2.8

254 23 5
                                    

No quería salir de debajo del pasillo, sabía que desde donde estuviera Alexia tendría sus ojos fijados en mi, y sabía que no podría evitar mirarla. Pero en menos de un cuarto de hora, las chicas salieron del vestuario animándome a ir al césped. No quería sospechar nada, ya que aparte de no querer explicar nada sobre lo mio con Alexia, seguramente las chicas no sabían que ella estaba aquí. 

Así que me negué a salir, mostrando una sonrisa indiferente, intentando parecer normal, pero Melissa se giró con el ceño fruncido y se cruzó de brazos.

—¿Qué haces Calum? ¿Estás tonto? Sal.

— No, no, prefiero estar aquí— tartamudee e intenté parecer fiable. Pero todas me miraron atónitas y confusas a mis palabras, sin entender mi actitud—. E-Es por la sudadera, es nueva y...um, no quiero que se mojé, ya que tiene pinta de llover. Tranquilas, ya os diré lo que tengo que hacer desde aquí.

Melissa soltó una carcajada pensando que estaba bromeando, pero al ver que no me movía, suspiró y accedió, como todas. Aunque me gané una mirada cansada de Sally rodando los ojos. Así que como dije, indiqué los dos ejercicios que tenía pensando hacer entre gritos y gestos con mis manos. Era ridículo, lo sabía. Pero no me encontraba capaz de crear contacto visual con la rubia y no poder decir o hacer nada. 

Todo iba bien cuando estábamos empezando el ultimo ejercicio que tenía preparado, dentro de lo que cabía, pero de repente por culpa que había despistado mi cabeza viendo las nubes oscuras, sentí como me empezaron a empujar hacia delante mientras oía risas. Me quejé gruñendo que parasen, pero solo lo hicieron cuando mis pies ya tocaron el césped y sentí una brisa fría golpear mi rostro. Toda mi cabeza se inundo de pensamientos reboltosos cuando sentí una mirada peculiar encima mio y mi cuerpo tembló sin quererlo. ¿Qué me pasaba? Ya la había visto antes y no me había pasado eso.

No quise mirarla, sabía que si lo hacia, no podría salir de su presencia durante lo que quedaba de entrenamiento.

—¿Qué Calum? ¿Te has muerto o algo por salir?— se burló Melissa entre risas y dio los cinco con Maia, quién seguramente la ayudo a arrastrarme. Seguí su juego y negué con una sonrisa falsa—. Bien, ahora que eres normal, cuéntanos más bien como va esto, que no me enteré bien que era.

Suspiré por lo difícil que se me hacia esto y como si no pasara nada, expliqué el ejercicio haciendo algún salto o gesto que lo demostrará mejor. Todas asintieron y en menos de un minuto se encontraban haciendo lo explicado. Estaba girado dando la espalda a las gradas, y mi cuerpo se paralizaba cada vez  que sentía los ojos de Alexia contra mi nuca.

Luego de unos 17 minutos más o menos, di por terminado el entrenamiento. Las chicas se acercaron a mi sudadas y cansadas bebiendo agua de las ampollas de plástico. Di una pequeña charla de que mejorar y que haríamos el viernes para haber si el partido del sábado podríamos salvar la liga o no.  

Me despedí de ellas y se levantaron con dirección a los vestuarios. Sally antes de irse con ellas, me echo una mirada, dándome una señal que había comenzado a correr el tiempo. Sé que lo perdía, pero mientras me mentalizaba, recogí los conos y los dos balones que había traído. Una vez recogido todo, tomé una respiración muy profunda y con el corazón en puño, me atreví a levantar la mirada hacia las gradas. Pero no vi a nadie. La busqué con la mirada y la pude ver levantada de espaldas a mi, en la parte más alta donde se encontraba una pequeña plataforma, y apoyada en una especia de muro que había, donde se podía ver algún trozo de la ciudad.

Mi cuerpo se movió solo para ir hacia allí. 

Mis pies pasaron de caminar con lentitud por miedo y nervios, a correr por angustia e intriga. Subí las escaleras para llegar a las gradas y éstas las subí a zancadas rápidas y largas pero todo en un silencio. Cuando llegué a lo más alto, subí la ultima grada quedando en el pequeño piso abierto, a solas con Alexia. Pude observar su vestuario desde la distancia, fijándome que iba tan solo con una camiseta corta y unos pantalones largos apretados negros. Su cabeza estaba tapada por un gorro de lana, cosa que era extraño de ella. 

Football » Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora