Esclavos del Tiempo

Capítulo 7

 Estuve varios días con ella, cuidándola, ayudándola a ganar peso, ya que no bebía ni comía nada, excepto café, en todo ese tiempo. Enterrando al pobre gatito, y, básicamente, viviendo con ella.
  Pero así como ella avanzó en sus sentimientos y salud, de mi parte también hubo avances. Aprendí muchísimo, de Julia, de la depresión, y de... mi misma. En el plazo de las dos semanas que estuve viviendo con ella, me di cuenta de demasiadas cosas que no sabía.



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 La rutina era similar, los primeros días; yo me despertaba, escuchando sus llantos y la abrazaba, la escuchaba. Luego, preparaba bastante café. íbamos a dar paseos, e incluso un día fuimos a averiguar por gatitos en un refugio, pero Julia no quería. Ella sólo lo quería a él. Entonces, volvíamos a la casa y escuchábamos música, todo el tiempo. Le encanta el chill, así que se generaba un ambiente hermoso. La luz se tornaba cálida alrededor de las 7 de la tarde, resaltaban las lámparas.
 A esa hora, empezaba lo más lindo.
 Ella me pedía que le leyera. Al final, luego de cenar leyendo, ella se quedaba dormida a mi lado, mientras yo la tapaba con mi saco. 
 Realmente tenía libros hermosos, la mayoría antiguos. Unos de ellos, era Heidi, de Juana Spyri. La mayor parte de las veces terminábamos llorando mares, tapadas con las sábanas.

 Ella se dormía fácilmente, muy rápido. Entonces, me dedicaba a mirarla. Sus ojeras eran cada vez menores, y esperaba que su pena también. 


Todos los días me dormía mirando su rostro.


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 Realmente, ese período de tiempo me cambió mucho.
 Julia me enseñó a querer, y a demostrarlo. Lo tenía que hacer, si no quería que ella se sintiese peor, así que la abrazaba, le hablaba y secaba sus hermosas pero tristes lágrimas. Ella se la pasaba aferrada a mí, y yo a ella. 
 Había veces en las que, mirándola, yo empezaba a llorar.

 Yo nunca lloraba.

 Su cara, demacrada por la tristeza, me mostraba un lado totalmente diferente de la Julia que yo conocía, la alegre, la entusiasta. Aprendí, también, que las personas más joviales pueden ser así para ocultar su lado oscuro, su lado que odian. Su lado triste, sensible.


 Un día descubrí que, por las noches, Julia lloraba a escondidas. Cuando veía que yo estaba dormida, empezaba.
 Eso me llevó a despertar a altas horas de la noche, para asegurarme de poder consolarla y secar sus lágrimas.
 Una noche me preguntó por qué estaba tan pendiente de ella.

-¿Por qué te importo tanto? No lo valgo.- Me preguntó.
-Por favor Julia, no me hagas reír. Eres una excelente persona y ya creo que lo vales. Me enseñaste muchísimas cosas, es mi turno de enseñarte un poco de felicidad y afecto. Y no llores más a escondidas. Eso te hace mal.
-Gr...gracias- Me respondió sollozando.

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 Todo el tiempo estábamos abrazadas, y me gustaba. 
Yo nunca había recibido cariño, así que no sabía cómo era, cómo se hacía.
Pero... ella abrió mi frío corazón. 

N/A: Hi there! Me dieron ganas de un poquito de amor, así que escribí este capítulo, un poco azucarado. ¿Qué les parece?  ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Solo diré: JUWEN/GWULIA <3

*se da cuenta de que es una caca inventando shippeos y se calla*