Capítulo XV. "Descontrol" (parte 2)

407 21 0
                                    

Benja.
Luego de varias insistencias, logré que Lali no llamase a Pedro. De hecho me encargué yo mismo de hacerlo, pero me atendió Pau. Le conté sobre el estado de su amiga y, además de reírse, me deseó "buenas noches".
Durante el camino, Lali miraba hacia la nada. Sus ojos se mantenían en un lugar fijo y no hacían ningún esfuerzo por mirarme. Entendía su actitud.

-¿Está todo bien? --le pregunto, con un poco de nervios.

-No sé --dijo ahora ella. Su voz aún sonaba rara--. ¿Por qué te encargás de mi? ¿Tu novia no está en la fiesta? --pregunta ahora ella.

-Le dije que te traía --argumenté.

-¿Por qué? --no se cansa--. Si ella es más importante que yo --dice, esperando una respuesta que la alegrase.

-Nada es más importante que vos. Ni mi propia vida  --dije sorprendentemente, y ella se giró a mirarme. Tenía los labios entreabiertos, pero yo mantenía los ojos en mi camino.

-Estás muerto por mi, admitilo --dijo, y reí--. No te rías tarado. Admití que te encanto, que te vuelvo loco.

-Basta. Esta conversación termina ACÁ --la reté.

Ella resopló y corrió su vista hacia la ventana, apoyando su cabeza en ésta.
En la radio comenzó a soñar una canción que le encanta. La conzco a la perfección, y sé que va a cantarla en cualquier momento.

-Sé que seguiremos juntos a través del tiempo  --empieza, confirmando lo que pensé--; que iluminarás por siempre mi mundo violento --siento su mirada sobre mi--; que piensas en mi y sonríes en este momento en algún lugar --sonrío, y la siento hacer lo mismo--, vamos a despegar...

-Esta noche olvidemos
los dolores y brindemos, por la libertad... Por toda la vida querida  --continúo yo, y ella se queda petrificada mirándome--. Por las cosas que pasamos, por lo que vendrá...

-Porque nada ni nadie nos va a separar  --sigue.

-Porque vemos las cosas desde otro lugar  --finalicé, y reímos.

-Te quiero --larga, mientras que baja un tono la música. La miro de reojo rápidamente y sonrío sin dientes.

-Yo también te quiero La...

Parece quedar satisfecha con mi respuesta, y es entonces cuando se gira para apoyar nuevamente su cabeza en el vidrio.
Al cabo de unos minutos, ya estábamos frente a su departamento. Estaba casi seguro que ningún periodista rondaba por alrededor, así que la desperté.

-La...

-Mhm...?

-Despertate Lala, ya llegamos dale --le susurro, y ella abre los ojos lentamente.

-¿Te vas a quedar conmigo? --pregunta ya afuera, y yo cierro la puerta de la camioneta.

-Dale caminá... --llegamos a su departamento y me entregó las llaves para abrir. Aún recuerdo qué llave sirve para qué puerta.

-¿Te vas a quedar conmigo? --vuelve a preguntar, con esa voz rasposa de haber tomado toda la noche--. Benja... --habla de nuevo, y niego riendo.

-Quee --le alargo, ya fastidiado, y ella sonríe.

-¿Te vas a quedar conmigo?

-Hasta que te duermas --acoté.

-¿Te dormís conmigo?

-Basta Lali... Ya está. Tenés que acostarte y descansar. ¿Mañana tenés que ir al estudio? --le pregunté, mientras la ayudó a sentarse en la cama. Ella asiente sin ganas, haciendo el estúpido intento de sacarse las plataformas--. Bueno, yo le aviso a Luisito que no vas a poder ir...

-Ay no le digas que tomé porque me reta. Se supone que mañana tenemos que praticar con la guitarra!

-PraaaCticar --la corrijo de manera graciosa, y siento un pequeño golpe en mi hombro.

-¡Basta! Vos me entendés dale

-Bueno está bien... Le digo que estás resfriada, no sé. Pero intentá dormir por favor.

-¿Quié hora es?

-Las tres y media --respondo, mientras me agacho para sacarle las plataformas que, por cierto, ya hacen varios minutos que llevaba intentando hacerlo.
  Se acuesta y queda dormida por un tiempo. Yo me dedicaba a observarla. Siempre admiré el tiempo de paz que mantenía al dormir.

-¿Qué pasa?  --susurra con voz finita.

-Nada --río sigilosamente--. Sólo te miraba --le respondo, mientras me siento en la cama a su lado y pongo cada mano a los costados de su cintura.

-¿No te vas a ir? --pregunta sonriendo.

-No hasta que duermas --contesté.

-¿Y no vas a dormir? Puedo hasherte un lugarsito acá --sonríe nuevamente.

-No no Lali... Dormí tranquila dale

-¿Y un beso? ¿no me das un beso? --pregunta pícara.

--río--. No no --contesto.

-¿No? --me hace pucherito, y se me hace demasiada provocación.

-No --río de nuevo, y le saco el mechón de la cara para ponérselo detrás de la oreja. Ella se relaja y, cuando me aseguro de que vuelve a dormir, tomo mi campera y me dispongo a salir. Abrí la puerta y le tiré las llaves por debajo de ella, junto con una carta que graciosamente decía:  "Que descontrolada estabas, Lalita :)"
Reí al recordarla y puse la camioneta en marcha... Todo iba bien, pero esa noche, se convirtió en una desgracia...

*********
Uuuuh, ¿Qué pasará no? :D
Besos las quiero❤
#Benjali.

Una nueva oportunidad - Benjali (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora