#15 Malas mañas

129 11 0
                                    


—¿¡POR QUÉ NO ME LO DIJO ANTES!?

Terra me sostuvo de los brazos. Luché para soltarme de la impotencia que sentía.

—Lo lamento tanto. Pero tu, tenías que descubrirlo sola.

Intenté zafarme, sin embargo Terra no soltaba mis manos.
Entonces lloré. Y caí al suelo. No podía creer que sucediera de nuevo. No quería esto para mi hija. Yo quería que fuera feliz.

Terra se arrodilló y me abrazó.

Solté alaridos, mientras jalaba de mi cabello y lloraba de impotencia.
Nada se sentía peor que esto. Un padre negado. Un embarazo inesperado. Una falta de cariño todo este tiempo.

No nada. Este si era dolor. Esto era sufrir enserio.

—Caroline... No llores. Tu muerte no será dolorosa...

Negué arañando mi cara.

—¡No lo entiendes! ¡Ella crecerá sin mi! ¡Nunca sabrás lo que es crecer sin una madre! ¡Nunca!

Golpeé el suelo, llegando a romperlo.

—No quería esto para ella... Yo quería que viviera... Feliz. Que tuviera una mejor vida que la mía... Esto no es nada de lo que quería... Ella no... Ella no merece esto...

Dije entre alaridos. Mi cara ardía. La sangre parecía haber brotado de mi rostro. Varios pelos habían caído al suelo.

No podía con algo así. Mi hija. Sufriría lo que yo.

—No te preocupes. Ella tendrá a tus amigas como madre. No le faltará nada. Ella no sufrirá.— dijo la anciana, dándome algo de apoyo.

Negué triste.

—Ella... Simplemente no tendrá padres. ¿Entiende eso? Mi hija. Huérfana...

Golpeé el suelo de pura furia.

—No Caroline. Ella tendrá un padre.

Alcé la mirada.

—¿Qué? ¿Es esto una broma?— me puse de pie, Terra me tomó la mano.— yo quería una vida para mi hija. Y ahora estará huérfana ¿entiende? Yo moriré. Y su padre, jamás la querrá. ¿O es eso mentira?

La anciana negó.

—Christian la querrá. Y la cuidara como se debe.

Una pequeña esperanza se encendió en mi.

—¿Quiere decir... Que Christian... ¿Aceptara su paternidad?

La anciana asintió.

—Pasará. Y será un buen padre.

Inconscientemente sonreí. Él la querría algún día. No estaría sola. Él realmente la aceptaría y la cuidaría como su hija...

Mi sonrisa se borró. Y no podré verlo.



—¿Cuanto viviré?— le pregunté al doctor. Key me miró triste. Tara salió de la habitación. No había podido parar de llorar.

—Usted... Probablemente viva unos minutos después de parir.

Cerré los ojos reteniendo las lágrimas.

—¿Cuanto máximo?

Él me miró triste.

—Cinco minutos.

Key dejó caer una lágrima. Yo sentí un pequeño toque en mi estómago. Puse mi mano sobre ahí, y pude sentir la mano de grumpy.

Gracias linda. Gracias por ser fuerte.

—Lamento mucho la noticia.— dijo poniendo su mano sobre la mía y la de grumpy.

Lo miré triste. Si fuera papá, grumpy, si fuera él. No se sentiría tan mal.

—No se preocupe. Son cosas que pasan.

Puse mi mano sobre la suya y sonreí. Su apoyo, por más desconocido que fuera, ayudaba un poco.
Él hombre sonrió.

—¿El padre no vendrá?

La mano de grumpy dejo de tocar mis paredes. Las mías se apartaron de la de él. Mi sonrisa desapareció.

—Él no quiere aceptar su paternidad. Vendrá. Quizás ya tarde. Pero no ahora.

El doctor pareció sonrojarse.

—Lo siento mucho. No-no quería... Yo no sab-sabía...

Negué dándole una sonrisa forzada.

—No importa. De verdad... Ya no importa.



—Perdóname... Yo... Lo siento, Caroline... Lamento llegar tarde...

Sus lágrimas cayeron sobre mi rostro. Entonces me dio un beso casto.

—Siempre te amaré... Perdóname...

Desperté sudando. ¿Qué? ¿Qué había sido eso?

Recordé su voz. Había sido Christian. Nadie más que él. ¿Llorando?

—Lamento llegar tarde...

Oh no. ¿Una predicción del futuro?

Sentí un estremecer en mi interior. Más específicamente en mi estómago.

—No te preocupes grumpy. Sólo fue una pesadilla.

No creí mis propias palabras.

0 meses, 25 días, 5 horas , 57 minutos.

POV CHRISTIAN

—Christian... ¿Has pensado en salir de aquí? En... ¿Hacer algo con...?

—No se de que me estas hablando.

Mi madre suspiró con aires de tristeza.

—Yo quería lo mejor para ti Christian... No se en que me equivoqué.

Hice caso omiso. Escuché como salió de la habitación.

Nunca admitiría nada. Estaba asustado. Deprimido. Y hasta... Angustiado.
No quería un hijo. No quería nada de eso. Yo aún quería ser joven. Salir, tomar, bailar.

No me veía preparado para nada. Tampoco para ver a Caroline a la cara luego de haber estado tanto tiempo aquí.

He soñado más de una vez con sus ojos, su voz, su sonrisa... Su perfume a rosas.

Nunca lo admitiría... Pero la extrañaba mucho. Extrañaba sus labios. Su olor. Sus ojos. Todo de ella era perfecto. Todo de ella era adictivo.

Pero... Algo apareció. Su embarazo.

Nunca lo esperé. Nunca quise que pasara. Y ahora, era una realidad. Una realidad que quería evitar.

Era como blanco. Blanco manchado de pronto de un negro profundo.

Tomé mi almohada y la tiré furioso contra el suelo.

Ahora tenía un problema.

Era verla otra vez. U olvidarla para siempre.

~ioro! 7n7

Tentaciones olvidadas® [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora