Capitulo 7

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Narra Piero

Logre sostenerla pero me entró agua en los ojos haciendo que los cierre automáticamente, sentí que ella se agarró de mis hombros pero mi cabeza no entendía como estábamos posicionados, cuando pasó todo abrí lentamente mis ojos, veía sus rostro y como abria sus ojos al igual que yo, después de mirarla a los ojos note la distancia que estábamos del rostro de cada uno como si estuviéramos para...quise omitir la palabra por que me sonroje automáticamente parecía que nos completamos por que nos pusimos rojos los dos y ella temblaba pero miraba mis labios y yo los suyos creando una confusión en mi mente, y ¿en mi pecho? Sentía algo indescriptible que me hacía cosquillas en el pecho, ¿eran mariposas? Mi pecho estaba lleno de sensaciones, entonces me acerqué tres sentimientos más para quedar a un centímetro se rozar sus labios pero todo esto se interrumpió por un movimiento brusco de ella al soltarme en una fracción de segundos.

-¿que esta pasando? -aparece de la nada el padre de Rebeca, ella me deja a mitad, me quedé medio paralizado y ella me mira avergonzada y corre adentro de la casa -¿que le pasó? -su papá me mira raro- estaba haciendo una broma.

-emm...bueno -dice Paula mientras yo me muevo rápido para salir de la pileta e ir detrás de Rebeca, entre a la casa y fui hacia su habitación donde la vi sentada en su cama mirando la nada.

-Ragazza...Rebeca...-dije y ella levantó la vista - ¿estas bien?

-maso menos, siento vergüenza -vuelve a bajar la vista.

-¿por que vergüenza?

-por todo.

-no sientas vergüenza, tu sei una bella ragazza, no deberías sentir vergüenza de lo que sos -me mira y se sonroja.

-todo esta no tiene sentido, no debería seguir poniéndome así por todo -la rodeo con mis brazos y la acercó a mí pecho.

-mas seguridad, eso sería todo, después todo lo lindo lo tenés -y ella me mira y nos quedamos mirando.

-si vos decís...-dice dudosa.

-¡claro que si!, Ragazza -digo más alto y con actitud- ¿sabes que deberíamos hacer?

-¿que?

-salir -después de que digo eso ella se queda pensativa pero eso es interrumpido por la entrada inesperada de Paula a la habitación que nos mira con una sonrisa.

-perdón por meterme pero hoy tengo zumba con Rebeca pero necesito que me acompañe.

-eso es una buena idea -dice emocionada Rebeca- ¿podrían venir? -le pregunta a Paula.

-¿¡que!? -la mira como si estuviera loca.

-¡si! -dice con emoción.

-¡No! -dice Paula.

-¿zumba? -pregunto por que me llama la atención.

-es ejercicio, bailas diferentes canciones así movidas -contesta Rebeca.

-me parece divertido -quería que hoy la pasemos bien además es bailar tiene que ser divertido entonces a pesar de que Paula no quiera le avisé a los chicos y ellos aceptaron contratos aunque Gian no parecía muy convencido ya que seguramente le daba vergüenza pero Igna acepto con entusiasmo, voy a tener que grabar el momento. Paula y Rebeca se fueron a cambiar al igual que nosotros me puse algo cómodo, cuando ya estaba listo salí para esperar a las chicas, me puse a charlar con Gian cuando llegó Igna y nos pusimos a mirar fotos en Instagram para reírnos un rato, después de diez minutos salieron las chicas, yo miré a Rebeca, se veía lindo y miré a Paula pero me di cuenta que ella miraba hacia Gian que cuando lo ví y note que también miraba a Paula me llamó la atención por que se le dibujo una sonrisa en el rostro de Gian, seguramente después le iba a molestar un poco con el tema pero por ahora quería hablar con Rebeca que la tenía en frente.

-bueno, ¿vamos ragazzi? -todos me miraron y comenzamos nuestro corto camino al lugar para hacer esa clase de zumba, nunca creí que iba a estar yendo a una clase de eso, no es que no me guste me parece chistoso de mi parte pero a la vez curioso, ahora iba a vivir una clase de zumba sabiendo que son movidas y cansadoras, aunque eso no importaba ya que tenía mucha energía.

Entramos al lugar, las chicas se acercaron a pagar la clase, por que por ahora teníamos encima euros y sabía que después de ese favor se lo íbamos a devolver, la profesora estaba muy enérgica, se movía para todos lados, había un nenito gordito a lado mío que se movía más que Gianluca, mientras que Ignazio se movía muy gracioso, y yo hacía lo mismo, lo que podía y miraba a Rebeca que me miraba a mi y después a Paula y se moría de risa, la profesora tocaba un silbato para que se mueva más Gianluca y Paula se reía que estaba al lado y Gian la mira algo avergonzado pero se reía también. La profesora agarra a la una de las alumnas y sigue bailando entonces yo hago eso con Rebeca cuando veo que todos la seguían, me mira y se pone roja y se ríe, verla así me hace reír y no puedo parar de sonreír al verla contenta. Volví a sentir esa sensación, era confuso, pero ignore mi problema existencial para seguir disfrutando el rato con Rebeca, cambie de pareja y Ignazio bailaba con una señora, se veía tan gracioso que me moría de risa, pase por varias personas para volver con Rebeca después la profesora siguió con otras cosas, con canciones graciosas que nunca las había escuchado en mi vida que aunque no me gustaran las sentía agradables para bailar al ser pegadizas  y tener un ritmo particular para moverse.

Terminamos la última cancion, yo ya estaba agotado, entonces tomamos algo y nos apuntamos a volver a la casa de Rebeca, su casa era grande y cuando llegamos la mamá nos dió un espacio para que nos quedaramos ya que sabía que nos ibamos a quedar unos días, deje mis cosas en la habitación que iba a compartir con Gian y Igna, y fui a la mesa a cenar junto a su familia, Rebeca tenía una hermana más que era la más pequeña, estábamos todos mirando una película, cuando terminamos de cenar el papá se retira de la mesa.

-buenas noches.

La mamá se va detrás de él, los demás empezaron a desaparecer y Rebeca yo nos fuimos al sillón después de que limpiará todo para seguir mirando la película en el sillón, se hizo algo tarde y me pesaban los párpados, me podía quedar dormido en cualquier momento pero ya casi terminaba la película y Rebeca se estaba quedando dormida, cuando ví que ya se le cerraron los ojos me levanté y me acerqué para cargarla en mis brazos, la lleve a si habitación y la puse en su cama, cuando la estaba tapando ella abre un poco los ojos cuando le di un beso en la frente y toca mi brazo y tira de él cuando me estaba por ir.

-quedate por favor -la miré y ella seguía tirando de mi brazo- hay días que no puedo dormir -me suelta.

-ya vuelvo, te lo prometo -me mira insegura.

-esta bien -me apuro a salir y ir rápido a mi habitación a cambiarme, cuando me cambien me apure a volver con ella, ella cuando me ve hace espacio, lo bueno era que su cama era grande entonces me metí y ella se acurrucó en mi.

-¿Piero?

-¿que pasa?

-Te quiero -la miré se la veía con una sonrisa sin mostrar los dientes, me contagio la sonrisa.

- yo también te quiero.

No tardó en quedarse dormida con una sonrisa en su rostro eso me ponía contento, yo cuando ya me empecé a sentir cómodo me comencé quedar dormido, sentía el calor de su cuerpo, me sentía cansado y tranquilo, hoy había sido un buen comienzo a nuestra relación, no quería separarme nunca de ella.

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2016 ⏰

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