si necesitaba defenderse de alguna criatura. Bill no había cambiado demasiado en esos cinco años, tal vez se veía ligeramente más maduro que antes y había crecido solo un par de centímetros, además que ya no vestía con aquellas clásicas ropas de cazador, podría decirse que vestía como alguien normal.
Se adentraba cada vez más en aquel bosque, no había olvidado para nada el camino entre todos esos árboles, aun había un par de cosas con las que podía ubicarse y con cinco años no crecían tanto los arboles nuevos, así que podía ubicarse todavía por lo cual no fue difícil llegar a donde quería llegar. Ahí estaba, aquel tronco caído donde habían hecho una especie de cabaña "salvaje", así la llamaba desde que la vio por primera vez; claro que no esperaba recibir un golpe que le derribó contra el suelo provocándole algo de dolor, no se lo esperaba ni mucho menos que algo en su pecho le evitara levantarse.
—En realidad, si me esperaba este tipo de recibimiento...—sonrió ladino para fijarse en lo que le mantenía contra el suelo. Era una criatura algo grande, de cuatro patas, pronto logró distinguir de quien se trataba—.Vaya pero como haz crecido, la última vez que te vi no era más que un cervato llorón...
—¿Por qué volviste, Cipher? Este bosque estaba mucho mejor sin tu presencia... —gruñó el mitad animal, el cual ya no era aquella cría que el cazador había tratado tantas veces de capturar, era todo un macho adulto, con sus largas e imponentes astas, además que se veía mucho más fuerte.
—¿Ya no puedo venir de visita? Eso es grosero—ahogó un quejido cuando la pata del contrario hizo presión sobre su pecho.
—Dipper ¿Qué está sucediendo?—Ambos giraron la cabeza para ver al sphinx que salía de la apertura del tronco para acercarse a los dos—¿Bill?—murmuró sorprendido de volver a ver al humano luego de tanto.
—Ey Fordsie, cuanto tiempo sin vernos.
Dipper se apartó del rubio cuando su tío se lo indicó, aunque no se alejó mucho pues no sabía si el humano planeaba algo malo, si intentaba hacer algo estaba dispuesto a matarlo el mismo, a fin de cuentas así le habían entrenado por esos años, Stanford ya estaba algo viejo para cuidar de aquel bosque así que ahora era su sobrino quien se ocuparía de esa labor.
—Creí que eras tú quien espantaba a los humanos, no el adulto Bambi—comentó divertido mientras se sentaba en el suelo tosiendo un poco; Dipper solo frunció el ceño.
—Ya estoy muy viejo para esas cosas, ahora que Dipper es un adulto es quien se encarga de ese tipo de cosas, agradece que te dio el beneficio de la duda, de ser otro no hubiera dudado en matarte—explico sentándose frente al rubio, este levantó la cabeza hacia el castaño que seguía mirándole con cierto desprecio, vaya que había cambiado bastante.
—Oh~ quien diría que el pequeño metiche se convertiría en un cazador de hombres—soltó con burla. El ciervo giró sus orejas en signo de agresividad, de no ser por su tío ya lo hubiera golpeado.
—Dipper tranquilo, ve a ver a tu hermana, yo estaré bien...—indicó el felino a lo que su sobrino dudó un poco aunque al final se resignó y solo se alejó por los arboles hacia el lago que estaba en las cercanías—. Creí que jamás regresarías...
—Solo estoy de visita, o algo así, intenté vivir en el pueblo pero supongo que ya estaba tan acostumbrado a la soledad que no pude adaptarme, así que tal vez me vaya a otro bosque menos encantado—contestó encogiéndose de hombros mientras acercaba su mano al hocico del gran gato y lo acariciaba—. Algo faltaba en mi casa...
—¿Esperabas que todo siguiera igual luego de cinco años? —sonrió dejándose hacer por el rubio.
—Casi todo lo estaba, una que otra maleza pero las cosas que deje estaban iguales, solo faltaba mi cuaderno de notas...—Stanford sabía bien a que se refería—. Supuse que solo alguien sería capaz de entrar para llevárselo...
—Sí, tienes razón en ese punto, yo lo tengo, era lo único importante que dejaste luego de que desaparecieras...
—Las despedidas no eran lo mío y no quería darte explicaciones—se llevó su otra mano a su nuca mientras ladeaba un poco la mirada.
—Pues entonces no te despidas ¿Por qué no te quedas? Siempre y cuando no mates a nadie te puedes quedar con nosotros...
—No creo que a tu sobrinito le agrade, parece que le caigo mal—dejó salir una risa pasando su mano por la cabeza del gran gato.
—Solo es un poco agresivo cuando se trata de cuidar el bosque, pero es un buen chico. Quédate con nosotros, así no te aburrirás estando solo en otro bosque y no tendrás que preocuparte por despedirte...
Cipher cerró los ojos dejando salir una suave risa antes de juntas su cabeza con la del animal, accediendo a su oferta de vivir el resto de su vida en aquel bosque ¿por qué no? Ciertamente en el pasado había sido alguien muy peligroso para todos ahí, pero era joven, algo tonto e impulsivo, siempre había estado solo y suponía que cualquiera de esas criaturas le haría daño. Admitía que la compañía del sphinx le había hecho cambiar un poco y mirar las cosas de otra manera, aún era algo cruel pero podía resistirse o al menos solo usar esa crueldad para fastidiar a Dipper.
—Tu sobrino se ha puesto...interesante—comentó divertido mientras caminaban hacia aquel lago donde estaba el mitad ciervo sentado junto a un árbol mirando a su hermana la sirena la cual hablaba feliz de la vida con él y la chica lobo—. En realidad si han cambiado varias cosas en este bosque...
—No tienes idea de cuánto y no digas eso cerca de él o te golpeara—Stanford se rió un poco mientras se acercaba a los otros en compañía del nuevo miembro de su familia, Bill pudo ser insoportable al inicio pero ahora era su amigo e incluso llegaba a tomarle el mismo cariño que a sus sobrinos—. Y sí, muchas cosas han cambiado en este bosque.
FIN
Creo que el epílogo me quedó más bonito que los capítulos en si (¿?) O no lo sé, espero que les haya gustado, gracias por seguir esta historia hasta el final, en serio se aprecian mucho sus votos y comentarios :D Nos vemos en otra historia, se despide su querida Lucy <3
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Manual para cuidar a un gato
FanfictionA muchas personas les gustan los gatos, Bill no era la excepción. El suyo hacía y necesitaba las cosas básicas que cualquiera necesita: afilaba sus garras, necesitaba cepillado, afecto, comida, arena, algo de aire libre, dormir mucho tiempo al día...