Problematic Girl (Luzana)

Cap 25

Narra Lana.

Abro los ojos con una mueca de asco. Saray esta roncando como si no hubiese un mañana, y sí, hoy volemos a clase.

Dos palabras, un sentimiento en común con mi generación (o al menos la mayoría): que asco.

Estiendo mi mano buscando mi móvil en la inmensa oscuridad, y juro que cuando lo encuentro y lo enciendo, casi me quedo ciega de la luz que ese aparatejo ha hecho.

Son las siete en punto, voy bien de tiempo, las clases empiezan a las ocho y veinte.

O eso creo.

Vaya, tanto tiempo sin ir al instituto que ya ni me acuerdo de a que hora empezaba.

Bajo corriendo a desayunar, enserio, no puedo vivir sin desayunar. Se debería poder desayunar a todas horas, aunque, bueno, yo normalmente lo hago. Es mejor que comer un pescado mal cocinado por Saray.

Una vez hago lo que creo que va a ser lo mas importante que haga en el día decido despertar a Saray.

Pero a mi manera.

Con una broma.

La muy cabrona me ha despertado con sus ronquidos, tengo derecho.

Agarro un bote de nata y una trompeta de juguete. No preguntéis por qué. Fue Ust. Lo juro. A veces la doble personalidad bipolar de Rubius esta muy loca. Aunque esta vez me ha hecho un favor.

Subo corriendo las escaleras y entro sigilosamente en la habitación de Saray, la cual esta pegada pared con pared con la mía. Y si os lo estáis preguntando, sí, sigue roncando.

La echo nata sobre su mano derecha, la única que está destapada, y antes de empezar la última frase de mi broma me doy cuenta de que hay un rotulador (o marcador creo que en Latino América) y decido dejarle una notita a Saray. En su cara.

Escribo "putos todos" en su frente, una polla en su moflete derecho (creo que debería dejar de juntarme con los chicos), una cara sonriente en su moflete izquierdo, ¿qué? Siempre smile. Y por ultimo le dibujo el típico bigote con perilla. Dejo el rotulador done estaba antes y vuelvo a cojer la trompeta. Me la llevo a la boca, la acerco a su oreja y soplo lo más fuerte que puedo.

Una Saray con la cara pintada (y ahora también llena de nata) se levanta gritando.

''¡Hija de puta!'', "¿Qué haces con tu vida?" o "¡Me cago en tus muertos!" son varios de los gritos que no para de exclamar Saray. Mientras que yo no paro de descojonarme. Me mira e busca de respuestas y yo simplemente me encojo de hombros.

Lana: Tía, deja de roncar - la informo entre risas, antes de salir se su habitación. Me voy a la mia a cambiarme, ya que sigo en pijama.

Abro el armario y suspiro. Finalmente me decanto por unos shorts normales, una camiseta blanca con las mangas rojas que me llegan hasta un poco mas abajo de el codo y mis Converse negras.